Exposición «Oconograma de la palanca», de Alejandro de Pablo Ramírez

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Un oconograma es un enigma, un pasatiempo, un problema y una oportunidad creada en algún momento de los años 50 por Pedro Ocón de Oro ( Madrid 1932-1999 ), uno de los más prolíficos creadores de pasatiempos en lengua castellana de todos los tiempos. Entre otras invenciones suyas se encuentran el crucigrama blanco, el jeroglífico o el salto del caballo. Las exigencias editoriales sobre sus pasatiempos obligaban a introducir soluciones únicas y estables a sus enigmas. Soluciones fijas, pero estrategias de resolución de la incógnita infinitas.

El 16 de marzo de 1974 en una entrevista de RTVE a Ocón de Oro, el genial inventor lanzó uno de los pocos enigmas en los que se pudo permitir el lujo de no esgrimir nunca la solución. Y no hay aquí una cuestión de insolidaridad por su parte sino más bien lo contrario: cada persona debe buscar su palanca, su medio para resolver la problemática planteada.

Adivinanzas, chistes, insultos… palancas hay muchas. Tantas o más que personas en el mundo. De hecho una persona es una y varias a la vez. Una palanca es un dispositivo muy simple. Se conforma de una barra de una rigidez dada que pivota sobre un punto fijo llamado fulcro. Sobre dicha estructura se aplica una potencia (esfuerzo) para transmitir fuerza y variar el desplazamiento de una resistencia (carga). Con ella, un esfuerzo mínimo puede bastar para desplazar grandes cargas.

Según Arquímedes, con un punto de apoyo y una palanca lo suficientemente larga podría mover un dinosaurio. Cualquier resistencia puede ser vencida. Y es que este dispositivo es, por encima de todo, una estrategia que en ocasiones se ayuda o toma forma de objeto o máquina, pero cuyas posibilidades formales o matéricas así como sus propósitos son infinitos: palo, insulto, bollería industrial, etc. La elección de metas se equipara aquí con la elección y/o construcción de herramientas que permitan al menos aproximarse a ellas.

Además, el presente proyecto abraza la siguiente hipótesis: todas las máquinas derivan de la palanca y el plano inclinado. Desde la ironía, su entidad de máquina primitiva es equiparada o contrapuesta a algunas máquinas y sus usos contemporáneos, cuestionando la manera en la que nos relacionamos con los objetos, que usos les damos a estos o como los consumimos.

Oconograma de la palanca es, ante todo, una propuesta instalativa que explora en las posibilidades funcionales y simbólicas de la palanca como estrategia lúdica con la que generar cambios diversos. El jugador, ante la ambigüedad de un juego construido a partir de sus propias decisiones, debe posicionarse, elegir qué resistencia vencer, debe decidir su punto de apoyo y palanca.


Esta muestra forma parte de los proyectos beneficiarios del programa de Ayudas a la Producción Artística en su edición del año 2019. Convocado anualmente por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio, tiene el objeto de estimular y promocionar la investigación, creación y producción artística y su difusión a través de la financiación económica de proyectos de artistas visuales y su exhibición en salas de exposiciones de nuestra universidad.