KANSAS CITY

Publicado el 23 abril, 2013

Fecha y Hora: Martes  23.  21’30 h.  Lugar: Aula Magna de la Facultad de Ciencias.  
Ciclo  “YO ESTUVE EN EL ESTRENO” (CLÁSICOS FUTUROS IV). Centro de Cultura Contemporánea Cine Club. Universidad de Granada.  


Año de estreno:1996. País: EE.UU.            
Duración: 116 min. Género: Drama.

Cartel de la película.

Título Orig.- Kansas City.  Director.- Robert Altman.  Guión.- Robert Altman y Frank Barhydt.  Fotografía.- Oliver Stapleton (CFI).  Montaje.- Geraldine Perioni.  Música.- Standards de jazz de los años 30.  Productor.- Robert Altman. Producción.- Sandcastle 5 – CIBY 2000 para Fine Line Features.  Intérpretes.- Jennifer Jason Leigh (Blondie O’Hara), Miranda Richardson (Carolyn Stilton), Harry Belafonte (SeldomSeen), Michael Murphy (Henry Stilton), Dermot Mulroney (Johnny O’Hara), Steve Buscemi (Johnny Flynn), Albert J. Burnes (Charlie Parker), Brooke Smith (BabeFlynn), Jane Adams (Nettie Bolt) y Kevin Mahogany, Nicholas Payton, Don Byron, James Carter, David Murray, Joshua Redman, Geri Allen, Ron Carter…   v.o.s.e.


Candidata a la Palma de Oro del Festival de Cannes
Música de sala: Temas de la banda sonora de Kansas City (1996) de Robert Altman.

Críticas del estreno:
   “Irreductible en su independencia, el director de Vidas cruzadas vuelve su mirada hacia la ciudad y los tiempos de su infancia para trazar un exorcismo personal que es, al mismo tiempo, una vigorosa indagación en la América del “New Deal”, en el patio trasero de sus negocios, en los garitos nocturnos donde un grupo de músicos negros (entre ellos, Lester Young y Coleman Hawkins; observándoles, un jovencito llamado Charlie Parker) improvisa genialmente sus riffs y unos cuantos gangsters medran entre la corrupción y la política.
   La estructura construida por Altman se disocia en dos espacios narrativos: la historia de un secuestro (una joven telegrafista rapta a la esposa de un consejero de Roosevelt) y el eco de ésta en el ambiente de los gángsters en torno al club de jazz. El director desarrolla así, de manera bifronte, una jam session cinematográfica que no elude la estilización romántica, pero que acierta a hundir el bisturí en algunos de los aspectos más sucios y menos complacientes de la América rooseveltiana. Jennifer Jason Leigh y Miranda Richardson mantienen el duelo femenino y un sobrio, excelente Harry Belafonte, domina el escenario jazzístico y gangsteril dentro de un film sincero al que Altman, sin embargo, no acierta a conferir ni el espesor dramático ni la densidad lírica que demandaba su planteamiento”.
Texto:
Carlos F. Heredero, “Kansas City” en “Cannes 96: el festival de los independientes”,
Rev. Dirigido, junio 1996.



[youtube http://www.youtube.com/watch?v=66rtqQ2Q-Wk]  

                       Trailer de Kansas City (1996)

  Análisis:

   ” […] En épocas en las que se pensaba ingenuamente que el cine revolucionario era aquél que decía lo que no podía ser dicho, Rivette, y Noel Burch (en su influyente texto “Praxis del cine”, tan inspirado por teorías musicales, aunque no precisamente del jazz), mantuvieron que lo importante era que las películas dijeran algo que no pudiera ser traducido, es decir, que encontraran una forma diferencial y propia de expresión. En esta época en la que esas batallas suenan a perdidas, KANSAS CITY viene a ser una (tardía) demostración de tan bella idea. En efecto, podría pensarse en traducir el “contenido” del último film de Altman y quedaría un convencional ejemplo de thriller retro, en la línea, digamos de La brigada del sombrero (Mulholland Falls). De hecho, su esquema argumental puede recordar el de “El secuestro de Miss Blandish”, con cuya adaptación (La banda de los Grissom) había querido Robert Aldrich en 1971 reactivar el “ciclo nostálgico” iniciado años antes por Bonnie y Clyde (Aldrich no logró su objetivo pero lo hicieron por él El padrino y Chinatown; y el mismo Altman aportó su contribución al género retro con Thieves Like Us en 1974). Existe también en KANSAS CITY una mujer rica -y adicta al láudano- secuestrada por otra de una clase ostensiblemente inferior… y el retrato de la relación finalmente ambigua que se establece entre ambas.

   Pero la intención de Altman no ha sido la de hacer un mero ejercicio de género (nunca lo ha hecho, aunque quizá sí del “género” coral que él mismo ha desarrollado). Cuando sugirió al guionista Barhydt ambientar la acción en 1934, pretendía introducir el tema político: las elecciones de ese año, que sirven de telón de fondo al secuestro, fueron particularmente violentas en la capital de Missouri. Altman quería también introducir el entorno del jazz, en esa época floreciente en una ciudad como Kansas City, que al parecer no había conocido demasiado los efectos de la Depresión ni los de la Prohibición, lo que permitió prosperar a clubs de jazz como ése que ocupa un lugar central en el film, merced a la manga ancha de personajes como “Boss” Pendergast, que también aparece en la película. Y eso, finalmente, le permitió utilizar el jazz, como música ambiental pero sobre todo en el sentido que he tratado de sugerir más arriba. Como dijo el propio Altman en Cannes: “Aquí estaba menos interesado en el argumento y la narración. I was making music… Así que cogimos una canción, el pequeño melodrama de estas dos mujeres sería la letra de la canción, y la rodeamos de música de jazz como si quisiéramos recordarle al público que no debía ver la película literalmente, como es habitual en el cine, sino que debía adoptar la misma actitud que cuando escucha música de jazz”.

Texto:
Antonio Weinrichter, “Kansas City: All that jazz…”, rev. Dirigido, enero 1997.

Fuente: Dossier de Cine Club Universitario/Aula de Cine. Centro de Cultura Contemporánea Universidad de Granada.  

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