Se acabó el verano. Todas las luces en declive, pero aún vivaces, conspiran en este hemisferio para constatarlo. Comenzamos nuevo curso y desde la comisión de trabajo del proyecto ¡En obras te veas! queremos contar, para quien no sepa y se pueda enterar, o para refrescar a quien ya conozca, el punto en el que nos encontramos.
De entre todas las acciones que lleva a cabo La Madraza en sus distintos espacios, desde el Laboratorio permanente sobre política cultural universitaria que inauguramos dentro de nuestra entidad hace dos años, iniciamos en septiembre de 2023 un proceso de imaginación y transformación institucional en una de nuestras sedes, quizá la más popular, la Casa de Porras del Albayzín. En un territorio tomado por el turismo, que de forma muy agresiva actúa como agente gentrificador y destructor de la vida de las comunidades en el barrio, nuestro proyecto quiere ser cómplice de quienes imaginan las cosas de otro modo y se resisten a esa tendencia. Nos empuja la idea —la necesidad— de imaginar también otra universidad, otro espacio de aprendizaje que no esté orientado por las dinámicas del capitalismo académico que amenaza a la universidad pública como el mismo Laboratorio investigó en un proyecto previo llamado Muntadas. About Academia. De modo que estamos implementando una programación que, más que una agenda de eventos, esperamos que sean gestos que dejen marca, huella en la casa, abriendo relatos de sentido común, pero también transformándola materialmente, generando nuevas estancias, usos y posibilidades.
Por eso, nos vemos en obras hacia la Universidad Popular del Mediodía, una expresión que usamos con humildad, conscientes de su carga utópica, pero que tratamos de acercar apasionadamente a nuestro presente, volverla todo lo material y actual que podamos. Universidad Popular del Mediodía: dos impulsos nos guían de partida. Primero, respecto a la ‘universidad popular’, buscamos profundizar en procesos de emancipación cultural y educativa, retomando la tradición de escuelas populares y centros obreros del XIX y comienzos del XX, como una tentativa de desjerarquizar la academia en el contacto con saberes por abajo, desmontando el paternalismo con el que la universidad suele acercarse a la sociedad a través de sus programas de extensión universitaria que repensamos desde una perspectiva crítica. En segundo lugar, el contexto granadino y andalusí en el que nos encontramos es profundamente inspirador y estamos explorando la polisémica noción del ‘mediodía’, una especie de geografía imaginaria en la que aterrizar una cultura de la convivencia en la diversidad, un método para reconectar con una memoria andalusí en su sentido más expandido y transgeográfico, interpelando a latinoamérica y otros sures globales.
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Hasta ahora hemos desarrollado un buen número de programas y acciones que buscan volver la casa un espacio habitable y habitado. Como muchos vecinos del barrio y la ciudad saben, en el centro tienen lugar desde hace años decenas de talleres culturales y científicos (de danza, artesanía, botánica, música…) a los que muchas personas de diversas generaciones e intereses acuden a aprender con otros a precios populares. Este trasiego de gente entrando y saliendo, como sucede en el Palacio del Almirante, es el corazón de esta casa, junto con los distintos clubs (Club de Plantas, Clubs de Lecturas, Club de Filosofía Activista, Cineforum, Club de Oratoria…) que aquí se reúnen o las residencias de Los Tientos, transversales a todos los centros asociados a La Madraza. Pero la casa no era vista como un lugar en el que permanecer, encontrarse, desarrollar proyectos propios, colaborar con otros, disponer de medios, espacios, recursos, posibilidades. Las dinámicas institucionales, que generan espacios poco cálidos, han sido un elemento disuasorio, sin duda.
El programa Un principio de Biblioteca fue el detonante especulativo en torno a la casa. Hicimos una arqueología en compañía de distintas voces invitadas (Valeria Mata, Javier Pérez Iglesias, Andrea Reed…) en búsqueda de una biblioteca comunitaria para la casa. La Biblioteca Popular Federico García Lorca se materializó en la primavera del año pasado, cumpliendo un viejo sueño que muchos en el pasado ya tuvieron. Allí uno puede acudir a estudiar, trabajar, reunirse con otros, leer, disponiendo de forma autogestionada de los medios para donar libros o tomarlos prestados temporalmente. Una estancia que invitamos a cuidar y mimar entre todos.
El proceso de re-imaginación de los espacios fue el motivo del programa Vernacular, que involucró a Carme Nogueira, Carlos Gor y Susana Velasco, quienes estuvieron abriendo posibilidades, sugiriendo transformaciones de cuyo hilo tratamos de tirar cada curso, iniciando procesos que puedan hacerse cargo de lo que surgió, renombrando espacios, generando equipamiento comunitario, volviéndolo más hogar a través del programa Ajuar, en el que ya han participado artistas como Zineb Achoubie, Lorenzo Sandoval, Irene Fernández Arcas, María Moreno, Canoa Lab, Maya Vergel y Fernando G. Méndez. Desde las diversas artesanías y el arte contemporáneo, han creado hermosas celosías para los vanos de la casa, baldosines que renombran los espacios, cortinillas que recuerdan las antiguas estancias, cocinillas populares hechas de barro…
La arqueología de los espacios nos llevó necesariamente a indagar en el pasado popular de esta casa e iniciar una búsqueda a través del proyecto ¡Ayuda! ¡Vecinos! ¡Vecinas! de quienes aquí vivieron, a interesarnos por las historias de vida, cotidianas. Reunimos a un montón de vecinos que fueron —o sus familias— desalojados para implementar los planes de la universidad. Una violencia institucional que, aunque quisiera favorecer a la auto-organización estudiantil, no queremos esconder, que pensamos se puede reparar comprometiéndonos y promoviendo un uso público y social de la casa en el presente.
