Desde la aparición del primero de ellos en 1945, los libros de Pippi Calzaslargas han sido leídos por miles de niños y niñas y jóvenes de todo el mundo. Su protagonista forma parte ya del acervo de personajes inolvidables de la literatura infantil y juvenil. Astrid Lindgren, su autora, una mujer comprometida y pionera en tantos asuntos, tuvo el acierto de idear un personaje a contracorriente, una niña para mayor abundancia, que rompía todos los esquemas que se esperan de la protagonista de una novela destinada al público infantil y juvenil. Era una niña fantasiosa, independiente, atrevida, irreverente, que vivía además sola, con la única compañía de un mono y un caballo. El personaje de Pippi escandalizaba a los mayores, pero fascinaba a niñas y niños. Pocos personajes han alcanzado tal grado de admiración a lo largo de los años. Casi 80 años después aún cabe preguntarse cómo es que aún sigue viva y presente, qué tiene para que siga atrayendo a lectoras y lectores de nuestros días. Reflexionar sobre ello, preguntarse si hoy día es bien visto un personaje tan libre e irrespetuoso, es el objetivo del encuentro en torno a Pippi y su autora.