A partir de 1955, Reiniger experimentó con películas de siluetas en color (…). Una de sus primeras películas basada en la técnica de siluetas coloreadas fue JACK Y LAS ALUBIAS MÁGICAS (…). Melómana apasionada, hizo bailar sus siluetas al compás de infinidad de óperas, como Carmen, La flauta mágica (PAPAGENO), Cosi fan tutte, Las bodas de Fígaro, LA BELLA HELENA o El rapto del serrallo (UNA NOCHE EN EL HAREM).
(…) Carl Koch murió en 1962, pero Lotte Reiniger siguió trabajando. Durante esta época, realizó veinte películas más, la mayoría de ellas para la BBC, y casi todas basadas en cuentos de hadas clásicos. En 1972 se le concedió en Alemania la “Cinta de Oro”. En 1976, viajó a Canadá, donde realizó Aucassin et Nicolette para el National Film Board, y en 1979 hará su última película en color, The Rose and the Ring. Impartió, así mismo, diversos seminarios para jóvenes animadores en varias ciudades del mundo. En 1980 se le entregó en Londres la “Cruz federal del Mérito”.
Los críticos de todos los tiempos y lugares han elogiado unánimemente la elegancia y la fragilidad exquisita de su obra. Reiniger dotó a cada historia de toques encantadores y comentarios sociales divertidos. Recompensó a su público con interpretaciones desafiantes de cuentos de hadas clásicos, nuevas historias y algunos motivos operísticos. Llegó a actuar con sombras chinescas en vivo en Inglaterra y escribió un libro definitivo sobre el trabajo con siluetas. (…) La atmósfera que generan sus pequeñas siluetas animadas se produce en un entorno ideal, sin ninguna perspectiva histórica, ni relación alguna con hechos contemporáneos; sus figuras pertenecen a un mundo de fantasía absolutamente sereno y abstracto, que la naturaleza indefinible de las siluetas (carentes de expresiones faciales) convierten en onírico. Este tipo de figuración puede parecer excéntrico si se compara con las principales corrientes artísticas de los años 20. Pero lo cierto es que forma parte de la transición del modernismo al art déco, de la que los franceses Bourdelle y Maurice Denis fueron los más reconocidos exponentes.
Las técnicas de Reiniger han inspirado a varios cineastas modernos y, sobre todo, a los que trabajaron en la República Democrática Alemana. Sin embargo, nadie ha llegado a igualar la fluidez de su animación, ni la finura plástica de sus siluetas (…).
Texto (extractos):
Giannalberto Bendazzi, Cartoons. 110 años de cine de animación,
Ocho y medio-Libros de cine, 2003.
Enrique Martínez-Salanova Sánchez, “Lotte Reiniger”, educomunicacion.es/cineyeducacion