Sólo para hombres (1960)

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

Película enmarcada en el ciclo dedicado a LA COMEDIA CLÁSICA ESPAÑOLA, segunda entrega de nuestra sección (RE)DESCUBRIR EL CINE ESPAÑOL, realizado en FEBRERO 2015.

¿Qué opinión tiene ahora, años después, de tres de sus películas que guardan una cierta relación entre sí, como son La vida por delante, La vida alrededor y SÓLO PARA HOMBRES?

– “En SÓLO PARA HOMBRES hay una cosa que siempre me resulta decepcionante. SÓLO PARA HOMBRES es una película en la que el proyecto sí parte de mí. Pero en color. Además quería ver si yo podía hacer un papel, que a mí no me gustaba nada, que era el del protagonista, y hacer una coproducción en la que el papel de la protagonista, que era más brillante, lo interpretase una actriz francesa o italiana. Esto era lo que yo proponía como proyecto. Mi única idea en aquella película era que me gustaba mucho reproducir en color el mundo de final de siglo español, madrileño concretamente, y que veía la posibilidad de hacer una coproducción que sigue siendo el camino que todo el mundo encuentra para el cine español. Ahora todo el mundo sigue diciendo: ‘¡Ay, si hiciéramos una con Alemania…!’ Bueno, pues entonces era igual. Esto no pudo ser. No se encontró la posibilidad de la coproducción. El productor, que era Dibildos, decidió que el presupuesto no llegaba para hacerla en color y yo -aunque es una película mía de la que no estoy muy disgustado porque seguía gustándome el tema- sí estoy muy decepcionado porque siempre me la he imaginado en color. En colores Toulouse Lautrec o lo que se quiera. Y siempre he tenido esta decepción.”

Y sin embargo en el aspecto visual -quizás porque hay un trabajo muy bueno de Santiago Ontañón, de figurines, etc- en la película no hay Toulouse Lautrec pero sí hay un cierto tono de los grabados en blanco y negro de finales de siglo.

– “Está sacado todo de una revista que se llamaba “Madrid Cómico” del año 1898, lo mismo por Ontañón que por mí con un cuidado extraordinario. Es una de las películas españolas de esa época que mejor ambientación tiene. Lo digo en elogio de Ontañón. Pero yo siempre he creído que eso en color habría lucido más. Así como en otras películas no lo echo de menos.”

Quedaba muy bien una especie de estilización que hay en la película. Incluso en el trabajo de los actores, sobre todo el de Analía Gadé, que es muy poco naturalista.

– “Sí. No pretende serlo. Ni ella habría podido llegar a eso. También está muy bien Roa. Su papel parece arrancado de una viñeta de la época. Y Elvira Quintillá en el papel de la borracha aquélla. Por lo único que no me gusta, que le tengo cierto reparo, es porque me parece una injusticia que no fuera en color, porque la razón fue sólo económica. Si la razón hubiera sido otra, yo diría: ‘Ya lo entiendo’. Pero la razón era que al mismo tiempo se hacían dos películas, ésta y otra. No recuerdo cuál era la otra, una película española de época actual. Y Dibildos decidió, dentro de la productora, que la que debía de ser en color era la otra. A mí esto me parecía que no era lógico, pero quien manda, manda, como se dice siempre.”

Jesús Angulo y Francisco Llinas: “Entrevista

con Fernando Fernán-Gomez”

 Sobre la opresión del poder en las familias

  El contexto de SÓLO PARA HOMBRES, es 1895, momento caracterizado por la alternancia de liberales y conservadores en el gobierno de Madrid. Fernán-Gómez aprovecha esta circunstancia política para varias escenas satíricas de la película: “yo lo quería para mostrar la opresión que el poder ejerce sobre las familias corrientes, el ciudadano normal”, serían sus palabras. En esta coyuntura, y bajo sus efectos directos, transcurre la anécdota central que organiza la historia: la incorporación de la independiente y avanzada Florita al trabajo de la administración pública y el escándalo polémico que tan insólita decisión provoca en su propia familia, entre sus compañeros de trabajo y hasta en diversas instancias gubernamentales.

