EL QUINTETO DE LA MUERTE (1955)

Área de Cine y Audiovisual

Palabra de Mackendrick

El quinteto de la muerte también está concebida como un dibujo animado y es una especie de parodia del derrumbamiento del Imperio Británico. La historia de la anciana va en ese mismo sentido. Vive en una casa dañada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y en un cierto sentido, su historia es la del Imperio. Pero ni durante la escritura del guión, ni durante la realización de la película, hablamos en ningún momento de eso. Estaba latente, pero nunca lo expusimos explícitamente. Probablemente, si lo hubiéramos hecho, hubiéramos sido incapaces de hacer la película.”

Alexander Mackendrick

Presentación

CCU-ciclo-febrero17b    Hoy martes, 14 de Febrero de 2017, a las 21:00 horas, el ciclo “Maestros del Cine Clásico (X): El cine de Alexander Mackendrick” nos ofrece la película “El quinteto de la muerte (1955)”, en la Sala Máxima (Antigua Facultad de Medicina). Entrada libre hasta completar aforo.

   El ciclo está organizado por el Área de Cine y Audiovisual (Cine Club Universitario / Aula de Cine) de La Madraza.Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada y cada una de las películas que lo componen se proyectan en versión original en inglés con subtítulos en español.

Humor negro escondido en terror: El quinteto de la muerte

   Salvando las distancias, El quinteto de la muerte hace con la comedia algo parecido a lo que hacía El hombre vestido de blanco: la subvierte de forma sutil. La anciana sra. Wilberforce (Katie Johnson) alquila una habitación al profesor Marcus (Alec Guinness), un amable caballero que, en realidad, es el jefe de una banda de delincuentes, los cuales usan el domicilio de la vieja dama como tapadera para preparar un atraco. Al principio del relato, la sra. Wilberforce parece responder a aquello que suele conocerse como una adorable ancianita. Más adelante, cuando el profesor Marcus se presenta por primera vez en la vivienda de la anciana, Mackendrick planifica el acecho y posterior presentación ante la sra. Wilberforce de este personaje recurriendo a una iconografía visual característica del thriller o el cine de terror: la planificación nos destaca la sombra o la efigie a contraluz de Marcus, proyectándose siniestramente en paredes, ventanas o tras el cristal opaco de la puerta de entrada a la casa de la anciana; en primer plano, Marcus surge de la penumbra: la caracterización de Alec Guinness -mirada sibilina, dicción impostada, dientes sobresalidos- le confiere cierto aire monstruoso. La información posterior, que nos confirma que Marcus es, efectivamente, un hombre de cuidado, un atracador que está preparando un golpe junto a cuatro compinches de aspecto sospechoso, parece indicarnos que la pobre señora corre un serio peligro teniendo a esos hombres bajo su techo. Pues no. Lo que al final acaba contando El quinteto de la muerte es justo lo contrario: que son esos criminales los que no saben a qué se enfrentan por culpa de la sra. Wilberforce, la cual bajo su apariencia de dulce e indefensa mujer mayor esconde una auténtica bestia salvaje que acabará logrando que todos esos hombres se maten entre sí y quedándose ella solita con el substancioso botín sustraído por los ladrones. Lo más gracioso del asunto reside en que la sra. Wilberforce nunca es consciente de su propia e intransferible monstruosidad.

ladykill

   Además de una excepcional pieza de humor negro, El quinteto de la muerte acaba siendo un implacable discurso sobre la monstruosidad que se esconde, al acecho y sedienta de sangre, incluso tras la más dulce e inofensiva de las apariencias.

   Además de la imposibilidad de escapar de las garras de los valores victorianos, con la sra. Wilberforce representando el tipo de conservadurismo sofocante que hace que muchos jóvenes se vean empujados a pensar en el asesinato.

La estética del cómic y de la animación en El quinteto de la muerte

«El Mayor, un timador, es una caricatura de la decadente clase militar en el poder. One Round es el representante lerdo de las masas británicas. Harry es el espabiladillo, representante de una generación más joven pero, a la postre, inútil. Louis es el extranjero peligroso sin asimilar. Todos ellos suponen una traducción al cartoon de una Gran Bretaña corrupta«.

Alexander Mackendrick

   Cada uno de los cinco integrantes de la banda se define por una única y estereotipada cualidad: el cerebro, el músculo, la agresividad, la hipocresía y una cierta estupidez juvenil.

