Chica Fábrica

La cátedra Manuel de Falla, como parte del centro cultural granadino La Madraza, quiere hacer entrada al año nuevo presentando una nueva serie de conciertos con la acogida de Chica Fábrica, el día 17 de enero, en la Sala Máxima del espacio del V Centenario, ubicado en la antigua Facultad de Medicina de Granada.

“We Can Do It”, el famoso cartel de Howard Miller ha servido de inspiración a Marta Sánchez Ortega para simbolizar en esta performance la esencia del movimiento feminista obrero. Nos presenta un espectáculo propio donde el espectador puede imbuirse en la distopía que la artista quiere presentar como metáfora no tan alejada de la realidad.

Insertando el concepto de Live Cinema para añadir solidez a la obra artística con un carácter híbrido y efímero, donde vídeo y sonido se crean en tiempo real, de forma simultánea para construir una estructura narrativa que permite, además, insertar elementos escenográficos que toman rienda los actores de la performance. Chica Fabrica toma su obra no tanto visual, sino musical. El vídeo será una herramienta basada en lo que ocurra en la música. Si bien ya musicalmente nos retrotrae a un mundo industrial y maquinista por el que construye su historia, será el vídeo un gran acompañamiento performativo. Todo ello se sostiene por un hilo argumental que la poesía electrónica de Chica Fábrica va dibujando dentro de una industria de mujeres. Dichas mujeres se atienen a servir a la explotación laboral/social como trabajadoras de un “Gran Hermano”, simbolización que la protagonista escenificará con intención de hacer ver que el show es llevado de principio a fin por una mujer.

Esta performance escenifica los grandes interrogantes que presenta la corriente feminista de la segunda ola de la segunda mitad del siglo XIX. El colectivo de mujeres ya venía siendo afectado por filósofos que teorizaban sobre el porqué era necesario excluir a la mujer del ámbito público. Fue con el acontecimiento de las guerras mundiales cuando las mujeres habrían de ocupar los puestos de trabajo, hecho que dio cuenta de una contradicción: ¿Podría ser el trabajo compatible con las mujeres? Esto suponía abrir la brecha de su situación social, ya no serían personas relegadas al ámbito privado sino protagonistas del cambio de la escena pública.

Cierre: Una dualidad ideológica atemporal

Chica Fábrica se presenta al público para mostrar la creación de una obra que guarda una dualidad ideológica atemporal: El movimiento feminista obrero como contenido de la obra, y el ciberfeminismo como esquema de representación de su performance. Esta corriente como representante de la etapa de la tercera ola feminista, definida por el grupo de artistas VNS Matrix en 1991. Este grupo caracterizaba sus actuaciones por el uso de la electrónica, fotografía, el sonido y el vídeo. La performance de Chica Fábrica es la representación del ciberfeminismo, más concretamente de su vertiente creativa y activista social, la cual se define a sí mismo como un movimiento fresco, desvergonzado, ingenioso e iconoclasta.

Fuente: Dossier del Evento.

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