(…) EL ACORAZADO POTEMKIN, la película preferida de directores como Charles Chaplin y Billy Wilder, fue un encargo del gobierno soviético para conmemorar el vigésimo aniversario de la primera revolución rusa de 1905. En esta fecha, el ejército zarista abrió fuego contra un grupo de manifestantes en San Petersburgo, lo que provocó una oleada de huelgas e insurrecciones por todo el país. Una de estas manifestaciones de protesta fue el motín de los marineros del Potemkin. Pero la película, que en un principio debía titularse “El año 1905”, no se limitaba a narrar la sublevación del navío, sino que debía incluir también otras acciones revolucionarias. Y con este propósito se inició el rodaje en Moscú, Leningrado y Krondstadt. Fue la premura de tiempo, puesto que la realización comenzó en julio de 1925 y la película debía estrenarse en diciembre del mismo año, y algunas dificultades climatológicas, lo que impulsaron a Eisenstein durante su estancia en Odesa a cambiar el guión y centrase únicamente en este hecho, ampliándolo y transformándolo en “modelo” de las diversas sublevaciones acaecidas en la nación. Finalmente, y tal como estaba previsto, la primera proyección del film tuvo lugar en el teatro Bolshoi de Moscú el 21 de diciembre de 1925.
(…) EL ACORAZADO POTEMKIN es un canto a la revolución ejemplificado en la rebelión popular que protagonizan juntos marineros y ciudadanos, tanto obreros como burgueses, contra la injusticia y el abuso de los representantes de la tiranía del zar. La película se articula en cinco capítulos -siguiendo el esquema, según el director, de las tragedias griegas-, que a grandes trazos describen la humillante situación de los marineros, su rebelión, la solidaridad de la población y su consiguiente matanza, y la adhesión de la escuadra real con los sublevados. ¿Cuál es la grandeza del film? Sin duda, la audacia, el dinamismo y la creatividad con que el director muestra unos hechos que en manos de cualquier otro no habrían pasado del panfleto (…). Al igual que buena parte del cine soviético mudo, el film responde a los cánones del panfleto político, que el director asume y trasciende gracias a su talento. Cabe observar que Eisenstein se inventó dos situaciones que nunca se produjeron: la de los marineros tapados por la lona cuando van a ser fusilados, y la famosa matanza de la escalinata de Odesa -no incluida en el guion original y pensada durante el rodaje del film (…)- que tampoco tuvo lugar aunque sí hubo enfrentamientos en otros puntos de la ciudad. Por otra parte, algunos historiadores afirman que la verdadera historia acabó en fracaso. La marina real dejó pasar a la tripulación del Potemkin, pero ésta, después de varios días de navegación, acabó sus provisiones y se entregó a las autoridades rumanas.
(…) Los conocimientos en Bellas Artes del cineasta se ponen de manifiesto en sus composiciones visuales, que alternan diferentes puntos de vista con el movimiento de la cámara y el desplazamiento de los figurantes, lo que acaba por crear unas imágenes muy próximas a los postulados de los pintores futuristas cuando intentan expresar en sus lienzos el impulso de la velocidad o los rayos de la luz. En este aspecto, sería injusto no destacar como uno de los mejores logros del film la espléndida fotografía de Eduard Tissé, colaborador y amigo del director, además de operador permanente en toda la filmografía. (…) Como es sabido, un factor primordial en el cine de Eisenstein es el montaje, el “montaje de atracciones”. (…) Eisenstein combina con maestría múltiples planos (unos 1.300 para una duración de 70 minutos), desde los más diversos ángulos, para crear un incontenible torrente de imágenes que “estallan” más que se suceden unas a otras. (…) La famosa secuencia de la escalinata de Odesa, con las fuerzas zaristas barriendo a sangre y fuego la espontánea y caótica revuelta popular, son un buen ejemplo de ello: los soldados avanzan en línea recta disparando sus fusiles al unísono, como si se tratara de una máquina de extermino, mientras los ciudadanos huyen despavoridos, tropiezan y caen. El director hace evidente el horror de la población mostrando primeros planos de las víctimas e intercalando breves apuntes dramáticos -toda la secuencia dura unos seis minutos, aunque dé la impresión de ser más larga, con 170 planos diferentes: planos cortos para los ciudadanos que sufren la represión, y generales para los opresores-. (…)
(…) La posterior difusión del film, a comienzos del 1926, constituyó un gran éxito y muy pronto su fama traspasó las fronteras, por lo que pronto se estrenó también en Londres, París y Berlín. En algunos países, sin embargo, tuvo problemas de censura tanto por la contundencia de sus imágenes como por la radicalidad de su mensaje. En Francia se estrenó en 1926 pero estuvo prohibido más tarde hasta 1952. Y, en Alemania, después de ser rechazada por “poner en peligro el orden público y la seguridad”, se autorizó su difusión con una copia “aligerada” en cuya confección participó, paradójicamente, el propio director: la parte más censurada fue la secuencia de las escaleras de Odesa, con catorce condiciones, la mayoría por planos con acciones violentas: en total 430 metros de película. Con la ayuda del director de cine, Phil Jutzi, aconsejado por el mismo Eisenstein, que se desplazó hasta allí para supervisarlo, pudo estrenarse: una premiere alemana a la que, por cierto, no dejaron asistir a su director (…).
