Entrevista a Miguel Martos, responsable del proyecto Ojos que (no quieren,) no ven – Moraleja de serie B

Premios Alonso Cano

Miguel  Martos, ha sido galardonado con el Premio a la Creación «Alonso Cano» de la Universidad de Granada en la modalidad de Cómic con su proyecto Ojos que (no quieren,) no ven – Moraleja de serie B. En primer lugar, antes de pasar a preguntarte, enhorabuena por el premio.

¿Podrías presentarnos tu trabajo? ¿Qué te hizo elegir este entre tu producción para presentarlo a la convocatoria de premios? ¿Qué destacarías del mismo?

«Ojos que (no quieren,) no ven – Moraleja de serie B» está pensado para esta convocatoria. Parte de otros trabajos que había comenzado anteriormente, pero que he retomado bajo un enfoque distinto al que les dio origen. Sigo creyendo que el cómic es un medio con fuerza y carácter propio dentro del arte contemporáneo, y me apetecía enfocar este proyecto a la exposición en sala. De la obra, destacaría las distintas lecturas que puede tener según la importancia que se le otorgue a cada fragmento.

Te has formado en la Facultad de Bellas Artes de Granada. ¿Qué referencias tienes que influyan en tu trabajo? ¿Crees que existan conexiones en tu forma de trabajar con otros autores formados en promociones anteriores o con compañeros actuales?

Creo que Granada es una de las ciudades más potentes a nivel nacional cuando hablamos de cómic. Tenemos a Sergio García, que tanto como artista como profesor ha influido mucho con sus narraciones experimentales; puedes encontrarte cómic a nivel institucional, como en La Madraza o en el José Guerrero hace cosa de un año, pero también a nivel de Fanzineo hay variedad y mucho talento. Hay publicaciones como La Revística, que es una revista autogestionada sobre la Granada alternativa, y que usa el cómic como vehículo divulgativo. Está la Tebeoteca, que era una biblioteca de cómic, también autogestionada, que ha ido creciendo con los años y donde te das cuenta de la variedad y cantidad de gente que se interesa por el cómic. En Granada ha habido y va a seguir habiendo cómic por mucho tiempo, la escena es muy viva y hay mucha hermandad entre los que la integramos.

Sobre los compañeros, tengo que decir que hay un gran nivel y muchos son buenos amigos míos, así que obviamente nos influimos unos a otros.

Para finalizar, mencionar que me influyó especialmente desarrollar una línea de cómic dentro del contexto de la Facultad de Bellas Artes, inspirándome en trabajos de artistas que poco o nada tienen que ver con el cómic.

¿Cómo valoras esta convocatoria de Premios en relación a otras similares? ¿Por qué decidiste presentarte?

De las convocatorias de cómic que conozco, esta es de las pocas que no se cierra a formatos estándar. Además, viendo que las obras van a ser expuestas, tiene aún más sentido que sea así.

Desde que entré a estudiar el Grado de Bellas Artes quise participar, y gracias a esa presión he hecho obras que no habría hecho de otro modo. 

La historia de estos premios muestra la importancia que adquieren en la proyección de la carrera profesional de los premiados. ¿Cómo crees que puede influir este premio en tu trayectoria académica y profesional?

Pues no tengo ni idea, ¡pero espero que bien! A nivel personal, al menos, me aporta mucha motivación de cara a nuevos proyectos. No es la primera vez que me presentaba al concurso, y creo que el premio sabe mejor tras intentarlo una y otra vez.