Capricornio Uno (1977)

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

  Película enmarcada en el ciclo LAS DÉCADAS DEL CINE (I): LOS AÑOS 70 EN EL CINE ESTADOUNIDENSE (1ª parte) organizado por el  Cine Club Universitario / Aula de cine de La Madraza.Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada.

   «¿Qué pasaría si el acontecimiento más importante de la historia reciente nunca hubiera ocurrido

carteles publicitarios de CAPRICORNIO UNO

   “…comencé a pensar en una película sobre la realización de un engaño en un acontecimiento de este tipo mientras trabajaba para la CBS en las transmisiones de las misiones Apollo. Reflexioné y me di cuenta que de un acontecimiento tan impresionante y fundamental como el alunizaje del Apolo 11 casi no hay testigos. Y que la única verificación de la que disponemos… vino de una cámara de televisión. Años más tarde cada vez que había algo en las noticias acerca de un transbordador espacial, se cortaba para pasar a un estudio en St. Louis donde se hacía una simulación de lo que estaba pasando. Yo viví como la generación de mis padres creía ciegamente que si algo salía en los periódicos, era verdad. Y eso resultó ser pura mierda. Y mi generación fue criada para creer que todo lo que salía por la televisión era cierto, y ocurrió lo mismo. Así que mientras estaba viendo esas simulaciones, no dejaba de preguntarme qué pasaría si alguien hubiera falseado toda esa historia”.

Peter Hyams

   «Toda una brillante reflexión sobre la fascinante (e inquietante) mentira que puede llegar a haber tras una imagen (y que, por otra parte, es la esencia misma del arte cinematográfico)«.

Juan de Dios Salas

   “una sombría visión: que la maldad real del mundo estaba sólo un poco más allá del borde del encuadre cinematográfico.”

Robert E. Cumbow

 Salvar los intereses de la NASA

  Intenso y brillante thriller de conspiración que tiene como principales protagonistas a un trío de astronautas que se ven obligados a participar en un engaño, a saber, fingir un aterrizaje en Marte. El propósito de esta farsa es salvar las actividades (y oscuros intereses) de la NASA.

   Según Juan de Dios Salas, las razones de este simulacro son magníficamente expuestas en un casi monólogo del responsable técnico e ideológico de la misión, el dr. James Kelloway (un soberbio Hal Holbrook, por cierto el mismo actor que interpreta, aunque en una orientación muy distinta, al confidente “Garganta profunda” en Todos los hombres del presidente): “No es sólo por mí”, dice; “hay fuerzas que tienen mucho que perder si este programa se cancela”. Pero como iremos descubriendo a medida que avanza el film, hay quienes tienen, también, mucho que ganar: dos bandos políticos cada uno utilizando el programa espacial para sus propios fines económicos. Así que lo que al principio parece la cruzada individual de Kelloway, pronto se convertirá en “razones” y, en consecuencia, en “acciones” que irán bastante más allá de ese fake brillantemente orquestado.

   De forma simultánea somos testigos de la “actuación” de los astronautas en el estudio, el trabajo de los técnicos de televisión y del resultado, de lo que están viendo los familiares de los astronautas, los técnicos en la sala de control y los ciudadanos de a pie. Tanto esta trama, como muestra de lo ilusorias que pueden ser las imágenes, como la reflexión pertinente sobre el medio precisamente por su capacidad para crear ilusiones a través de las imágenes, se fusionan, en palabras de Juan de Dios Salas, en el antológico travelling de alejamiento que arranca en un plano detalle del casco de uno de los astronautas (donde se refleja su compañero y “el paisaje marciano”) para ir mostrando, lentamente, en su recorrido, todo el andamiaje de la mentira: hangar, focos, cables, técnicos, supervisores de la NASA… Y mientras, por encima de esa poderosa imagen, resuenan las palabras […] del presidente de Estados Unidos, agradeciendo a los hombres de la “Capricornio Uno” su gesta: “(…) somos una pequeña especie llena de energía, capaz de la mayor mezquindad y aún así capaz también de la mayor brillantez. Sabemos lo malos que podemos llegar a ser, y ahora vosotros, nos habéis demostrado lo maravillosos que podemos ser, mostrándonos lo lejos que podemos llegar. Vosotros sois la verdad básica que hay en nosotros. Vosotros sois la realidad. Nunca os decepcionaremos y siempre os estaremos agradecidos”.

   Apuntes y Curiosidades

  • La NASA participó gustosamente en la realización de CAPRICORNIO UNO; y eso a pesar de la imagen tan negativa que se da de la misma. Según el productor Paul Lazarus III, para mantenerse dentro del presupuesto, era necesaria la cooperación de la NASA. Él había tenido ya una muy buena experiencia colaborando con la agencia espacial para el rodaje de Mundo Futuro y en esta ocasión no fue diferente, recibiendo tanto apoyo como equipos del Gobierno y un prototipo del módulo lunar, a pesar de ser tratados como los villanos de la película.
  • En CAPRICORNIO UNO se dan dos líneas narrativas en paralelo. De un lado, la investigación del periodista Robert Caulfield (Elliott Gould) para aclarar los hechos ante la constatación de que hay datos que no coinciden, muestra del papel de la prensa como valedora de la verdad. Es considerada la parte más convencional, la más correcta. De otro lado la excelente narración de la supervivencia de los tres astronautas que, huidos de las instalaciones de la NASA, quedan varados en mitad del desierto, territorio visualmente similar a la superficie marciana pero mucho más hostil que aquella a la que no han llegado y que solo han pisado en la ficción del estudio. A los peligros inherentes al contexto (calor, deshidratación, animales) se les suma la ominosa presencia de los interesados en que no se sepa la verdad (¿La NASA, el Gobierno, los poderes políticos, los empresariales, todos a la vez?), plasmados de manera brillante en dos helicópteros pilotados por individuos cuyo rostro jamás veremos, ocultos tras robóticos cascos: son los ejecutores del Sistema, los encargados de acabar con todos aquellos que pongan en peligro los intereses de éste, y que permanecerán tan anónimos como sus jefes.

   Fuentes: Cuaderno del ciclo proyectado en MARZO 2015.