Entrevista con Bernardino Sánchez Bayo

Noticias / Área de Artes Visuales

Una obra repleta de detalles, sutilezas, que nos extraen de la cotidianeidad aparente y nos empujan a reconsiderar qué estamos viendo, cuál es la función de nuestra mirada. Y entonces, la obra nos habla, así es la Lírica del aire de Bernardino Sánchez Bayo, un diálogo en el que la obra interpela al espectador y el espectador a la obra: una reinvención de la pintura que no deja indiferente. Colores, sombras, luces, formas, palabras, todas interconectadas en el tejido del lienzo, que pasan a extenderse en el aire.

Entrevista realizada por: Ana Vargas Ortega y Carmen Fuentes Güeto

 

Pese a que tu obra es aparente realista, capturar la realidad no es simplemente su función. ¿Cuál es entonces la función de tu pintura? 

La finalidad es generar obras de arte en forma de imagen, utilizando, como medio de expresión, la pintura.  Para ello, la podemos definir como la simbiosis de dos elementos: lo formal y lo conceptual. Por un lado, a través de la factura, se reivindica la calidad del trabajo en su aspecto formal y procesual, poniendo en valía las propiedades plásticas intrínsecas que ofrece la pintura como medio único. Por otro, a nivel conceptual, nos pone en situación de lo que acontece. Esto se hace desde la elección tanto de los propios referentes para la representación, como del título, que nos indica la dirección hacia la que debemos mirar, señalando más allá de lo que tenemos al alcance del ojo. Esto nos permite poder armar la obra y desarrollar un discurso intelectual que le otorga un carácter irónico, metafórico y de doble sentido, buscando siempre diferentes estratos de lectura.

Podemos ver en tu obra referencias, incluso, cierto tributo a maestros del pasado, artistas de un profundo y virtuoso quehacer. ¿Cómo ha sido tu evolución desde tus inicios en la pintura hasta el día de hoy?

Mi evolución, en este sentido, se fundamenta en el estudio de los grandes maestros, por supuesto, como también en el estudio de artistas, no solo pintores, que han sido referentes para mí. Nunca ha sido una pretensión en mi trabajo el virtuosismo como fin. Mi búsqueda siempre ha sido para encontrar los recursos necesarios para poder desarrollar un discurso inteligible, según la necesidad que requiere la obra.

 

Encontramos estas referencias anteriores, pero, al mismo tiempo, con tu obra tratas de poner distancia con el dogma artístico establecido, ¿es por eso que creas escenas cotidianas con un elemento que produce extrañamiento, como una forma de subversión?

Totalmente, ese es el juego: utilizar elementos y, sobre todo, iconos muy comunes y, a la vez, potentes; extraerlos de su situación natural y confrontarlos consigo mismos o con otros, para que se abran nuevas preguntas  y respuestas al espectador.

Encontramos muy interesante la contraposición entre pinturas que juegan con el cruce entre blanco y negro, y nos evocan un ambiente más tétrico, y a la vez cotidiano… y otras que juegan con colores fosforescentes, muy llamativos. ¿Qué significado tienen estas diferencias cromáticas?

El uso del color, por exceso o por defecto, atiende a una cuestión formal de lo que necesita el desarrollo conceptual de una obra concreta, amén de las diferencias cromáticas en la exposición. La lírica del aire, a nivel factural, también considera registros distintos de unas obras a otras,  por la misma razón. En esta muestra, no necesariamente los colores oscuros van ligados a reflejar oscuridad. En el caso de la obra Cilla antropófaga dos estancias colindantes aparecen iluminadas por un “flashazo” de la cámara fotográfica, así como por una lámpara que está encendida en una de ellas, dando un elevado nivel lumínico, aunque tanto el título de la obra como la escena representada resultan de lo más truculentas. En el caso de las dos piezas fluorescentes, que rezan bajo el mismo título: #campo #grillos #beauty #natural #no_filter, el discurso conceptual se arma en tono de crítica al desarrollo de las artes plásticas, bajo la moda imperante del momento y la situación.

 

Tus obras tienen la intención de establecer un diálogo constante con el público, entonces, ¿en qué sentido cobra importancia la escritura y más precisamente la lírica en ellas?

Son dos herramientas más que pongo al servicio del discurso de la obra,  de las necesidades particulares que tenga cada una de ellas como parte del todo de la exposición. Considero que es cometido del artista, en su trabajo, transmitir un mensaje de manera concreta en forma y modo para que este sea completo; la mezcla perfecta entre el la idea y el cómo transmitirla.

¿Por qué el aire? ¿Qué es lo que te ha inspirado de manera concreta en para generar las obras de esta exposición?

Es un elemento siempre presente en mi trabajo. Se podría decir que mi musa. No me interesan los objetos en sí mismos, pero sí ese aire y el ambiente que lo circunda todo y lo envuelve. Porque en ese aire es donde reside la verdad de lo que acontece.

En esta obra hay mucha presencia de crucifijos y algún otro elemento religioso ¿forman estos parte de la cotidianeidad propia de tus imágenes o hay algo más puramente espiritual en ellos? ¿Qué papel juegan los elementos iconográficos en tus pinturas?

Realmente, en la exposición solo hay un crucifijo pintado. Me gusta utilizar referencias iconográficas muy potentes en cuanto a carga conceptual, cultural y social. Intento ser lo más aséptico posible y desacralizarlas o separarlas todo lo posible de su naturaleza. Esto me permite llevarlas a otros niveles de lectura, consiguiendo, de esta manera, establecer un diálogo instantáneo con el espectador.

 

Ya para cerrar esta entrevista, “La lírica del aire” ha sido una exposición realizada gracias al programa de ayudas a la creación 2019 de la Universidad de Granada. ¿Qué papel crees que debe jugar la Universidad en el apoyo a la trayectoria profesional de un artista? ¿Cómo valoras estas ayudas?

El apoyo institucional es fundamental para los artistas. Este tipo de ayudas son de gran ayuda en cuanto a visibilidad. Gracias a ellas, se construyen colecciones que, dependiendo de la habilidad que tenga la institución correspondiente en elegir a los premiados, con el tiempo, se consagrará como una colección más o menos importante. Por desgracia, siempre hay que hablar de dinero, que es la finalidad de cualquier actividad profesional. A los artistas, a veces, se nos malentiende como ONGs,o no se valoran aspectos como la preparación, la formación y la cualificación, o no se entiende que, además de materiales, hay que pagar un espacio de trabajo mensualmente, o simplemente cobrar un salario por el trabajo desempeñado. Porque, ¿qué persona que desempeña un trabajo, de la índole que sea, estaría dispuesta a realizarlo sin percibir remuneración durante meses? El arte fuera de los mercados top es como una realidad paralela donde suceden cosas feas. Por eso son importantes este tipo de iniciativas y luchas que hacen por nosotros, en este caso, la Universidad de Granada y a la que, por ello, debemos agradecimiento.

Entrevista realizada por correo electrónico en febrero 2020