El humor gráfico —íntimamente vinculado a la ilustración y la caricatura— fue clave para el surgimiento y la evolución de las revistas humorísticas, así como para la aparición de los primeros cómics. Fue también una importante herramienta para que autoras disconformes con las normas establecidas se manifestaran, o ridiculizaran la etiqueta social. Así lo demuestran las viñetas sufragistas, o las sátiras que propusieron dibujantes como Kate Carew, Rose O’Neil o Lou Rogers.
Las ilustradoras españolas también comenzaron a mostrar a través del humor un arquetipo de mujer muy distinto al que se había proyectado hasta entonces, visibilizando un modelo de apariencia y conducta que tomaba distancia del ángel del hogar decimonónico. Algunas artistas como Ana María Smith, Maria Rusiñol, Laura Albéniz, Lola Anglada o Alma Tapia, forjaron sus carreras en la esfera del humor gráfico y la historieta.
Aunque cada vez eran más numerosas, tuvieron que enfrentarse a las críticas y el prejuicio de que las mujeres no tenían sentido del humor o no sabían hacer dibujos mordaces. Sus obras son el testimonio de que el humor sí era un asunto de las mujeres.
Ana Isabel Guzmán Morales
Doctorada por la Universidad de Granada en el programa de Historia y Artes, con su tesis “Ilustradoras en España entre 1850 y 1931: Arte gráfico en prensa y literatura”. Graduada por esta misma Universidad y egresada del máster universitario en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual, de las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Su trayectoria abarca principalmente la investigación en historia del arte del siglo XIX y XX, estudios de género, ilustración, cómic, cine y teoría queer. Cuenta con una amplia experiencia en gestión cultural y comisariado de exposiciones. Ocupó el puesto de coordinadora de Mediación de público adulto y Museo Social en el Departamento de Educación del MNCARS. También fue encargada de mediación y difusión de la Sala Amadís del INJUVE.
Ha disfrutado de diversas becas, entre ellas dos FORMARTE del Ministerio de Cultura —desarrolladas en la Biblioteca Nacional de España y el Museo del Prado— y ha realizado varias estancias de investigación, entre otras como invitada en el Institut National d’Histoire de l’Art de París.