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29 noviembre 2024 | 21:00
  • Sala Máxima | Espacio V Centenario

(…) Lumet más que reproducir las maneras del cine de espías, aprovecha la estructura de whodunit de la novela original de John Le Carré para acercarse a la intriga a lo Hitchcock. (…) Con el objetivo de no romper la británica sobriedad de sus imágenes, las escenas de intriga están resueltas con una brillante contención, siendo auténticos ejemplos de puesta en escena. (…) La sensación de falsedad que flota a lo largo del relato está reforzada por constantes alusiones al mundo del teatro: los personajes de LLAMADA PARA UN MUERTO son como protagonistas de una tragedia shakespeariana (…).

Texto (extractos):
Tomás Fernández Valentí,  rev. Dirigido, marzo 2008

¿Cuál es el tema de LLAMADA PARA UN MUERTO?  Las decepciones de la vida.  Por eso quería colores poco saturados. Quería atrapar esa atmósfera deprimente, como carente de vida, que Londres tiene en invierno (…).
(…) En LLAMADA PARA UN  MUERTO, Lumet más que reproducir las maneras del cine de espías, aprovecha la estructura de whodunit de la novela original de John Le Carré para acercarse a la intriga a lo Hitchcock. Quizá porque el escritor aún trabajaba para el MI6, la trama no ahonda tan a fondo en el mundo de los servicios secretos, lo que provoca que el desencanto vaya más dirigido a los crecientes problemas burocráticos y, sobre todo, al cansancio hacia su trabajo que arrastra esa versión “pirata” de George Smiley bautizada como Charles Dobbs. (…) Con el objetivo de no romper la británica sobriedad de sus imágenes, las escenas de intriga están resueltas con una brillante contención, siendo auténticos ejemplos de puesta en escena. (…) Tanto su aspecto puramente detectivesco como su aguda descripción de la psicología de los personajes, aspectos paralelos pero al mismo tiempo indisociables el uno del otro gracias a la minuciosa puesta en escena de Lumet, hacen de LLAMADA PARA UN MUERTO un título excelente. La turbiedad y ambigüedad de los sentimientos de los personajes están mostrados por el realizador haciendo hincapié en el velo de mentiras, o medias verdades, que forma parte intrínseca del perfil de las figuras que pueblan el relato. (…) La sensación de falsedad que flota a lo largo del relato está reforzada por constantes alusiones al mundo del teatro: los personajes de LLAMADA PARA UN MUERTO son como protagonistas de una tragedia shakespeariana (…).

Texto (extractos):
Sidney Lumet, Así se hacen las películas, Rialp, 2010
Tomás Fernández Valentí, rev. Dirigido, marzo 2008
Christian Aguilera, La generación de la televisión:
la conciencia liberal del cine americano,
Editorial 2001, 2000

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