Nacid@s tal día como hoy… 6 de mayo: Orson Welles, Lucien Ballard, Stewart Granger, Gastón Leroux y Sigmund Freud

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

Información complementaria a los ciclos del Área de Cine y Audiovisual (Cineclub universitario / Aula de cine) de La Madraza. Centro de Cultura Contemporánea. Universidad de Granada.
Nacid@s tal día como hoy es una sección en la que, a partir de los natalicios diarios de personalidades del mundo del cine (o del mundo de la cultura que hayan tenido presencia de algún modo en la gran pantalla), hablaremos sobre sus trayectorias profesionales, prestando especial atención a aquellas de sus obras que hayan pasado por la pantalla del CineClub.
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Presentación

Literatura y pensamiento se añaden a nuestra entrada de hoy miércoles en la que hablaremos del genial y polifacético cineasta ORSON WELLES, del maestro de la luz LUCIEN BALLARD y del actor británico STEWART GRANGER. Y cerraremos con el escritor GASTÓN LEROUX y el neurólogo y padre del psicoanálisis SIGMUNG FREUD.

Orson Welles (1915-1985)

Nacido un día como hace 105 años en Kenosha, estado de Wisconsin, ORSON  WELLES (1915-1985) es sin duda uno de los grandes genios que ha dado el 7º Arte. Pero un genio que quizás más que otros similares, pensemos en Chaplin por ejemplo, siempre ha resultado más controvertido. Con menos de una  veintena de films (hablamos solo de cine) realmente realizados y  acabados, Welles es tan admirado como discutido: se le idolatra, se le imita, pero a la vez se le critica por excesivo, por megalómano. Por mucho tiempo que transcurra, la consideración que hay sobre él y su obra -a veces más parece que se habla del artista que de sus creaciones- no  deja de pivotar entre quienes lo consideran un cineasta portentoso e incomprendido y entre los que lo consideran mitificado y sobrevalorado. Como ayer en nuestra 7ª sesión de CINECLUB/AULA DE CINE LES PRESENTA tuvisteis la oportunidad de sumergiros en profundidad en la vida y obra  de Welles con los dos documentales que os ofrecíamos -hoy de hecho tenéis otro enlace más, con otro documental más reciente, que incide en  este conocimiento-, vamos a centrar esta entrada en el paso de su filmografía por el Cineclub tanto en su faceta de director como en la de  intérprete, dedicando de paso a ésta un poco más de atención. La obra de Orson Welles ha pasado casi en su totalidad por nuestra pantalla. En octubre de 2015, año del centenario de su nacimiento, le dedicamos la 8ª entrega de nuestra sección MAESTROS DEL CINE CLÁSICO: situar a Welles en este periodo se hace complicado ya que si por cronología es evidente que estaría, muy pocas de sus obras son realmente «cine clásico», si por éste entendemos, por ejemplo, una narración construida sobre la transparencia, es decir, el que «no se note» el trabajo de la puesta en escena con imágenes; Welles siempre quiso y buscó que fuéramos conscientes del mecanismo visual de sus relatos, de las angulaciones y movimientos de la cámara, de la ubicación de las luces, de los cortes del montaje, etc. Siendo conscientes y asumiendo esa puntualización, en ese ciclo pudimos ver la genial «Ciudadano Kane«(previamente ya proyectada en octubre 1996, ciclo EL PODER DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN), única de sus obras premiada con un Óscar, al mejor guión -compartido con