   Y a cada uno de ellos le corresponde un color determinado que es una traducción de su carácter y que sirve para subrayar las diferencias (a un nivel exclusivamente visual) entre la banda y la anciana: Louis es negro y verdigris, el profesor está enmohecido a base de marrones y sombras polvorientas, a Harry se le permiten colores un poco más brillantes, y One Round es sencillamente un gris gigantesco. Y la sra. Wilberforce en llamativos tonos pastel.

   Los colores también contribuyen a la hora de marcar semánticamente los espacios: el rojo chillón para la habitación donde los ladrones planean el atraco, y los tonos pastel para el saloncito donde la abuela sirve el té. Tanto el diseño de la casa (con sus paredes torcidas y sus interiores recargados) como su ubicación (al final de la calle, apartada de las demás y estratégicamente situada sobre la vías del tren) nos hablan también de unos espacios profundamente estilizados que se convierten así en el recipiente idóneo donde encerrar a unos personajes fuertemente caricaturizados (sobre todo a través de una interpretación antinaturalista).

   Unas caricaturas que van a recibir, además, un tratamiento muy similar al que reciben los personajes del cómic. Por ejemplo, a la hora de representar la violencia el relato apuesta por una simplicidad muy de tebeo: la gente es golpeada en la cabeza, o empujada desde lo alto de un tejado, y muere instantáneamente: nada de sangre o extremidades amputadas que puedan estropear el chiste… y, como en los dibujos animados, algunos personajes están diseñados para ser inmunes al dolor. La sra. Wilberforce es tan invulnerable como Piolín o el Correcaminos.

el-quinteto-de-la-muerte   Siendo cierta la apreciación de que los personajes de carne y hueso están moldeados al estilo de los dibujos animados, El quinteto de la muerte tiene muchos otros elementos relacionados con la estética de la animación. El sonido es uno de ellos. La violencia física es mostrada o bien de manera elíptica -los ladrones se van matando entre ellos cuando el humo de una locomotora que pasa por debajo del puente cercano a la casa esconde a los personajes del objetivo de la cámara- o bien con sonido característico y caricaturesco de cartoon: el golpe que One Round le da a Harry con una tabla de madera fuera de campo, por ejemplo, o la misma concepción sonora del interior de la casa. En la segunda secuencia del film, cuando la hasta ahora misteriosa y anónima figura de Marcus da vueltas alrededor de la vivienda mientras la anciana realiza sus tareas habituales, Mackendrick logra un fascinante ballet audiovisual mediante la combinación de travellings y el uso cómico y dramático a la vez de los muchos sonidos que caben en el plano: el silbato lejano de los trenes, el agua corriente, el parloteo de los loros, el timbre de la puerta al ser accionado y el ruido de las atascadas cañerías de la cocina, que sólo se ponen en marcha después de que la señora Wilberforce las golpee con un mazo.

   El quinteto de la muerte viene a suponer algo así como la confirmación definitiva de que la obra de Mackendrick se sitúa voluntariamente en las antípodas del realismo. Empezando por los personajes y siguiendo por los espacios, el tratamiento onomatopéyico del sonido, el trabajo con los colores o la elíptica representación de la muerte, todo remite a esa codificada manera de hacer del cómic.

the-ladykillersFicha Técnica

 

  • Año.- 1955.
  • Duración.- 96 minutos.
  • País.- Gran Bretaña.
  • Género.- Comedia negra.
  • Título Original.- The ladykillers.
  • Director.- Alexander Mackendrick. 
  • Guión.- William Rose.  
  • Fotografía.- Otto Heller (C).  
  • Montaje.- Jack Harris. 
  • Música.- Tristam Cary. 
  • Productor.- Michael Balcon.  
  • Producción.- Ealing Studios.
  • Intérpretes.- Alec Guinness (profesor Marcus), Katie Johnson (sra. Wilberforce), Cecil Parker (mayor Courtney), Herbert Lom (Louis), Peter Sellers (Harry), Danny Green (One Round), Jack Warner (jefe de policía), Phili Stainton (sargento de policía), Helene Burls (Hypatia), Edie Martin (Lettice), Evelyn Kerry (Amelia).
  • Premios.- 1 candidatura a los Oscars: Guión Original.

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    Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario / Aula de Cine.