“Hal Wallis (el jefe de producción de la Warner Brothers) me dio el guión de EL SARGENTO YORK y me dijo, ‘Si no haces esto, haremos una película de serie B con él’. Yo dije, ‘Esa es una buena manera de decirle a alguien…’. Cuando lo leí, le dije que era casi tan malo como él decía. Y fui a ver a Jesse Lasky (el productor) y le dije, ‘Mira, cierra la puerta y dile a tu secretaria que no pase llamadas, y cuéntame por qué demonios compraste esta historia’. Él me dio mi primer buen trabajo, y yo sabía que tenía mucha vista para las historias. Y me contó una historia completamente diferente de la del guión. Así que le dije, ‘Jesse, haré la película si estás de acuerdo en que haga sólo la historia que acabas de contarme’. ‘Oh, Dios’, dijo. ‘Claro’. Y le dije. ‘Contrataré a Cooper’. Me dijo, ‘No puede ser. Ya lo he intentado’. Así que volví y llamé a Cooper, y le dije, ‘Acabo de hablar con Lasky. ¿No te dio él tu primer trabajo?’. Coop dijo que sí. ‘Bueno’, le dije, ‘no tiene un céntimo, tiene fiebre, necesita un afeitado, y tiene una historia que no te perjudicará si la haces, ni a mí tampoco’. Me dijo, ‘Iré a charlar contigo’. Y vino y me dijo, ‘¿Dónde está ese rifle nuevo que tienes?’. No quería hablar de nada. Al final le dije, ‘Mira, Coop, tenemos que hablar de esto’. Él dijo, ‘¿De qué demonios tenemos que hablar? Sabes que vamos a hacerlo’. Así que le dije, ‘Bueno, ven conmigo, y si yo digo, ‘¿No es así, señor Cooper?’, tú dices ‘Ajá’. Así que fuimos a ver a Hal Wallis, y yo dije, ‘Haremos la película si se queda a un lado y no interfiere. ¿No es así, señor Cooper?’, ‘Ajá’. ‘Vamos a cambiar la trama, la historia en general. ¿No es así, señor Cooper?’, ‘Ajá’. ‘Voy a utilizar a Johnny Huston como escritor’.
Bueno, tuvieron que decir que sí, y empezamos a trabajar en ello. Ibamos sólo a unos tres días de distancia de lo que escribía Johnny Huston. Me encontré con Jack Warner un día, y le dije, ‘Aunque no puedas venir a hablar conmigo, ¿no podrías escribirme una nota diciéndome qué te parece, si es horrible o es muy buena?’. Me dijo, ‘No la he visto’. Así que le dije, ‘Bueno, pues voy a sentarme en el plató y no voy a hacer una maldita toma hasta que vayas y la veas’. Volvió corriendo y me dijo, ‘¡Dios mío, es la mejor película que he visto en mi vida! ¿Qué quieres?’ Le dije, ‘Sencillamente, lo mismo que ya tengo… quédese a un lado y no nos moleste. Pero vea la película’. Así que la hicimos, y yo la corté, y la mandé directamente al cortador de negativos.”
Howard Hawks
Ambientado entre los años 1916 y 1918, EL SARGENTO YORK cuenta la juventud disoluta, la conversión religiosa y la participación bélica de un héroe de la I Guerra Mundial, Alvin C. York. Pero lo hace pensando sobre todo en la guerra que en 1941 se estaba librando en Europa todavía sin la participación de los Estados Unidos. Esto no hace de él, programáticamente, un film de propaganda destinado a convencer a los norteamericanos de la oportunidad de entrar en guerra junto a los aliados, como era evidente sobre todo en el primer tratamiento de guión, firmado por Abem Finkel y Harry Chandlee, revisado después con la intervención de John Huston y del experto Howard Kock, ya autor de “Orson Welles Radio Drama The War of the Worlds” y futuro coguionista de Casablanca (id, 1942, Michael Curtiz).
Aldo Viganò lleva a cabo un análisis del estilo, momentos y temáticas hawksianos presentes en EL SARGENTO YORK, en sus palabras:
- la primera parte del film tiene momentos exquisitamente hawksianos, sobre todo en la insistencia de construir los encuadres a la altura del hombre, y por el tono de comedia como contrapunto de los sermones del pastor Walter Brennan y de las relaciones entre los dos enamorados: con ella siempre dispuesta a tomar la iniciativa ante la reticencia de él.
- tras la rápida descripción de la relación de amistad (tema también muy hawksiano) entre el campesino (Alvin) y el jovencito de ciudad (el soldado Pusher, interpretado por George Tobias), la película se abre a la narración de los hechos bélicos, con al menos una gran escena de acción que Hawks sabe gestionar muy bien sobre la línea que separa la tragedia de la comedia, la violencia de la guerra de trincheras (el ataque al puesto enemigo inexorablemente punteada por la representación de la muerte) con su parodia (la hazaña solitaria de Alvin York, que se encuentra con ciento treinta y dos prisioneros que nadie quiere), gracias sobre todo a su proverbial culto a la evidencia cinematográfica.
