Fecha y Hora: Viernes 19. 21’30 h. Lugar: Aula Magna de la Facultad de Ciencias.
Ciclo “YO ESTUVE EN EL ESTRENO” (CLÁSICOS FUTUROS IV). Centro de Cultura Contemporánea – Cine Club. Universidad de Granada.
Año de estreno: (1992). País: EE.UU.
Duración: 102 min. Género: Sátira Política. Falso documental.
Cartel de la película. |
Título Orig.- Bob Roberts. Director y Guión.- Tim Robbins. Fotografía.- Jean Lépine (Technicolor). Montaje.- Lisa Zeno Churgin. Música.- David Robbins. Productor.- Forrest Murray. Producción.- Live Entertainment – Miramax Films – Polygram Entertainment – Working Title Films para Paramount Pictures. Intérpretes.- Tim Robbins (Bob Roberts), Giancarlo Esposito (Bugs Raplin), Ray Wise (Chet McGregor), Rebecca Jenkins (Delores Perrigrew), Alan Rickman (Lukas Hart III), James Spader (Chuck Marlin), Helen Hunt (Rose Pondell), Susan Sarandon (Tawna Titan), Fred Ward (Chip Daley), David Strathairn (Mack Laffin), Peter Gallagher (Dan Riley), Pamela Reed (Carol Cruise). v.o.s.e.
Música de sala:
Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1940) de Orson Welles
Banda sonora original de Bernard Herrmann
Valoración:
“Deslumbrante y audaz ópera prima la de Tim Robbins, sátira enérgica y feroz de la realidad norteamericana contemporánea. CIUDADANO BOB ROBERTS es una obra maestra del cine contestatario, un contundente puñetazo al más hipócrita conservadurismo estadounidense. Robbins nos describe la escalofriante ascensión de un carismático político, Bob Roberts, para senador del Estado de Pennsylvania, un yuppy cínico y fascista, un maquiavélico businessman, que reniega de los valores de las generaciones pacifistas e izquierdistas pero que no duda en utilizar las “armas” de sus enemigos, la canción folk, para propugnar mensajes que a Bob Dylan provocarían arcadas de muerte: Roberts adjudica la responsabilidad de los males de América a los parados, los drogadictos y demás marginados del milagro económico, mientras él mismo trajina oscuramente en todo tipo de tráficos ilícitos”.
Texto:
Daniel Monzón, rev. Fotogramas, diciembre 1992.
Trailer de CIUDADANO BOB ROBERTS (1992)
Temática:
“Bob Roberts es un entusiasta de la esgrima, poeta, cantante folk, hombre de negocios y candidato republicano a senador por Pensilvania. Terry Manchester es un documentalista británico que realiza una película sobre la campaña electoral de Roberts. Ni Roberts ni Manchester existen en realidad. A Roberts lo interpreta un actor suficientemente conocido, Tim Robbins, director asimismo de la película de ficción que escenifica la película documental. A Manchester lo incorpora Brian Murray, un actor bastante menos conocido de origen sudafricano. CIUDADANO BOB ROBERTS se presenta en los créditos del comienzo como “un documental de Terry Manchester”, por lo que se acoge a la modalidad del falso documental asumiendo desde el primer momento el engaño, a diferencia de otros títulos pertenecientes a esta hibridación, ya que el espectador reconoce a los actores (Robbins, Alan Rickman, James Spader, Ray Wise, David Strathairn, Giancarlo Esposito, Jack Black, Susan Sarandon, Helen Hunt, Peter Gallagher, Fred Ward, John Cusack). En todo caso, mejor considerarlo un film con estructura de reportaje televisivo: la personalidad de Bob Roberts, el característico político reaccionario y populista, es mostrada a través de la campaña electoral trufada de entrevistas, los mítines, conciertos, visitas a hospitales, reuniones con sus colaboradores, entrevistas breves con familiares y amigos que nos reconstruyen parte de su infancia y juventud, videoclips de sus canciones, comentarios informativos, recortes de prensa, debates televisivos con el senador Paiste, su oponente (encarnado por el escritor Gore Vidal), que también es entrevistado varias veces a lo largo del film-reportaje, las charlas de Manchestercon Bugs Raplin (Giancarlo Esposito), activista de izquierdas y azote de Roberts, y la voz del narrador que explica detalles más íntimos de su vida en primera persona, opinando más que informando. De este modo se obtiene un retrato poliédrico de la personalidad de Roberts: el falso documental se limita aparentemente a informar, pero la película de Robbins que cobija a ese documental es una crítica acerada planteada siempre desde la ironía en torno a determinados fenómenos políticos, sociales y culturales estadounidenses. El film fue realizado en 1992, poco después de la primera guerra del Golfo, y aunque se ceba en la política del Partido Republicano (George Bush padre llevaba entonces las riendas de la Casa Blanca), procura una radiografía más amplia sobre el poder político en tiempos de esquivas y sintomáticas democracias.
Robbins, en calidad de guionista, modela con inteligencia su personaje. Carga las tintas deliberadamente, presentándolo como un tipo contrario a las drogas, los indigentes, el aborto, los comunistas, los árabes y los hippies, favorable a la bomba nuclear y a la idea tradicionalista de la familia; nada que no contemplen los presidentes republicanos que ha tenido el país en las últimas décadas. Pero Roberts, o sus asesores, se reserva un as en la manga. Su idea es la de convertirse en el conservador rebelde. La opción maquiavélica del personaje, para la que dispone de una poderosa maquinaria mediática, es la de adoptar la imagen y la manera de pensar de un rebelde para reescribir la historia americana de los sesenta. Esa es la interpretación que da una entrevistadora de raza negra, la única que se enfrenta a Roberts a lo largo de todo el metraje. Y pone el dedo en la llaga: el protagonista domestica la vieja rebeldía contestataria y pone en la picota con inteligencia algunos códigos de valores sobre los que se ha cimentado la historia estadounidense reciente”.
Texto:
Quim Casas, “El conservador rebelde: Ciudadano Bob Roberts”,
en dossier “Cine U.S.A. y política”, rev. Dirigido, febrero 2009.
Fuente: Dossier de Cine Club Universitario/Aula de Cine. Centro de Cultura Contemporánea – Universidad de Granada.