Bird (1988)

Área de Cine y Audiovisual

Presentación y Análisis

Del tema ‘Lover Man’, que Charlie Parker grabó el 29 de julio de 1946, alguien ha dicho que es “como los gritos de Van Gogh después de cortarse la oreja puestos en música”. Sus notas, “llenas de amargura y frustración, eco de una pesadilla que llega de lo más profundo de un subterráneo” -como ha escrito Ross Russell, organizador de aquella sesión y biógrafo de Parker– revelan lo que el músico estaba pasando en aquellos momentos, hundido por la depresión y la imposibilidad de procurarse drogas: Unos días después apareció en el pabellón psiquiátrico de la cárcel de Los Ángeles, para pasar luego al hospital de Camarillo, donde permanecería seis meses.

La visión, casi desdramatizada, que le da Eastwood es característica no ya del tono de esta película inusualmente sombría -la vida de Parker no fue un colmo de dichas- sino de su honradez. Porque BIRD rechaza la canonización de Parker, la fácil celebración del héroe romántico, la compasión compungida, el victimismo a que tan proclives suelen ser las películas sobre ‘jazzmen’. El racismo está presente, pero desde su ángulo más sarcástico, en la disparatada gira por el Profundo Sur donde BIRD presenta al judío irlandés y trompeta Red Rodney como un negro albino cantante de blues. Y la droga no se glorifica, por cuanto se expone claramente que Parker era consciente de que la heroína no le hacía tocar mejor. Paradójicamente, ese Don Quijote en el cuerpo de Sancho Panza aparece así aún más patético. Y la escena de los cuatro desesperados telegramas a su mujer, Chan, al morir su hija Pree, resulta increíblemente desgarradora.

A partir de un intrincado guión de Joel Oliansky, cuya compleja estructura a base de flashbacks consigue eludir o minimizar no pocas convenciones de los biopics, o films biográficos, Eastwood firma aquí una elaborada pieza de orfebrería narrativa cuya brillante resolución le granjeó el prestigio del cual goza en la actualidad. La ecuanimidad con que lo muestra todo es una de sus grandes bazas de cara a conseguir un completo retrato de Charlie Parker que en ningún momento cae ni en lo hagiográfico ni en el sensacionalismo. La película arranca con dos cortas secuencias sin diálogos, en las cuales vemos, recorrido por un par de lentos travellings en movimiento lateral, el porche de la humilde casa de campo donde nació Parker; primero es un niño, luego un muchacho que empieza a practicar con el saxo. Tras este arranque descriptivo, el film nos sitúa en un club de Nueva York donde Parker, ya adulto, está deleitando al público con una brillante ‘jam session’. De ahí pasamos a Parker volviendo a su casa, borracho, donde le espera su esposa Chan (Diane Venora): Una excelente secuencia que dibuja a la perfección el estado de la relación entre marido y mujer, su situación familiar (dos hijos pequeños y el recuerdo de uno muerto) y económica (la necesidad acuciante de dinero), y el estado personal de Parker (adicto a las drogas, desesperado y siempre inquieto, intenta poner fin a su vida bebiéndose un frasco de yodo que está en el botíquín del cuarto de baño).

Entre esas primeras imágenes de la infancia y juventud de Charlie Parker y las inmediatamente posteriores secuencias en su casa hay un lapso temporal de varios años que el film va rellenando mediante sucesivos saltos en el tiempo, hasta el punto de que puede decirse que, al igual que en el jazz, cada uno de los flashbacks parece tener el mismo espíritu libre e improvisador.

Ficha Técnica

  • Año.- 1988 .
  • Duración.-  161 minutos.
  • País.- EE.UU.
  • Género.- Biográfico.
  • Título Origiginal.- Bird.
  • Director.- Clint Eastwood.
  • Guión.- Joel Oliansky.
  • Fotografía.- Jack N. Green (Technicolor).
  • Montaje.- Joel Cox.
  • Música.- Lennie Niehaus. Temas con Charlie Parker.- “Lester leaps in”, “I can’t believe that you’re in love with me”, Ornithology”, “Lover man”, “April in Paris”, “All of me”, “Now’s the time”, “Cool blues”, “Laura”.
  • Productor.- Clint Eastwood.
  • Producción.- Malpaso Productions para 20th Century Fox.
  • Intérpretes.- Forest Whitaker (Charlie Parker), Diane Venora (Chan Parker), Michael Zelniker (Red Rodney), Keith Davis (Buster Franklin), Samuel E. Wright (Dizzy Gillespie), James Handy (Esteves), Michael McGuire (Brewster), Damon Whitaker (Charlie Parker, joven) Sam Robards (Moscowitz), Bill Cobbs (dr. Caulfield), Morgan Nagler (Kim).
  • Premios.- 1 Oscar: Sonido (Les Fresholtz, Rick Alexander, Vern Poore y Willie Burton). Festival de Cannes: premio mejor actor (Forest Whitaker) y gran premio de la comisión técnica (banda sonora).