Este es el estilo de Hawks, donde los hechos y las acciones, los personajes y sus relaciones humanas, incluso la vida y la muerte, aparecen siempre claras y precisas en la pantalla, absolutamente privadas de retórica.
Clara y admirable es su destreza para mostrar la falta de horizontes de los habitantes del valle, por medio de unas secuencias que respiran a la vez sordidez y vitalidad. Este documental humano del valle, estas estampas rurales, esta observación de un modo de vida, irá dejándose a un lado para mostrar, según José María Latorre, cómo todo lo vivido con anterioridad por York le sirve en el cuartel y en la guerra para aplicar eso que algunos individuos denominan “sentido común” (aunque ellos mismos parezcan desconocerlo), así como su ingenuidad y su habilidad para disparar con el rifle, combinándolos con un curioso sentido de la trascendencia.
Alvin York, convertido a la lectura de la Biblia, descubre que no hay que matar a ningún ser humano. Entonces, ¿Cómo conciliarlo con el hecho de ser llamado a filas para ir a combatir contra los alemanes en el frente de Francia? Para ello se recurre a transformar la creencia de York en un discurso sobre la democracia. impartido, primero, por un oficial en un cuartel, con la ayuda de la figura de Daniel Boone y un libro sobre la historia de América, y, luego, apoyado visualmente sobre unos planos del personaje reflexionando en lo alto de una montaña. De manera que el salto del primitivismo religioso al descubrimiento del sentido democrático aparece recorrido por un mismo aire místico: es el descubrimiento, por parte de York, de que hay dos caminos para llegar al mismo fin. Alvin York es un visionario, un trascendente sin saberlo, en tanto que da el salto de la Biblia a las páginas de una historia de América, sin ser plenamente consciente de ello.
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Ficha Técnica:
- Año.- 1941.
- Duración.- 128 minutos.
- País.- EE.UU.
- Género.- Drama.
- Título Original.- Sergeant York.
- Director.- Howard Hawks.
- Argumento.- El diario del soldado Alvin C. York, editado por Tom Skeyhill.
- Guión.- Abem Finkell, Harry Chandlee, Howard Koch y John Huston.
- Fotografía.- Sol Polito (B/N).
- Montaje.- William Holmes.
- Música.- Max Steiner.
- Productor.- Hal B. Wallis, Jesse L. Lasky y Howard Hawks.
- Producción.- Warner Bros.
- Intérpretes.- Gary Cooper (Alvin C. York), Walter Brennan (Rosier Pile), Joan Leslie (Gracie Williams), George Tobias (Pusher Ross), Stanley Ridges (comandante Buxton), Margaret Wycherly (sra. York), Ward Bond (Ike Botkin), Noah Beery Jr. (Buck Lipscomb), June Lockhart (Rosie York).
- Sinopsis.- Alvin C. York (Gary Cooper) es un joven y trabajador campesino que vive en una de las numerosas granjas de los montes de Cumberland, en el estado de Tennessee. Sólo tiene un defecto: la bebida. Alvin está enamorado de una muchacha, cuya familia de clase alta impide el matrimonio. (FILMAFFINITY)
- Premios.- 2 Oscars: Actor principal y Montaje. 9 Candidaturas: Película, Director, Guión, Fotografía, Música, Actor de reparto (Walter Brennan), Actriz de reparto (Margaret Wycherly), Dirección Artística (John Hughes y Fred MacLean) y Sonido (Nathan Levinson).
Apuntes y Curiosidades:
- EL SARGENTO YORK fue rodado entre febrero y mayo de 1941, en gran parte en los estudios de la Warner Bros y con unos pocos exteriores en Tennessee. Estrenado en septiembre en las pantallas americanas (tras un preestreno neoyorquino el 2 de julio), el film obtuvo de inmediato un gran éxito que se incrementó a causa de los sucesos que siguieron al ataque de Pearl Harbor, y avalado por el Oscar a Gary Cooper, aparte de nominaciones en todas las categorías más importantes del premio anual de la Academia. Con un coste de en torno a un millón y medio de dólares, EL SARGENTO YORK recaudó solo en los EE.UU. más de dieciséis millones, a los cuales se añadieron después los recaudados en el extranjero, ya en la posguerra (en España fue proyectado en abril de 1947). En suma, EL SARGENTO YORK ha sido sin duda el mayor éxito de público de Howard Hawks.
Fuentes:
- Aldo Viganò, “El sargento York”, dossier “Howard Hawks” 2ª parte, junio 2013.
- Dossier del Cine Club Universitario. Centro de Cultura Contemporánea. Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deporte. Universidad de Granada.
- FILMAFFINITY.
- José María Latorre, rev. Dirigido, noviembre 2009.
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Muchas Gracias.
Adrián De La Fuente Lucena