CAPITÁN CONAN

Publicado el 26 abril, 2013

Fecha y Hora: Viernes  26.  21’30 h.  Lugar: Aula Magna de la Facultad de Ciencias.  
Ciclo  “YO ESTUVE EN EL ESTRENO” (CLÁSICOS FUTUROS IV). Centro de Cultura Contemporánea Cine Club. Universidad de Granada.  


Año de estreno:1996. País: Francia.            
Duración: 129 min. Género: Bélico. Drama.

Cartel de la película.

Título Orig.- Capitaine Conan.  Director.- Bertrand Tavernier. Argumento.- La novela homónima (1934) de Roger Vercel. Guión.- Jean Cosmos y Bertrand Tavernier.  Fotografía.- Alain Choquart (DeLuxe – Super 35).  Montaje.- Luce Grunenaldt.  Música.- Oswald D’Andrea.  Productor.- Alain Sarde y Frédéric Bourboulon.  Producción.- Les Films Sarde – Little Bear –TF1 Films.  Intérpretes.-  Philippe Torreton (capitán Conan), Samuel Le Bihan (Norbert), Bernard Le Coq (teniente De Sceve), Catherine Rich (Madeleine Erlane), François Berléand (comandante Bouvier), Claude Rich (general Pitar)  v.o.s.e.

Festival de San Sebastián: Premio de la Crítica Internacional y Premio Solidaridad. Mención especial a la Dirección Artística (Guy-Claude François). Candidata a la Concha de Oro.
Música de sala: Hermanos de sangre (Band of brothers, 2001). 

Banda sonora original de Michael Kamen.

Trailer de Capitán Conan (1996).

 

Temática:

   “Hay que buscar en la letra pequeña de los libros de historia para encontrar alguna referencia al Ejército de Oriente que Francia mantuvo a orillas del Danubio para combatir contra austríacos, búlgaros, turcos y alemanes en un segundo frente que París siempre menospreció. Sin embargo, Bertrand Tavernier tenía la asignatura pendiente de rodar un film sobre este episodio borrado de la historiografía oficial desde que, en edad todavía adolescente, leyó el libro con el que Roger Vercel, un profesor francés que había combatido en este ejército, obtuvo el Premio Goncourt en 1934. De corte indirectamente autobiográfico, “Capitán Conan” tenía como protagonista a un rudo oficial de un cuerpo especial del ejército que fascinó al joven intelectual -alter ego de Vercel- que luchó a su lado e, indudablemente, remitía al tema que el cineasta francés había abordado en La vida y nada más pero, sobre todo, en La guerre sans nom, su excelente documental sobre la guerra de Argelia”. 

Texto:
Esteve Riambau, “Capitán Conan: el último día de la guerra”, rev. Dirigido, abril 1997
  

Valoración:

   “La constante que une a los tres films es que no hablan tanto de la guerra como de sus consecuencias, de aquellos períodos o hechos que muestran el carácter excepcionalmente absurdo de unos conflictos que, a la vez, generan comportamientos individuales que, una vez desprovistos de su contexto, pierden definitivamente todo sentido. Del mismo modo que el personaje del oficial interpretado por Philippe Noiret en La vida y nada más hacía exhaustivos balances de desaparecidos en combate junto a una mujer que lo único que pretendía era saber si su marido había muerto, los ex-combatientes de La guerre sans nom deben enfrentarse a la paradoja de haber luchado, e incluso ser heridos, en una guerra que el Estados francés jamás ha reconocido como tal. El caso de CAPITÁN CONAN es similar. A pesar de que el armisticio se firmó oficialmente en noviembre de 1918, sólo el prólogo del film de Tavernier muestra la última ofensiva realizada antes de la capitulación de Alemania. Los meses restantes -prácticamente un año- que los componentes de ese Ejército de Oriente deambularon por Rumanía y Bulgaria e incluso se enfrentaron a tropas soviéticas para impedir una propagación del bolchevismo, no forman parte de la historia oficial aunque un monumento funerario -quién sabe si esculpido por alguno de los artesanos a los que aludía La vida y nada más-, erigido en un parque de Bucarest como tributo a los caídos, hace constar la fecha 1914-1919″.

   “Tavernier, con un dominio de la narración amplia y las escenas de acción masiva que no es frecuente (o posible) en los directores europeos, consigue plenamente lo que se propone, un fresco bélico donde la brillantez de los combates es arrolladora pero no ahoga la respiración de los personajes que viven en el interior de las tiendas de campaña y los despachos del alto mando y están todos magníficamente delineados. La belleza material de las escenas de trinchera y transporte militar -con esos trenes nocturnos que cruzan como naves a la deriva pequeñas estaciones bañadas en una luz azul de fantasmagoría- llega a ser emocionante, y también la trepidación sin fisuras de las dos grandes batallas de la película, la primera muy diurna, en dos jornadas, con sus cargas a caballo y su matanza a bayoneta, y la final junto al río, con ametralladoras y bombas que a veces dejan salir de su humareda, como aparecidos, a los pocos supervivientes”.

Texto:
Vicente Molina Foix, “Capitán Conan”, en “Críticas”, rev. Fotogramas, mayo 1997
   “Tavernier, como en las obras de este periodo, desde Ley 627 (L. 627, 1992), opta por un estilo que interfiera lo menos posible, exponiendo hechos, como si fuera un documento de realidad. No es neutralidad objetiva, es una distancia que busca la amplitud de perspectivas. Por ejemplo, el título alude a quien es el corazón de la película, pero rehuye en todo momento que sea el centro del punto de vista, alternando protagonismos, en especial Norbert(Samuel Le Bihan), profesor antes de la guerra y perteneciente al cuerpo jurídico, buscando la visión de conjunto”.
Texto:
Alexander Zarate, “Tavernier, un cineasta a reconsiderar: Capitán Conan”, en “Flashback”,
Rev. Dirigido, febrero 2010

Fuente: Dossier de Cine Club Universitario/Aula de Cine. Centro de Cultura Contemporánea Universidad de Granada.  

Vídeos del coloquio acerca de Capitán Conan (1996) en el programa ¡Qué grande es el cine!

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