   Curiosidades

En 1986, Clint Eastwood, con el 72 por 100 de los votos, se convierte en alcalde de Carmel (California), una pequeña localidad de veraneo donde rodó su primera película y donde posee, entre varios bienes inmuebles, un restaurante llamado ‘Hog Breath’s Inn’. El cargo dura sólo dos años, pero bastan para que vuelva a ser el centro de interés en los medios de comunicación. Precisamente cuando la fama vuelve, Eastwood se lanza al proyecto más ambicioso y menos comercial de su carrera: BIRD, un film sobre la vida de Charlie ‘Bird’ Parker (1920-1955: el apodo parece venir, prosaicamente hablando, de su afición a la carne de pollo), el saxofonista que renovó el jazz a principios de los años 40 y que está considerado como uno de los padres del ‘bebop’.

Desde 1981, en los archivos de la Columbia, permanece olvidado un guión de Joel Oliansky -director de El concurso (Competition, 1980)- sobre la vida de Parker. Eastwood piensa que ya puede permitirse el lujo de rodar lo que quiere y decide volver a la música de su juventud, sorprendido probablemente por las semejanzas entre la vida autodestructiva de Parker y la de Red Stovall, narrada en EL AVENTURERO DE MEDIANOCHE.

   BIRD se toma importantes libertades con la vida de Parker y con su música, pero lo hace con inteligencia y sensibilidad. Lo deficiente de las grabaciones históricas de este genio del jazz casi inaudibles en buena parte e inaceptables para el estándar de calidad sonora en las películas de hoy, obligó a que los solos parkerianos se regrabasen con un nuevo acompañamiento, una solución heterodoxa pero resuelta con innegable maestría técnica. Y ciertas anécdotas significativas de la breve existencia de Parker se desplazaron de contexto para otorgarles una más intencionada significación. Dos ejemplos. Primero, tocando aún adolescente en la banda de Count Basie, Parker se perdió en un solo y el batería Jo Jones, airado, le cortó, arrojando un platillo por el aire. En la película, ese incidente tiene lugar en un concurso, y Parker toca ‘Cherokee’, un tema que aún no se había escrito entonces pero gracias al cual descubrió el músico años más tarde el arte de extender los acordes, básico de su estilo, como le cuenta a Rodney en una bella escena; el platillo que vuela por los aires en cámara lenta, por otra parte, se erige imaginativamente en uno de los motivos claves de la película. Segundo, el día de Año Nuevo de 1955 el último de su vida, Parker le citó al empresario Robert Reisner este verso de Omar Kayyam:

Come fill the Cup, and in the fire of Spring
Your winter garden of Repentance fling;
The Bird of Time has but a little way
To fluffer -and the Bird is on the Wing.”

En la película, Parker lo pronuncia ante su imagen en un espejo, antes de intentar suicidarse, a la manera de epitafio…

Son dos muestras de la ambición del (muy notable) guión de Joel Oliansky -centrado en el año final de la vida de Parker con continuos saltos atrás y adelante- por componer un verdadero retrato cinematográfico del músico. Propone una estructura compleja al servicio de un personaje definitivamente complejo. Eastwood le ha hecho frente con el aplomo, la economía y la humildad de un cineasta mayor. El ambiente -una calle 52 que se diría el decorado de Ellos y ellas (Guys and dolls, Joseph L. Mankiewicz, 1955) rediseñado por Edward Hopper, interiores siniestros que parecen iluminados por Rembrandt o Goya- está recreado con elegante concisión. Los momentos felices abundan, desde la tímida visita a Stravinsky hasta el encuentro con Buster Franklin en una banda de rock y el préstamo de su saxo para “ver si podía tocar más de dos notas a la vez”. Y los caracteres de Parker y Chan se muestran con gran agudeza y comprensión.

    Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario. Centro de Cultura Contemporánea. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Granada.