Entre las prácticas artísticas que se avivan en esta casa, tenemos especial cariño por las artes gráficas, las artes en papel, la escritura y los proyectos editoriales independientes. Desde esa pasión se cometieron reformas en el Obrador Gráfico y se fundó la festiferia Mediopán, un encuentro anual a finales de primavera que llena la casa de proyectos editoriales nacionales e internacionales, de talleres, exposiciones, presentaciones, baile y fiesta. Cada Mediopán —que despliega una mirada hacia el pasado, materializada en la figura de Federico García Lorca el primer año, en José Bergamín el segundo y esperamos que María Zambrano este próximo año— ha sido el momento de inaugurar nuevos espacios de la casa, la Biblioteca durante la primera edición y, esta pasada primavera, una Audioteca comunitaria que acoge el programa Un fin de escucha y una Estación de Radio Popular en la sala del Camarín. Espacios y medios de producción disponibles para quien quiera usarlos, desarrollar proyectos. Estamos a la escucha.
Desde el comienzo, nos pareció importante comunicar, narrar la experiencia de lo que nos está pasando, lo que nos preocupa, lo que nos ocupa en la casa. Los ocho boletines escritos hasta el momento, quieren transparentar el proceso de ¡En obras te veas!, abriendo discusiones sobre la universidad popular, sobre las transformaciones materiales de la casa, sobre el mediodía… La exigencia que conlleva mantener este compromiso de comunicar el proceso y la necesidad de auto-cuidados del equipo motor de este proyecto institucional nos indujo a volver extensivos estos boletines a otras voces y a experimentar otros formatos. Así, desde este invierno fuimos publicando distintos boletines sonoros llamados Señales del Mediodía. Paula Pérez-Roda, Cecilia Bergamín o colectivos como Espai en Blanc han tomado la voz en los boletines ya realizados. Este curso oiremos nuevas voces, al respecto del mediodía con el colectivo Al Akhawat y Jorge G. Dragón; sobre el crecimiento de trigo que cuida el Club de Plantas impulsado por Carmen Leal y que opera en la Huerta El corazón manda; o sobre del programa Los saberes del pueblo y el proyecto que hizo Luz Arcas durante este pasado año. Su proyecto continúa, por otros medios artísticos, los que ya se realizaron en años anteriores, La Fábrica Popular del Albayzín y lo vivo · lo pueblo · lo jondo : Geopsiquias del Albayzín, proyectos que fueron seleccionados en 2023 para formar parte de la iniciativa Imaginar nuevas Europas: prácticas artísticas en una sociedad en transformación, desarrollada durante la presidencia española de la UE, que se fijó en siete proyectos nacionales de distintas instituciones del país. Este tipo de apoyos ayudan a que otros impulsos se pongan en marcha. Estamos contentas de haber sido receptores por parte del Ministerio de Cultura de dos proyectos en residencia durante el próximo año dentro del programa de residencias descentralizado de Tabacalera. Uno de ellos se pondrá a trabajar en un viejo deseo del equipo de la Madraza, un pequeño Teatro de Cachi-Porris que, en este caso, abrirá también la conversación sobre el archivo y la gobernanza de un centro de aspiración popular como el nuestro, a través de un Majlis o Concejo de moñecos que construirán una red de artistas y artesanos en colaboración y que pondrá en contacto la casa con otras voces del país.
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Este será un curso especial, sin duda. El año que viene, en diciembre del 2026, se cumplirán 500 años de la fundación de la Universidad de Granada y es un motivo de celebración. El año pasado ya celebramos la fundación de la Madraza hace casi siete siglos, como centro de altos estudios nazaríes y quizá tendríamos que ir hasta Fez, más de mil años atrás, a la Universidad de al-Qarawiyyin que fue fundada por Fátima al-Fihri en esa ciudad en el año 859… El equipo de La Madraza trabaja en una programación en torno a las artes contemporáneas que tendrá lugar en distintas sedes, pero le tenemos mucho cariño a esta aventura de la Casa de Porras, donde se está ensayando una experiencia de universidad popular que honra esta efeméride por abajo, a través de un compromiso con la sociedad y el barrio.
Nos estamos organizando para que esta efeméride sea la oportunidad por fin de presentar el documental que hacemos en colaboración con la Escuela Social de Fotografía La Ampliadora Social de Granada, e imprimir el libro en el que llevamos ya dos años trabajando, enfocado en este proceso de imaginación institucional en Casa de Porras que reunirá todos los gestos que aquí apenas pueden resumirse, compartiendo el archivo de este sueño de Universidad Popular del Mediodía, su genealogía, pero también un buen número de voces diversas, nacionales e internacionales, que hemos convocado para ensayar sobre los temas que hemos tratado de poner en el centro.
¿Y cuándo acaba la transformación de la casa? Es verdad que esta comisión estará trabajando al menos hasta 2029, cuando habrá de nuevo elecciones para dirigir la universidad. Esperamos que para entonces, el carácter social de la institución sea irreversible y, suceda lo que suceda, no se le pueda negar ya al barrio esta casa-palacio del pueblo, casa de vecindad, casa para todos. En todo caso, atravesar este tercer año ya habrá sido un gran hito del proceso que esperamos celebrar con un gesto simbólico pero bien real: que a finales de curso, compartamos de nuevo el pan en nuestro jardín, hecho el trigo cultivado por las gentes del Club de Plantas, molido y amasado previamente y horneado en un horno que esperamos construir en el jardín que ya huele a otoño…
Foto: Performance de la Oficina Pota Rosa “Granadas que explotan en la boca”, Mediopán, 5 de junio 2024