CHANTAJE CONTRA UNA MUJER (1962)

Área de Cine y Audiovisual

Presentación

recuerdai   Hoy, a las 21:00 horas, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, prosigue el ciclo Recuerda (I): Grandes películas olvidadas de la Historia del Cine con la proyección de Chantaje contra una mujer (1962), conmemorando el centenario del nacimiento de Glenn Ford.

   El ciclo está organizado por el Área de Cine y Audiovisual (Cine Club Universitario / Aula de Cine) de La Madraza. Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada y cada una de las películas que lo componen se proyectan en versión original en inglés con subtítulos en español.

   El Precio normal de la entrada son 2 €; precio con carnet del Cineclub, 1,50 € y abono 10 sesiones, 9 €.

Palabra de la crítica

   «[CHANTAJE CONTRA UN MUJER y El cabo del terror] servían como motivo para reflejar el temor de la nueva burguesía norteamericana a la pérdida de sus propiedades y a la invasión de su incrementado status de vida…y ponían el acento sobre la indefensión de la institución familiar -el film de Thompson- o sobre la fragilidad de la presunta víctima frente a la amenaza del potencial asesino -el film de Edwards-«.

José María Latorre y Javier Coma

Un experimento: CHANTAJE CONTRA UNA MUJER

   Tras el enorme éxito de Desayuno con diamantes, Blake Edwards había conseguido una cómoda situación dentro de la industria de Hollywood lo que le permitió realizar consecutivamente, a principio de los 60, dos películas alejadas, en primera instancia, de su universo temático y estilística de comedias sofisticadas, dos intentos de experimentos sobre otros géneros que contienen algunos de los elementos menos usuales en la trayectoria del realizador. CHANTAJE CONTRA UNA MUJER  y Días de vino y rosas parten de temas bien distintos –el asedio de un psicópata a una mujer, en el primer caso, la decadencia de un matrimonio de clase media víctima del alcohol, en el segundo- y fueron financiadas por estudios distintos, Columbia y Warner respectivamente, siendo el thriller claustrofóbico un proyecto personal de Edwards y el melodrama etílico un encargo que le llegó de manos de Jack Lemmon. Sin embargo, las dos películas tienen demasiados elementos coincidentes como para no considerarlas fruto de una situación y unos intereses comunes: Lee Remick es la protagonista femenina de los dos films, ambos se desarrollan en la peculiar geografía urbana de San Francisco, cuentan con una antológica fotografía de Philip Lathrop, no están filmados en formato scope y son los dos únicos títulos en toda su filmografía rodados en blanco y negro, aspecto que resulta muy determinante.

chantaje_contra_una_mujer   El blanco y negro de CHANTAJE CONTRA UNA MUJER y de Días de vino y rosas, contrastado con similar intensidad de brillos y dominado por los claroscuros que ilustran peripecias equidistantes, temáticamente hablando, pero coincidentes en su íntima desazón, no resulta una anécdota en la carrera del director. En dos películas donde dominan los primeros planos casi extenuantes sobre los actores en situación límiteLee Remick intentando averiguar en la oscuridad de su apartamento dónde se encuentra el asmático asesino, Lemmon atado a una mesa para secarse tras otra noche de excesos con la bebida-, el blanco y negro de Lathrop, en claustrofóbico formato casi cuadrado, profundiza aún más en la tensión interna que se respira de manera similar en los dos relatos, recrudece las formas ciudadanas de un San Francisco que en pocas ocasiones se ha contemplado mejor y otorga una especial fotogenia al rostro de los actores, concretamente a una Lee Remick convertida en ambas ocasiones en una especie de icono inalcanzable que se altera o denigra por culpa de los demás, un asesino psicópata o un marido que la incita a la bebida.

CHANTAJE CONTRA UNA MUJER: Dos películas

chantaje_contra_una_mujer   CHANTAJE CONTRA UNA MUJER muestra enseguida el rostro del criminal porque se trata de un film investigación y en él conviven dos películas que si llegan a armonizar es gracias a la magnífica puesta en imágenes de su realizador, ayudado por su espléndida fotografía. La primera narra la historia de la cajera de un banco, Kelly Sherwood (Lee Remick), obligada por un criminal asmático, Red Lynch (Ross Martin), a robar cien mil dólares en su centro de trabajo para entregárselos, bajo la amenaza de matarla a ella o a su hermana Toby (Stefanie Powers). La otra, es un documento de tono realista dedicado a mostrar el paso a paso en el progreso de la investigación que lleva a cabo el agente Ripley (Glenn Ford) y la eficacia de los métodos de trabajo del FBI. El estilo de Edwards sabe hacer convivir sin fisuras el documento policíaco, cercano el estilo de ciertas producciones de los 50, con el thriller de características avanzadamente psicóticas.

