ACOSADO (1965)

Área de Cine y Audiovisual

“Yo siempre mantuve la convicción que de que la Nouvelle Vague fluía claramente en las dos direcciones. No creo que se haya escrito lo suficiente -por lo menos en la crítica norteamericana- sobre la influencia de los directores norteamericanos de postguerra, especialmente de lo que la crítica europea llamaba “films noir”, los de Raoul Walsh y otros, que ponían de manifiesto la cara oscura de América. Creo que esas corrientes circulaban en las dos direcciones. O sea, que es verdad que estaba influido por la Nouvelle Vague, pero también que en Acosado intentaba hacer algo genuinamente norteamericano, y que, cualquiera que fuese la influencia de la Nouvelle Vague, era una voz norteamericana”.

Arthur Penn

Presentación

   Hoy Martes, 3 de octubre de 2017, a las 21:00 horas, en Sala Máxima del Espacio V Centenario (Antigua Facultad de Medicina en Av. de Madrid), el ciclo “Maestros del cine moderno (IV): Arthur Penn” nos ofrece la película Acosado (1965), en versión original en inglés con subtítulos en español. La entrada es libre hasta completar aforo.

Acosado (1965): Alegoría sociopolítica

   Arthur Penn observaba la realidad de su propia obra bajo un prisma “transversal” que afecta indistintamente a la historia cinematográfica de su país como a la europea y, en concreto, a la francesa. Una historia relativa al Séptimo Arte vinculada por derecho propio a un contexto sociopolítico que propiciaría la necesidad de Penn por posicionarse en un sentido crítico sobre la etapa del maccarthismo. Así pues, el cineasta de Pennsilvania no se mordería la lengua al señalar que “hay aspectos de nuestro sistema de gobierno que siempre me han parecido ofensivos, pero creo que todo eso llegó al colmo durante el periodo de McCarthy. Si se lee la biografía de Edgar Hoover escrita por Anthony Summers se descubre que aquello era un gobierno del terror, que duró muchísimo y culminó en el periodo dominado por McCarthy, un alcohólico perdido, rodeado de gente verdaderamente impresentable”. Por ello, cabe leer Acosado en clave de alegoría sociopolítica en torno a una época y un lugar en que se dejaba sentir los ecos de unas prácticas dispuestas a combatir al “diferente” en la asunción de unos parámetros ideológicos supuestamente lesivos a los valores propios de la nación norteamericana. Penn trazaría, en coalición con Alan Surgal, -el autor de la obra teatral original- una visión de la “tierra de las oportunidades” a través de la figura de un antihéroe -Mickey One (Warren Beatty)- que desoye los mensajes alienadores de la sociedad y se deja guiar por sus propias motivaciones y convicciones.

Lo haría de la única manera que Penn entendía la dinámica cinematográfica: Aplicar un discurso no-lineal en consonancia con las enseñanzas de la Nouvelle Vague en su fundamento teórico y práctico, pero también con apremio a “heredar” el lenguaje (a menudo cifrado) utilizado por algunos de los representantes de una generación anterior a la suya que abogaban por mostrar el reverso del ‘american way of life.

Acosado (1965): Un film anticipado a su tiempo

Acosado encuentra en su narración deslabazada, fraccionada, con constantes ‘saltos de eje’, sus señas de identidad, depositario de un cine que aún estaría por venir. Por ello, cabe plantearse asimismo el film conforme a una pieza cinematográfica que se anticiparía a su tiempo, provista de un entramado narrativo kafkiano, en su definición, en que determinados bloques/secuencias, desde una óptica presidida por la lógica, no casan con sus precedentes y así sucesivamente. No ayudaría a esa visión fragmentada del film un texto de partida que funcionaría quizás mejor en el entorno teatral para el que fue concebido que en su representación en la gran pantalla. Evaluada, pues, en forma de actos -pasamos de ese bloque de claro calado social, casi un boceto extraído de la realidad transcrita por Erskine Caldwell o John Steinbeck en los tiempos de la gran depresión, a otro que se asemeja a un dispositivo wellesiano (de ahí la referencia al local Xanadú, nombre de la mansión de Charles Foster Kane en Ciudadano Kane) donde nuestro antihéroe penetra en un laberinto presidido por espejos deformantes-, Acosado parece “poseída” por las maneras propias de un director que todavía no se ha hecho con las riendas de un nuevo medio de expresión para él.

Fuente: Cuaderno del Cineclub Universitario / Aula de Cine de La Madraza. Centro de Cultura Contemporánea. Universidad de Granada.