Herman Mankiewicz: el próximo film de David Fincher, «Mank«, gira sobre la relación de ambos durante este rodaje-, además de dos nominaciones más a director y actor principal; la excelente «El extraño«; la magistral sin paliativos «Sed de mal«(y su obra que más veces ha pasado por CineClub, tres con esta: febrero 1999, AL GUSTO DEL RESPETABLE IV; noviembre 2004, ALL THAT JAZZ!); la magnífica «Campanadas a medianoche» premiada en el festival de Cannes; y la sorprendente y modernísima «Fraude«. Previo a esto, las notables pero irregulares «Otelo» (también premiada en Cannes) y «Mr. Arkadin» se proyectaron en 1995 en ciclos conmemorativos del centenario del cine;  la controvertida, como visteis ayer en el primer documental, «El cuarto mandamiento«, en octubre 2012, ciclo CLÁSICOS RECUPERADOS XXVIII; la portentosa «La dama de Shanghai«, en febrero 2000, ciclo AL GUSTO DEL RESPETABLE VII; y la brillante y perturbadora, pero también algo irregular, «El proceso«en noviembre 2003, ciclo AL GUSTO DEL RESPETABLE XIV. Así pues de sus obras acabadas y/o de completa autoría solo la magistral «Macbeth«y la hermosa «Una historia inmortal«no se han proyectado (además de las inacabadas «Don Quijote», «Al otro lado del viento», o de las de autoría compartida como la estupenda «Estambul«o la curiosa «Cagliostro»). Como bien sabemos, en la mayoría de estos  films Welles también participaba como intérprete, una faceta ésta, la actoral, que también ha estado presente en CineClub. Con preferencia por  personajes turbios, de impacto, de mayor edad de la del actor en el momento de interpretarlos, a Welles lo hemos podido ver en films tan  variopintos (actuó en muchos solo por dinero, para poder seguir armando sus proyectos) como la magnífica «Alma rebelde/Jane Eyre«, la estupendas «El príncipe de los zorros«, «El largo y cálido verano«, «Un hombre para la eternidad«, «Trampa 22» y «La carta del Kremlin«, o en divertimentos como «Casino Royale«. En tres de sus mejores y más legendarias interpretaciones en films no dirigidos por él, lo hemos podido disfrutar en CineClub: como el cínico y fascinante «Harry Lime» de la magistral «El tercer hombre» (enero 1998, GRAN BRETAÑA, CHAPTER ONE), como el iluminado y tremebundo «padre Mapple» de la excelsa «Moby Dick«arriesgada adaptación, por parte de su gran amigo John Huston, del inmortal texto de Melville, con guión del novelista Ray Bradbury (abril 2006, ciclo NATURALEZAS V: AGUA); y, muy especialmente, como «Jonathan Wilk», el abogado defensor de los jóvenes asesinos de esa obra maestra de necesaria reivindicación que es «Impulso criminal» -cómo dice Welles el alegato final de su personaje contra la pena de muerte (y como lo rueda el gran Richard Fleischer) debería ser una escena de obligada visión para tod@s l@s interesad@s en el arte de la interpretación y del cine-. George Orson Welles recibió un Óscar de Honor en 1971, entregado por John Huston, por «su arte superlativo y versatilidad en la creación de películas»: absolutamente cierto y merecido pero, como en casos similares -Chaplin, Stanley Donen-, un galardón insuficiente y tardío: Welles no estuvo presente.

MAGICIAN: THE ASTONISHING LIFE AND WORK OF ORSON WELLES (2014). en v.o.s.inglés. Otro excelente documental sobre el cineasta, realizado con motivo del centenario de su nacimiento.

Oscar de Honor a ORSON WELLES.

FRAUDE. Completa. v.o.s.e.

Lucien Ballard (1904-1988)

