LA JAURÍA HUMANA (1966)

Área de Música

“Un film de rara fuerza, tallado en la roca. Radical, sincero y violento, cargado con demasiada energía transgresora”.

Ángel Fernández Santos

Presentación

Hoy Martes, 10 de octubre de 2017, a las 21:00 horas, en Sala Máxima del Espacio V Centenario (Antigua Facultad de Medicina en Av. de Madrid), el ciclo “Maestros del cine moderno (IV): Arthur Penn” nos ofrece la película La jauría humana (1966), en versión original en inglés con subtítulos en español. La entrada es libre hasta completar aforo.

La jauría humana (1966): Un nuevo tratamiento de la violencia en el cine

Transcurrido el ecuador de los años sesenta del pasado siglo, alguna cosa estaba cambiando en el panorama cinematográfico, debido posiblemente a vivir una época donde se estaban produciendo acontecimientos sociales importantes, como magnicidios -curiosamente La jauría humana se desarrolla en una pequeña ciudad tejana-, diferentes revueltas y relevos generacionales. Los virtuosos alardes narrativos ejecutados por directores como John Ford, William A. Wellman, Fritz Lang o Samuel Fuller que en sus films introducían elementos de una violencia física o psicológica sin mostrarlos directamente (la censura estaba tras sus hombros) empezaban a ser referencias pretéritas para las nuevas generaciones, las cuales optaban por un tratamiento de la violencia no tan elíptico. Don Siegel, Sam Peckinpah y los directores de la “Generación de la Televisión” desarrollaban explícitamente ante la cámara, los efectos de la violencia en el seno de la sociedad. Todo ello sin caer en un fácil ejercicio de morbosa contemplación de los hechos. Sus armas narrativas, representaban a esa crueldad humana desde una óptica contenida a la par que perturbadora.

Influencias literarias de La jauría humana (1966)

Para La jauría humana, la novelista y autora teatral Lillian Hellman (1905-1984), caracterizada por la fuerza temática de sus argumentos, donde su condena del mal, tanto personal como social, se convierte en su ejercicio estilístico principal, adapta la obra teatral de Horton Foote (1916-2009), premio Pulitzer en 1995 y comparado en más de una ocasión con el dramaturgo Antón Chejov. Gracias a su particular y notable sentido del desarrollo de los personajes hace suya una obra de compleja estructura y le brinda a Arthur Penn el libreto de una de sus mejores películas como director.

La jauría humana (1966): El sentimiento de rabia de una sociedad

Con pulso firme y preciso y un sólido conocimiento de los dispositivos que conforman la estructura cinematográfica de una película, dirige una real ficción, que refleja esa cara oculta (esa cloaca) de un mundo donde se tejen las más oscuras pasiones.  La jauría humana representa ejemplarmente ese tipo de cine, en el que el sentimiento de rabia que anida en sus personajes, se vaya desarrollando progresivamente hasta explotar -un sentimiento transmitido hacia el espectador- convirtiendo el hecho violento en un factor consecuente.

Fuente: Cuaderno del Cineclub Universitario / Aula de Cine.