Más peculiaridades de CHANTAJE CONTRA UNA MUJER

chantaje_contra_una_mujer   Es bien sabido que el cine negro y/o de misterio se nutre muchas veces de arquetipos, pero en esta ocasión no se trata de eso. Una vez presentado el nudo y los personajes que van a formar parte de él, nada sabremos sobre el antes y el después de su vida pretérita. No existe ninguna introspección, a tal efecto, ni valoración o juicio alguno de la vida de los mismos. Y el ejemplo más claro (y significativo) lo tenemos en el de John Ripley, el cual es un profesional concienzudo pero que carece de olfato. No tiene intuición. Incluso presume que nunca había usado su pistola. No tiene ni carisma ni empatía con sus compañeros e incluso adolece del talento necesario para abordar la investigación. Es más, en el film desconoceremos totalmente sus inquietudes o vida personal (olvidemos por tanto el pretendido romance con la chica protagonista). Únicamente se presta para el trabajo, sentado en su mesa casi vacía, si no es por el teléfono. Se muestra apático, diligente y excesivamente formal ante la mujer oriental relacionada con Lynch, Lisa Soong (Anita Loo) y su hijo, y no cede ni a las intenciones seductoras de la diseñadora de maniquíes Nancy Asthon (Patricia Huston). Es por eso que el triunfo final de sus pesquisas obedece, en cierto sentido, a la combinación del factor suerte y la revelación de forma de soplo. Por el contrario, su oponente, el asmático villano que encarna a la perfección Ross Martin, se mueve con astucia (es el único personaje que confiere el sentido del ritmo a la acción) y posee un alto nivel de información sobre sus victimas y allegados. Incluso ha dejado un par de asesinatos previos por un camino que ha trazado carente de pistas gracias a la complejidad de los mismos y a la falta de móviles. La idiosincrasia burocrática de la tarea de Ripley es sumamente inocente frente a un asesino que se mueve adoptando diferentes rostros y que es incluso capaz de vestirse de mujer para ocultarse. Pero por otra parte, ese mismo asesino muestra un lado oculto de la personalidad del criminal que no puede resultar más llamativo habiendo visto su conducta previa: es la relación que mantiene con Lisa, a cuyo hijo enfermo ha ayudado para ser intervenido quirúrgicamente: se introduce así un toque de ternura, inesperado por cuanto se separa de la historia policial.

Conclusión

   CHANTAJE CONTRA UNA MUJER resulta, por tanto, un magnífico trabajo que aúna en su interior los suficientes vectores de relato policiaco, de misterio y de cine negro como para engrosar las filas de las películas sumamente interesantes, además de anticipar con genuino acierto algunos de los modos narrativos que estaban por venir a partir de ese momento. Y es que el film de Edwards supone una notable influencia para posteriores realizaciones, desde esos momentos que pueden remitir al cine de ambigua interpretación realizado por Don Siegel en los años 60 y 70 con Harry el sucio (Dirty Harry,1971) a la cabeza, pasando por Domingo negro (Black sunday, 1977) de John Frankenheimer y llegando incluso al Zodiac (id., 2007) de David Fincher que, a parte de homenajear al asesino del film de Edwards en un momento dado, juega de igual modo con el tiempo narrativo.

Ficha Técnica

  • experiment_in_terrorAño.- 1962.
  • Duración.- 120 minutos.
  • País.- EE.UU.
  • Género.- Cine Negro.
  • Título Original.- Experiment in terror.
  • Director.- Blake Edwards. 
  • Argumento.- La novela “Operation Terror” (1961) de The Gordons.
  • Guión.- Gordon & Mildred Gordon.  
  • Fotografía.- Philip Lathrop (1.85:1 – B/N).  
  • Montaje.- Patrick McCormack. 
  • Música.- Henry Mancini. 
  • Productor.- Blake Edwards & Don Peters.  
  • Producción.- Geoffrey-Kate Productions para Columbia.
  • Intérpretes.- Glenn Ford (John Ripley), Lee Remick (Kelly Sherwood), Stephanie Powers (Toby Sherwood), Ross Martin (Red Lynch), Roy Poole (Brad), Ned Glass (Popcorn), Anita Loo (Lisa Soong), Patricia Huston (Nancy Ashton), Gilbert Green (agente especial), Clifton James (capitán Moreno), William Sharon (director del banco).

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   Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario.