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05 noviembre 2024 | 21:00
  • Sala Máxima | Espacio V Centenario

(…) Es todavía hoy una de las más famosas películas de su autor (…). El film, interpretado por un elenco de actores que solo puede calificarse como de genial, es el primero de los numerosos discursos que, a lo largo de su carrera, irá lanzando en torno a la hipocresía del mundo, la sociedad y el ser humano. Pero, además, es una magnífica película en la que cada plano, cada movimiento de cámara, están determinados por una planificación que se revela como una hermosa coreografía visual hecha al compás de los sentimientos y las emociones. (…) Una obra maestra imprescindible.

Texto (extractos):
Tomás Fernández Valentí, rev. Dirigido, marzo 2008

(…) ¿Cuál es el tema de DOCE HOMBRES SIN PIEDAD?: Escucha. (…) Nunca se me había ocurrido que rodar una película entera dentro de una habitación pudiera ser un problema. De hecho, pensaba que podía convertir esa circunstancia en una ventaja. Uno de los elementos dramáticos más importantes para mí era la sensación claustrofóbica que los personajes debían experimentar dentro de esa habitación. De inmediato se me ocurrió una “trama basada en el objetivo”. A medida que la película se desarrollaba, quería que la habitación pareciera cada vez más pequeña. Esto suponía desplazarme lentamente al uso de lentes más largas, a medida que la película transcurría. (…) No sé por qué razón, todavía recuerdo los planos de que consta: 387. La mitad de esos planos llena la última media hora de película. El tempo del montaje se aceleró de modo constante durante la película, hasta estallar en una especie de galope en los 35 minutos finales. El tempo de intensidad creciente ayudó un montón, tanto a aumentar la emoción del relato como a captar la atención del espectador, gracias a que se comprimían más el espacio y el tiempo (…).

(…) El primer largometraje para cine de Lumet, DOCE HOMBRES SIN PIEDAD, es todavía hoy una de las más famosas películas de su autor, si no la que más. Bajo cierto punto de vista, podríamos incluso decir que hasta resulta demasiado famosa (…); no se trata de un film sobrevalorado ni nada por el estilo (antes al contrario: es, con justicia, uno de sus mejores trabajos), sino más bien que su fama le ha perjudicado (…). El film, interpretado por un elenco de actores que solo puede calificarse como de genial, es el primero de los numerosos discursos que, a lo largo de su carrera, irá lanzando Lumet en torno a la hipocresía del mundo, la sociedad y el ser humano. Pero, además, es una magnífica película en la que cada plano, cada movimiento de cámara, están determinados por una planificación que, de tan sutil, casi no se nota, pero que contemplada con el debido detenimiento se revela como una hermosa coreografía visual hecha al compás de los sentimientos, las emociones y las ideas puestas en juego (…). DOCE HOMBRES SIN PIEDAD es una obra maestra imprescindible. Además de haber sido un colosal éxito de crítica y público en el momento de su emisión, la película se estudia actualmente en los colegios de Estados Unidos como ejemplo para explicar las dinámicas de grupo. El Consejo General de la Abogacía Española de 2013 la valoraba como la mejor película de juicios jamás rodada, por encima de la antológica Matar a un ruiseñor (…).

Texto (extractos):
Sidney Lumet
, Así se hacen las películas, Rialp, 2010
Tomás Fernández Valentí, rev. Dirigido, marzo 2008
Christian Aguilera, La generación de la televisión:
la conciencia liberal del cine americano,
Editorial 2001, 2000

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