Al citar a este maestro de la luz nacido en Miami un día como hoy hace 116 años, lo primero que se suele venir a la cabeza es una palabra que nos traslada a un universo: western. Y es que, ciertamente, LUCIEN BALLARD (1904-1988) es un director de fotografía ligado de forma muy clara a este género. Ciertamente, insistimos, pero «no solo» habría que apostillar y enfatizar. Con una extensa carrera que se extiende desde los años 30 a finales de los 70, el trabajo de Ballard se concentra sobre todo en films del Oeste desde que inicie una fructífera colaboración con el gran Sam Peckinpah en la extraordinaria «Duelo en la Alta Sierra«, (noviembre 1998, CABALGANDO CON LA LEYENDA), a la que siguen las excelsas «Grupo salvaje» (mayo 2005, CLÁSICOS RECUPERADOS XIX), «La balada de Cable Hogue» (junio 2011, CLÁSICOS RECUPERADOS XXVII) y «Junior Bonner«. No son estos, ni mucho menos, sus primeros encuentros con este género: de hecho ya había filmado en blanco y negro westerns en los años 40 y 50, algunos tan conocidos como «El forajido«, y en color como el maravilloso, de serie B, «Buchanan cabalga de nuevo«, pero lo cierto es que va ser a partir de su encuentro con Peckinpah, en ese inicio de los 60, que se convierta en habitual responsable de muchos grandes westerns que se harán en esos años de transición entre lo clásico y lo moderno. Así el trabajo de Ballard es bien notorio en los estupendos «Los cuatro hijos de Katie Elder«, «Nevada Smith» y «Valor de ley«, los tres de Henry Hathaway; el poco conocido y muy brillante «El más valiente entre mil«, o el formidable «La hora de las pistolas«. Pero como decíamos antes, el trabajo de Ballard se extiende, con maestría, a otros géneros. Es, por ejemplo, gran cine negro clásico, gran thriller moderno: de la magistral «Laura» a las notables «Al Capone» y «Niebla en el alma«o la magistral «Atraco perfecto«(diciembre 2002, CLÁSICOS RECUPERADOS XIII; febrero 2018, MAESTROS DEL CINE MODERNO VI: STANLEY KUBRICK 1ª parte); de la sobresaliente «Berlín Express» (marzo 1992, BERLÍN EN EL CINE) a la estupenda «La ley del hampa«o la brillante «La huida» (mayo 2007, CLÁSICOS RECUPERADOS XXI), de nuevo con Peckinpah. Y es
también comedia -la magistral «El guateque» (mayo 1997, CLÁSICOS RECUPERADOS VII)-, cine de aventuras -la magistral «El príncipe Valiente«-, cine bélico -la notable «A bayoneta calada«- y melodrama: de Sternberg, allá cuando Ballard comienza en los años 30 -las estupendas «Marruecos» con Gary Cooper (mañana hablaremos de él) y «El diablo es una mujer«por la que fue premiado en Venecia-, a Renoir -la notoria «Aguas pantanosas» (marzo 2013, MAESTROS DEL CINE CLÁSICO VI: JEAN RENOIR 3ª parte) con Anne Baxter (mañana también hablaremos de la protagonista de la wellesiana «El cuarto mandamiento»)-, pasando por Walsh -la muy destacable «La esclava libre«- y llegando a su única nominación al Óscar -«Los guardianes«-.

ATRACO PERFECTO. Un duelo entre Ballard y Kubrick

GRUPO SALVAJE.

EL GUATEQUE.

Stewart Granger (1913-199)