   Se puede decir que SÓLO PARA HOMBRES gira de forma casi monotemática en torno a la rebeldía de Florita contra las costumbres galantes, los patrones morales y los esquemas patriarcales de la sociedad madrileña decimonónica, con anotaciones críticas sobre la ineficacia, la desidia y el burocratismo de la administración pública. Si bien la película termina con un giro hacia posiciones más conservadoras y conformistas que las recogidas en la obra en la que se basa, “Sublime decisión” (1955) de Miguel Mihura.

   Bien es cierto que el director -también guionista y protagonista, en el papel de Pablo Meléndez– pone más acento que Mihura en la denuncia de la lentitud y el burocratismo de la Administración española, reflejando también el incesante juego de vaivenes políticos, con imágenes de los acelerados parlamentarios ocupando y desocupando los sillones de diputados, que ironizan la inestabilidad política de aquella época, aspecto que no estaba tan explícito en la comedia de Mihura.

   A pesar de estos aciertos con respecto a la obra de Mihura, Fernán-Gómez, en opinión de  Fernando LaraEduardo Rodríguez Merchán, desbarata en parte la tímida propuesta “revolucionaria” de Florita. En el tercer acto de la comedia, el autor dejaba solamente apuntada la existencia del “negociado de señoritas” como un utópico proyecto por el que la protagonista se afana en luchar y, aunque su final es bastante fraudulento respecto a su idea de base, en ningún caso plantea un desenlace tan feliz y conservador como el de SÓLO PARA HOMBRES, donde después de fracasar en el “negociado de señoritas”, Florita obtiene una cesantía lo bastante larga como para tener un hijo, mientras su marido Pablo mantiene económicamente a la familia.

   SÓLO PARA HOMBRES representa las relaciones hombre-mujer, tanto laborales como amorosas, a finales del siglo XIX en la España de Cánovas y Sagasta cuyo eje central es el papel del dinero y de la posición social como factores clave de la felicidad de las personas. Con la peculiaridad de que dicha situación no se plasma en la realidad del período en cuestión sino sobre estampas, imágenes e incluso caricaturas de la época: escenarios callejeros del Madrid castizo o iconografías zarzuelescas con la intención de lograr una restitución de las formas y modos de representación contemporáneos del tiempo en que transcurre la historia, y de ahí la inserción -incluso- de un intermedio cantado con partitura de zarzuela sobre dibujos cómicos y mordaces relativos a la vida social de aquellos años. Lo que acentúa el carácter de chanza y libera de ataduras a las pinceladas del retrato, que, según Carlos F. Heredero, se mueven entre la causticidad y una cierta candidez impregnada de cariño. Bajo esta actitud cómica preñada de tintes caricaturescos no exentos de ternura, SÓLO PARA HOMBRES es todo un muestrario de rupturas: las declaraciones de los personajes hacia la cámara, la voz en off con eco de Florita, los violentos encuadres inclinados de las escenas mudas que ilustran el debate político sobre el trabajo femenino, la cámara rápida (hacia delante y hacia atrás) con que se filma el baile continuado de las mayorías parlamentarias… Toda una batería de recursos extraños a la narrativa naturalista y que, en este caso, vienen a reforzar algunos mecanismos del modelo de representación elegido.

   Terminar aclarando que, pese a la conclusión antes apuntada, SÓLO PARA HOMBRES conserva su carácter feminista, tanto por lo disparatado de los argumentos en contra del trabajo de la mujer -“Se da usted cuenta de lo que está haciendo, pedir trabajo como si fuera una revolucionaria”; “¿Está por naturaleza capacitada la mujer para el trabajo intelectual?¿Puede una mujer ser capaz de echar cuentas o escribir un sobre con buena letra?”-, como por algunas réplicas de Florita, sobre todo al recibir por primera vez a los asustados pretendientes en su casa: “No sé si le vendré a usted bien, pero usted a mí no, porque tiene cara de perchero (…) ¿Se decide o no? Yo no puedo perder tiempo, porque a lo mejor viene un señor de Barcelona y se decide antes que usted”, exclama descarada y rebelde, mientras exhibe su palmito con actitud provocadora.

Fuentes: Cuaderno del ciclo dedicado a LA COMEDIA CLÁSICA ESPAÑOLA, segunda entrega de nuestra sección (RE)DESCUBRIR EL CINE ESPAÑOL, realizado en FEBRERO 2015.