(…) Las muy diversas vicisitudes que el film ha sufrido han propiciado la aparición de versiones diferentes, todas parecidas pero sin que haya dos iguales. La restaurada por la Deustche Kinemathek y el Museum für Film und Fernsehen es una de las más exactas; una excelente copia que recupera algunos planos perdidos, estabiliza la imagen con gran nitidez e incorpora la partitura musical de Edmund Meisel (…). Meisel compuso para su estreno en Alemania la banda sonora que puede escucharse y que en aquel momento se sincronizaba con discos independientes de la proyección (…). Ahora se ha adaptado la música al cambio de velocidad de la cinta, que fue rodada a 16 imágenes por segundo y hoy se proyecta a 24; para que la velocidad de las imágenes no se altere debe duplicarse uno de cada dos fotogramas, procedimiento habitual en la restauración del cine mudo. (…) Asimismo, esta versión restituye la cita inicial de Trotski con que da comienzo el film, pronto sustituida, con la caída en desgracia del personaje, por una de Lenin, y muestra la bandera del navío coloreada a mano en rojo, tal como se había visto en algunas copias iniciales (de hecho, la bandera del film era blanca, porque con el rojo pasado a blanco y negro hubiera aparecido como negra) (…).
(…) Estrenada en España en tiempos de la República con el título de “El crucero Potemkin”, la película de Eisenstein desapareció de nuestras pantallas durante la larga noche del franquismo, para reaparecer en 1977 en salas especiales. Durante los ominosos años de la dictadura circularon sin embargo algunas copias clandestinas. En la universidad de Barcelona, el profesor Miquel Porter, pionero en la introducción del cine como asignatura universitaria, guardaba una de ellas, así como de otros títulos clave del cine mudo. Gracias a estas copias, un pequeño grupo de privilegiados tuvieron la oportunidad de conocer una parte fundamental de la historia del cine obtusamente negada por las autoridades gubernamentales (…).
(…) Sumando la épica a la lírica, dos elementos de entrada antitéticos, Eisenstein consiguió extraer poesía de la violencia más desgarradora. Las imágenes de EL ACORAZADO POTEMKIN forman parte de la memoria de cualquier espectador que haya visto el film. Pero ello no debe de hacernos olvidar que en su momento se trataba de una obra polémica, atrevida e innovadora. Su condición de “clásico” puede ocultar actualmente su extraordinaria audacia visual y narrativa. En esta ocasión sí puede afirmarse que se trata de un título que marca un antes y un después en la Historia del Cine (…).
Texto (extractos):
Serguei M. Eisenstein, Memorias inmorales, Torres de papel, 2014
Rafel Miret, “El acorazado Potemkin: un canto a la revolución”,
en sección “Flashback”, Dirigido por, noviembre 2007
Marc Fabregas, “El acorazado Potemkin”,
en sección “Home Cinema”, Dirigido por, noviembre 2021