Cuatro papeles marcan, identifican, la carrera de este gran actor londinense nacido un día como hoy hace 107 años: todos ellos en la década de los 50, todos vinculados al cine de aventuras más clásico, vibrante y luminoso, y todos menos uno dentro de la imprescindible variante de las «aventuras de capa y espada». Y es que para cualquier gran aficionad@ al cine que se precie, hablar de  STEWART GRANGER (1913-1993) es hacerlo, en orden cronológico, de «Allan Quatermain», protagonista de una de las cúspides del cine de aventuras de safaris, la estupenda e influyente «Las minas del rey Salomón«-no será la última vez que Granger se ponga el sombrero de «gran cazador blanco»: en la brillante y bellamente crepuscular «El último safari«, respuesta de Henry Hathaway a la magistral «¡Hatari!«de Howard Hawks, Granger será un «Quatermain» por el que han pasado los años-. Pero como decíamos es entre castillos, palacios y mansiones nobiliarias, y floretes, sables y alguna que otra pistola, donde encontramos al Granger más inmortal. Siguiendo por orden, lo hayamos como el vengativo «Andre Moreau» en la magistral «Scaramouche«a partir de la novela homónima de Rafael Sabatini, la mejor versión de la misma (por encima de la notable silente con Ramón Novarro) y paradigma de este tipo de films de aventuras en los 50. Y ese mismo año, como «Rodolfo Rassendyll», en la también magistral «El prisionero de Zenda«, quinta versión de las seis que existen de la famosa novela de Anthony Hope, y sin duda la segunda mejor, tras la versión de los años 30 con el gran Ronald Colman de protagonista (de hecho la de Granger es una copia plano por plano, maravillosa pero copia, de la de Colman). Y para cerrar este «top 4», su inolvidable «Jeremy Fox», noble truhán, caballero ladrón, protagonista de la magistral «Los contrabandistas de Moonfleet» (marzo 1999, ciclo RUMBO A LA AVENTURA), maravillosa y emocionante adaptación de la novela homónima de John Meade Falkner (que nació un 8 de mayo de 1858: el próximo viernes por tanto se cumplirán 162 años) y otro gran relato de piratas y de aprendizaje e iniciación de un muchacho a partir de su contacto con un personaje «oscuro», en la línea de la muy próxima en fecha de publicación -15 años justos-, «La isla del tesoro» de Stevenson. Por otra parte, no debemos olvidar la presencia de Granger en otros atractivos ejemplos de este importante género, como «Fuego verde«y «Todos los hermanos eran valientes«, aquí al lado de otro habitual en el mismo, Robert Taylor («Ivanhoe», «Los caballeros del rey Arturo», «Las aventuras de Quentin Durward», y con quien volverá a encontrarse en un notabilísimo western, ya algo crepuscular (al menos en cuanto al hastiado cazador que interpreta Granger), de sorprendente discurso ecologista titulado «La última caza«. Ni tampoco podemos pasar por alto su participación en dos sólidos films (pseudo) históricos como son «César y Cleopatra«y «La reina virgen«, éste junto a su esposa por aquel entonces la excelente Jean Simmons; o su trabajo con George Cukor y Ava Gardner en un magnífico melodrama como es «Cruce de destinos«.

LAS MINAS DEL REY SALOMÓN. Trailer.

SCARAMOUCHE.

EL PRISIONERO DE ZENDA. Trailer.

LOS CONTRABANDISTAS DE MOONFLEET.

LA ÚLTIMA CAZA.

Cierre: Gastón Leroux (1868-1927)  y Sigmund Freud (1856-1939)

Gastón Leroux (1868-1927)

«El fantasma de la Ópera» permanecerá por siempre como la inmortal creación por la que será recordado GASTÓN LEROUX (1868-1927), prolífico escritor parisino nacido un día como hoy hace 152 años. Aunque en su carrera tiene otros trabajos muy conocidos como «El misterio del cuarto amarillo» y también llevados a la gran pantalla -en este enlace tenéis su bibliofilmografía-, es sin duda su historia sobre el genial y malhadado músico «Erik», la que más fama le ha dado, perpetuada además en la gran pantalla con numerosas versiones, de las que destacamos cuatro: la magistral muda de la Universal dirigida por Rupert Julian con el sin par Lon Chaney (noviembre 1997, JOYAS DEL CINE MUDO I); la correcta, también de la Universal y en color, de los años 40 dirigida por Arthur Lubin, con un ajustado Claude Rains; la británica producida por la Hammer en los años 60, parcialmente brillante, dirigida por el maestro Terence Fisher y con un discreto Herbert Lom como «el fantasma»; y la magnífica actualización y muy original variación rockera, «El fantasma del Paraíso«dirigida por el gran Brian de Palma.

EL FANTASMA DE LA ÓPERA: del libro a la pantalla. Breve documental. v.o.s.inglés.

EL FANTASMA DE LA ÓPERA. Completa, restaurada (British Film Institute) y con música.

