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25 octubre 2024 | 17:30
  • Sala Máxima | Espacio V Centenario

“Kinok” era un nombre compuesto de dos palabras rusas: “Kino” (cine) y “oko” (ojo), para designar un grupo de jóvenes entusiastas, agrupados en torno al joven “Dziga Vertov”, pseudónimo de Denís Abrámovich Káufman, “peonza” en ucraniano (…). El CINE-OJO se comprende como “lo que el ojo no ve”. (…)  La verdad gracias a los medios y las posibilidades del CINE-OJO, es decir, del cine-verdad. (…) Mostrar a las personas sin máscara, sin maquillaje, cogerlas con el ojo de la cámara en el momento en que no actúan, leer sus pensamientos puestos al desnudo por la cámara (…).

 Dziga Vertov, El Cine Ojo, Fundamentos, Madrid, 1973 (extracto)

(…) Y he aquí que un día de primavera de 1918, regreso de la estación. Todavía siento en mis oídos los suspiros, el ruido del tren que se aleja… Alguien jura… Un beso… Alguien grita… Ruido, silbido, voces, campanadas en la estación, respiración de la locomotora… Murmullos, llamadas, adioses… Mientras hago el camino, pienso: es preciso que acabe por encontrar el aparato que no describa sino que inscriba, fotografíe estos sonidos. Si no, resulta imposible organizarlos, montarlos. Se escapan, como se escapa el tiempo ¿Una cámara, quizá? Inscribir lo que se ha visto… Organizar un universo, no audible, sino visible. ¿Quizás está ahí la solución?

Pienso en el CINE-OJO. Nace como un ojo rápido. Después la idea del CINE-OJO se amplia:

CINE-OJO como cine-análisis; CINE-OJO como “teoría de los intervalos”; CINE-OJO como teoría de la relatividad en la pantalla.

            Abolo las 16 imágenes por segundo habituales. A partir de ese momento se convierten en procedimientos habituales de rodaje, junto a las tomas rápidas y de animación, las tomas con cámara móvil y otros procedimientos.

            El CINE-OJO se comprende como “lo que el ojo no ve”, como el microscopio y el telescopio del tiempo; como la posibilidad de ver sin fronteras ni distancias; como el encargo a distancia de un aparato de tomas; como el tele-ojo; como el rayo-ojo; como la “vida de improvisto”.

            Todas estas distintas definiciones se completaban mutuamente, porque el CINE-OJO sobreentendía: todos los medios cinematográficos, todas las invenciones cinematográficas, todos los procedimientos y métodos, todo aquello que podía servir para descubrir y mostrar la verdad.

            No el CINE-OJO por el CINE-OJO, sino la verdad gracias a los medios y las posibilidades del CINE-OJO, es decir, del cine-verdad.

            No a la toma improvista “por la toma improvista”, sino para mostrar a las personas sin máscara, sin maquillaje, cogerlas con el ojo de la cámara en el momento en que no actúan, leer sus pensamientos puestos al desnudo por la cámara.

            El CINE-OJO: posibilidad de hacer visible lo invisible, de iluminar la oscuridad, de poner al desnudo lo enmascarado, de volver lo interpretado no interpretado, de hacer de la mentira verdad.

            El CINE-OJO: unión de la ciencia y de las cualidades cinematográficas, con el fin de batirnos por el desciframiento comunista del mundo; tentativa para mostrar la verdad en la pantalla por el cine-verdad.

Dziga Vertov, El Cine Ojo, Fundamentos, Madrid, 1973 (extracto)

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