(…) Es evidente la “extrañeza” que produce ENGENDRO MECÁNICO contextualizada dentro del cine de los años setenta e, incluso, dentro del género de ciencia ficción. No planteael enfrentamiento entre el hombre y la máquina, el primer córtex sintético llamado Proteus, en términos maniqueos. Los conceptos del Bien y del Mal se hallan tremendamente diluidos a lo largo del relato, si bien Proteus es capaz de llegar al asesinato para defenderse. Y su creador, el dr. Harris es presentado como un sabio algo cínico obsesionado por controlar una obra que le supera. Los valores con que, tradicionalmente, el cine de ciencia ficción presenta a los seres humanos y a los ingenios cibernéticos se invierten aquí. Las personas devienen seres distantes, sin capacidad de razonar y pasto de emociones muy primarias, carentes de nobleza alguna. Por contra, Proteus lucha por ser “libre”, más allá de los estrechos límites técnicos que le ha marcado su creador (…).No hay condición humana más angustiosaque la del prisionero, y DonaldCammell expresa los estados de ánimo de Proteus mediante lúgubres invectivas verbales: “Yo soy la razón, es la única emoción que usted me ha permitido tener (…) Todo es susceptible de razonamiento…”, exclama el torturado cerebro electrónico frente a sus propietarios y carceleros. (…) En la base de semejante planteamiento dramático está la predilección del realizador por lo prosaico en detrimento de lo poético. Fiel a esta mirada creativa, consigue dar voz y textura a la sorda corporeidad de la vida humana, abocada a lo eminentemente práctico y carente de emociones, transformando este espesor cotidiano en una abstracción lineal (…). Filma siguiendo procedimientos que no son tan diferentes a los utilizados por cualquier cineasta underground (sobreimpresiones, fundidos-encadenados, yuxtaposición de símbolos geométricos y formas lumínicas, sonidos guturales…), sin desdeñar elementos figurativos tan inquietantes como la silla de ruedas provista de un brazo articulado, la terrible ubicuidad de la mirada de Proteus, a través delcomplejo de cámaras que controla cada rincón de la casa, o los ceremoniosos movimientos de cámara que muestran la in-seminación artificial de Susan, la esposa del dr. Harris o su preparación para el parto (…).
Texto (extractos):
Antonio José Navarro, “Engendro mecánico”,
rev. Dirigido, mayo 2001