Sigmund Freud (1856-1939)

El científico, su obra, pero sobre todo el peso e impacto de sus ideas y teorías en la historia de la Humanidad, no podían quedar al margen del cine, el arte del siglo XX, para muchos el mejor medio de dar forma y visualizar esos (nuestros) sueños, deseos y miedos más arcanos y
profundos de los que hablaba SIGMUND FREUD (1856-1939)el padre del psicoanálisis, nacido un día como hoy hace 164 años, tenía que ocupar su puesto en la gran pantalla. No vamos a entrar en aquellos films -numerosos- que, sobre todo en el cine de Hollywood, coincidiendo con la vuelta de muchos combatientes traumatizados por su experiencia en la 2ª Guerra Mundial, popularizaron, pusieron «de moda», de manera reduccionista, simplificando en unos casos, vanalizando en otros, las teorías psicoanalíticas, convirtiéndolas, eso sí, en un material perfecto sobre el que armar magníficas muestras de cine negro, suspense, melodramas «noir» e incluso films de terror -«Laura», «Recuerda», «Secreto tras la puerta», «Cara de ángel»…-. Nos queremos centrar en dos films proyectados en CineClub que se acercaron a las teorías freudianas y al trabajo de su impulsor. El primero es el film silente «Misterios de un alma«, subtitulado de manera harto elocuente, «un film de psicoanálisis» (abril 2011, JOYAS DEL CINE MUDO VIII): dirigido por G.W.Pabst y con el plácet del propio Freud al guión -algo que se insinúa desde los rótulos iniciales-, la película buscaba explicar de una manera muy directa y sencilla (a veces simplista, ciertamente) en qué consistían sus propuestas y su «técnica curativa», en un momento en el que las ideas de Freud estaban siendo puestas en entredicho y muy atacadas por sectores conservadores de la sociedad europea. Un film muy estimable, dotado de imágenes muy sorprendentes a la hora de buscar dar «una forma» a los vericuetos de la mente humana, y algunas de las cuales influyeron mucho (pero mucho, mucho, mucho, aunque él nunca lo reconoció y negaba haberla visto) en el Luis Buñuel de «Un perro andaluz». La otra fue el intento por parte de John Huston de acercarse a la vida y obra de Freud, a partir de un guión ciclópeo elaborado por Jean-Paul Sartre, sin el menor sentido de la medida y simplemente imposible de rodar, y que hubo que simplificar y reajustar. «Freud, pasión secreta«(octubre 2006, ciclo JOHN HUSTON 1ªparte) resultó, con todo, un sobresaliente film, con escenas magníficas (sutilmente aterradoras algunas), muy bien sustentado sobre el trabajo actoral de Montgomery Cliff como «Freud», Larry Parks o Susannah York como un trasunto de varias de sus pacientes, una maravillosa fotografía de Douglas Slocombe en blanco y negro, y una extraordinaria banda sonora de Jerry Goldsmith, con pasajes muy sombríos y siniestros a medida que las investigaciones se adentran en las zonas más oscuras de la psique de los personajes -parte de esa música y variaciones sobre la misma, las recuperará Goldsmith, quizás no casualmente, para su antológica partitura en «Alien»-. En este enlace tenéis otros acercamientos a la figura de Freud -por ejemplo, en clave fantasiosa, un encuentro con Sherlock Holmes en la simpática «Elemental dr. Freud«o con un planteamiento más serio, y centrado en su trato con Carl Jung, en «Un método peligroso«.

STARRING SIGMUND FREUD. Un repaso por la presencia de SIGMUNG FREUD en la Historia del Cine y la Televisión. Mediometraje documental realizado por el Festival Internacional de Cine de Rotterdam. v.o.s.inglés.

MISTERIOS DE UN ALMA. Completa y restaurada. Intertítulos en inglés, subtitulados en francés.

FREUD, PASIÓN SECRETA.

Un análisis de la película. v.o. en francés, subtitulada al francés.

La extraordinaria música de JERRY GOLDSMITH para FREUD.

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