(…) DESCIFRANDO ENIGMA es una excelente película posiblemente sin serlo. Esta afirmación resulta contradictoria, pero no hay nada novedoso ni en el planteamiento visual ni en el narrativo que pueda animar a decir que estamos ante una gran obra. Como mucho, siguiendo esos parámetros, diríamos que es una obra que saca provecho a su elegante y correcta puesta en escena que, por otro lado, es impecable. Que es una película en la que brillan sus intérpretes, en especial Cumberbatch, que entrega quizá la mejor interpretación del año con una composición perfecta, llena de matices, que materializa y proyecta el interior afectado y aturdido de Alan Turing, y con unos secundarios de auténtico lujo como Keira Knightley Matthew Goode o Mark Strong. Que la banda sonora del siempre excelso Alexander Desplat acompaña a las imágenes de manera perfecta. Y que gracias a su magnífico ritmo la película avanza derrochando dinamismo, tensión y calma según la necesidad narrativa, que es capaz de introducir notas de humor en el drama y que resulta, finalmente, entretenida de principio a fin. Pero, insistimos, desde cierto punto de vista se podría afirmar que DESCIFRANDO ENIGMA no es más que una obra bien calibrada y concebida, con todos los elementos de un biopic a los que se añade elementos del thriller y de otros géneros. Dicho esto, se debe en cierto modo contradecir lo anterior, afirmando que es admirable la capacidad de Tyldum en la dirección y del guion de Graham Moore para, sin hacer nada novedoso, lograr esta excelente película que creemos que es. Y gracias en gran medida, por supuesto, a todos los elementos anteriores. El problema reside en que en un momento en el que se busca la originalidad a toda costa, encontrarse con una película como la de Tyldum que, a partir de una idea convencional de la narración y de un trabajo visual en el que no hay salidas de tono ni experimentación, sino la simple y acertada elección de cómo narrar con imágenes desde la elegancia y el buen gusto en la construcción de los planos y de los encuadres, puede conducir a afirmar que no es más que un mero acercamiento a la figura de Turing y unos hechos. (…) Pero, gracias a eso mismo, DESCIFRANDO ENIGMA es en realidad una gran película abierta a diversos caminos, más reflexiva e incisiva de lo que su aparente sencillez pueda dar a entender. Quizá porque hace de lo simple algo complejo sin que casi nos demos cuenta de ello. (…)
Texto (extractos):
Israel Paredes Badía, “Descifrando Enigma: descifrando a Turing”,
rev. Dirigido, enero 2015.