CAMA Y SOFÁ

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Poster de la película.
Fecha de estreno: 15 de marzo de 1927.  Duración: 87 min. País: U.R.S.S.  Género:Cine Mudo.
Título Orig.- Tretya meshchanskaya. Director, Montaje y Productor.- Abram Room. Argumento y Guión.- Viktor Shklovsky. Fotografía.- Grigori Giber (B/N).  
Música.- Rodney Saber & Susan Hall (restauración de 2003). Producción.- Sovkino.
Intérpretes.- Liudmila Semyonova (Liudmila), Nikolai Batalov (Kolia), Vladimir Fogel (Volodia), Leonid Iurenev (encargado del edificio).
Temática: A mitad de camino entre el drama y la comedia, CAMA Y SOFÁ desarrolla con acierto los conflictos psicológicos que aparecen en tres personajes enfrentados al problema de la vivienda durante la época de la N.E.P. (Nueva Política Económica o Capitalismo de Estado, propuesto por Lenin y promulgado en 1921). 
Clip de la película

Valoración: 
Con cinco años de experiencia como director de teatro experimental infantil, el cineasta lituano Abram Room, decide adentrarse en el medio cinematográfico, y en 1924 dirige su primera película importante, Caza a los destiladores clandestinos (Gonka za samagonko), una comedia en la que se ponen de manifiesto los peligros del alcohol. En La Bahía de la Muerte (Buhta smerti, 1926), Room se introduce con acierto en el género de aventuras, evidenciando las fuertes influencias que el cine americano ejerce sobre él.
El sentido del humor y el tacto están presentes a la hora de contarnos este menage a trois en tan reducido espacio físico. La nueva moral socialista permite tocar temas como el adulterio y el aborto y Room lo hará con desenfado. La toma de conciencia final, en la que la mujer abandona a sus apoltronados compañeros y apuesta por la vida de su feto, parece obedecer a la moral antiabortista de los responsables de la Sovkino, pero es, sin embargo, un mensaje abiertamente feminista, que exalta la liberación de la mujer.
Tras descubrir el egoísmo masculino como denominador común en su relación con los dos sucesivos reyes de la casa, Ludmilla, que no está dispuesta a dejarse dominar por ninguno de ellos, adopta finalmente una sabia decisión: La de ser ella misma la dueña de su destino. Lejos de presentar la postura como un hecho forzado, la historia deriva hacia el desenlace de una manera progresiva y, tan natural, que llega a ser el único posible.
La película se estrena el 15 de marzo de 1927 y se convierte en un éxito importante en la U.R.S.S., y es muy bien acogida en otros países, aunque en Gran Bretaña la censura no va a autorizar su proyección pública.
Acostumbrados como estamos a la contundencia propagandística del cine soviético del periodo mudo, CAMA Y SOFÁ sorprende en primer lugar, porque ese elemento no se encuentra, diríamos, en “primer plano” en el film. Y no es menos sorprendente la ausencia de dramatismo, de ese halo casi trágico presente en la mayor parte de este cine, que aquí es sustituido por un tono y una estructura de comedia realista, de ambiente cotidiano en el tratamiento de situaciones y personajes, y en la que no es difícil percibir elementos que décadas más tarde encontraremos en movimientos como el neorrealismo – El techo (Il tetto, Vittorio De Sica, 1956)- o la mismísima nouvelle vague –en este caso es inevitable la referencia a Jules et Jim, novela (Henri-Pierre Roché, 1953) y película (François Truffaut, 1962)-. Así, guionista y director cuentan la historia de un triángulo amoroso, de una forma plácida, sin crispación, y con un buen número de recursos visuales tan sencillos como ingeniosos (ejem. La protagonista escuchando una conversación a través de una cortina; esa maravillosa elipsis ligada a unos naipes). Por no hablar del discurso vital libre y desinhibido del que hace gala la historia, otro aliciente más de esta estupenda película.
Fuente: Fichero del AULA DE CINE/CINE CLUB UNIVERSITARIOCentro de Cultura ContemporáneaUniversidad de Granada. Con fines divulgativos.