Palacio de la Madraza
Desde el 5 de diciembre de 2018.
De lunes a viernes de 11.00 h a 14.00 h y de 16.30 h a 18.30 h
En esta exposición se presenta el estudio de las Depresiones de Guadix-Baza y Huéscar, los altiplanos granadinos, un escenario físico perfecto donde tuvo lugar la primera aparición del hombre en la Península Ibérica. Se trata de un entorno natural en el que investigadores de la Universidad de Granada desarrollan, desde hace muchos años, un trabajo profundo de carácter interdisciplinar, con el estudio transversal de los orígenes de este paisaje y su transformación por el hombre.
Observando en la actualidad este territorio, lleno de barrancos y cañadas con escasa vegetación y un clima muy seco, resulta difícil entender el gran cambio que ha sufrido en los últimos dos millones de años. En él, un gran lago fue el protagonista durante mucho tiempo, lo que ayudaría a suavizar el clima y favorecería la existencia de una rica vida de flora y fauna, con una gran diversidad de especies que vivirían en estas tierras y que con su muerte y posterior fosilización, darían lugar a grandes yacimientos arqueopaleontológicos.
“Orígenes del altiplano granadino” quiere acercar a la sociedad los resultados de las investigaciones que nos permiten conocer cómo se formó este paisaje en los últimos cientos de miles de años, mostrando su geología y la aparición de su flora y la fauna que habitaba este territorio antes de que el hombre hiciera su aparición.
Se presta atención a la presencia humana desde hace 1,4 millones de años en Orce, documentada con la aparición de un diente humano en Barranco León. A partir de ésta, y en la larga noche de la historia, se produjo toda una evolución que permitió al hombre adaptarse, desde esos momentos iniciales de carroñero, a recolector, cazador y agricultor, domesticando la tierra y el paisaje, y constituyendo una sociedad cada vez más compleja.
Nos acercamos también a las transformaciones culturales habidas en estas depresiones a lo largo de la Prehistoria. Partiendo de los primeros pobladores localizados en la región de Orce, se continúa por las comunidades neolíticas y de la Edad del Cobre que dejaron su huella en grandes necrópolis megalíticas.
Nuestro recorrido finaliza con la Edad del Bronce, representada en grandes poblados, que supuso la consolidación de modelos sociales cada vez más complejos en estas tierras que desembocaron al final de este periodo, en la formación de las primeras ciudades ibéricas como Acci, Basti o Tutugi, y de un territorio plenamente constituido al que los romanos llamaron la Bastetania.