LA OTRA MADRE

Publicado el 8 febrero, 2012
Poster de la película.
Fecha de estreno: 24 de Enero, 1925. Duración: 114 min. País: Francia. Género: Cine Mudo.
Título Orig.- Visages d’enfants. Director.- Jacques Feyder. Guión.- Jacques Feyder & François Rosay. Fotografía.- Léonce-Henry Burel y Paul Parguel (B/N tintado). Montaje.- Jacques Feyder. Música.- (para restauración de 2004) Antonio Coppola. Productor.- Dimitri De Zoubaloff y Arthur Porchet. Producción.- Mundus-Film / Pathé / Société Zoubaloff et Porchet. Intérpretes.-Jean Forest (Jean), Victor Vina (Pierre Amsler), Pierrette Houyez (Pierrette), Rachel Devyris (Jeanne Dutois), Arlette Peyran (Arlette), Henry Duvall (el párroco), Arthur Porchet (el cura).

Clip de la película


Valoración: 

En los años en los que Jacques Feyder realiza LA OTRA MADRE, el cineasta goza de una gran reputación. Este artesano cinematográfico, si bien honrado y limitado como él mismo reconoce, puede presumir sin sonrojo del respeto y admiración con que son acogidas sus películas, tanto por el público como por la crítica especializada. Con motivo de su último film, La historia de un humilde (Crainquebille, 1922), el realizador galo ha recibido encendidos elogios del considerado maestro de la pantalla, su colega americano David W. Griffith.
LA OTRA MADRE se rueda en 1923 en una remota aldea suiza. La simplicidad y sobriedad de la que el realizador hace gala en la película convierten a ésta en un ejercicio de filtrado lírico. Feyder desliga a la sensibilidad de todo componente superfluo, la abstrae, para mostrárnosla en su estado puro, obteniendo como resultado que la cinta se acerque, en ocasiones, al rigor documental. Tan intencionado acotamiento es compensado con la introducción de elementos afines a los utilizados por diversos realizadores americanos. El tratamiento combinado de aspectos melodramáticos junto a la descripción de motivos naturales, es llevado a la pantalIa con la misma maestría que ya luciera el citado Griffith en Las dos tormentas (Way Down East, 1920).
El realizador belga pone un toque de originalidad al mostrarnos la visión que de los hechos tienen unos niños. Sus puntos de vista, y en especial el del joven Jean, confieren una nueva perspectiva al relato. Feyder demuestra su talento en la dirección infantil, al igual que su esposa, Françoise Rosay, que reemplaza durante dos semanas a su marido en la dirección del film.
Un breve contrato con unos estudios austriacos y ciertas diferencias jurídicas entre Feyder y los distribuidores franceses, provocan una demora de 15 meses en el estreno de la película. Cuando por fin se produce, el 24 de enero de 1925, en el Gaumont Palace de París, va a ser muy bien acogida por la crítica -incluso es proclamada por la prensa japonesa como el mejor film europeo del año-, lo que no impide que la respuesta popular sea escasa y la película acabe convirtiéndose en un enorme fracaso económico.

     
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