Escalofrío en la noche (1971)

Área de Cine y Audiovisual

Clint Eastwood Director.-¿Cómo llegó a realizar su primera película, ESCALOFRÍO EN LA NOCHE?
Hacía algunos años que tenía el guión; se lo compré a una amiga (Jo Himes) que trataba de convertirse en guionista. La historia me había gustado mucho y podía disponer de ella. Unos años más tarde la Universal compró el argumento. Fui a verles para decirles que seguía interesado por la película. Dejé que pasara una semana y luego añadí que me gustaría hacer la película. Estuvieron de acuerdo pero me dijeron que no me iban a pagar, que me darían un porcentaje de la recaudación en su momento. Acepté. Mucha gente me desaconsejó que lo hiciera, que interpretase a aquel personaje que se dejaba dominar por una mujercilla… Pero de todos modos me interesaba porque me gustan las películas de suspense; siempre me han gustado. Y además allí había una historia, relaciones entre los personajes. Numerosas películas de suspense están construidas solamente sobre las pocas escenas en las que la violencia llega a su punto culminante, o bien sobre la estrella principal. Pero para mí lo importante es la historia; el suspense viene de ella.

-Era un proyecto poco convencional para ser una primera película; un guión inesperado, una novedad. ¿Por qué no empezar con una película más claramente comercial?
Me gustaba la historia, eso es todo. Incluso aunque no la hubiera dirigido me habría gustado interpretarla si hubiese encontrado a alguien a quien le interesara. Es el tipo de película que hubiese podido rodar Hitchcock.

-¿ Y cómo fue recibida ESCALOFRÍO EN LA NOCHE?
Tuvo buenas críticas; a algunos les gustó… muchos se mostraron condescendientes porque no estaban dispuestos a admitir que yo fuera realizador. Un crítico me dijo el otro día: ‘Me alegro de haber vuelto a ver esa película. Me gustó mucho, aunque cuando se estrenó no me había gustado tanto.’ Respondí que seguramente entonces habría tenido otras razones para que no le gustara. No le dije lo que pensaba de verdad: por aquella época yo llevaba sin duda encima el estigma de mis papeles en los westerns.

Marta Fenollar Simón, “Escalofrío en la noche”, en dossier “El thriller estadounidense de los años 70”, rev. Dirigido, febrero 2007. Nicolas Saada, El cine americano actual: conversaciones con cineastas, Cahiers du Cinéma/Ed.JC, 1995.

Presentación y Análisis

   ESCALOFRÍO EN LA NOCHE, primer trabajo de Clint Eastwood como director, ha sido siempre tildado de misógino, y lo cierto es que, de entrada, hay suficientes elementos en la historia que podrían justificar tal apreciación. Dave Garver, un discjockey californiano de gran éxito entre las mujeres interpretado por el propio Eastwood, recibe las llamadas de una fan que insistentemente le pide la canción ‘Misty’ [El título original de la película es Play Misty for Me, es decir, “Pon Misty para mí…”], del pianista Erroll Garner. Una noche, Garver conoce en persona a la mujer, cuyo nombre es Evelyn (Jessica Walter), y tras pasar una noche juntos, ella comienza a acosarle. Evelyn resulta ser una peligrosa psicópata, y la cuidada puesta en escena de Eastwood, así como la elección y la caracterización de las actrices protagonistas, la convierten en un elemento diabólico dentro del film, sobre todo en contraposición a Tobie (Donna Mills), la mujer con la que Garver está intentando establecer una relación después de años de infidelidades. Evelyn es morena; Tobie es una rubia angelical. La primera está visualmente asociada al color amarillo, que tradicionalmente simboliza sentimientos de envidia, celos, ira, y otros impulsos irracionales; es también el color del azufre, y por extensión, el de Satán. El film va aún más allá en su construcción del personaje, cuando apela a la tradición gótica, de forma explícita, mediante una cita textual de “Annabelle Lee” de Edgar Allan Poe, o de forma más velada, al sugerir a través de su narración que Evelyn no es sólo Annabelle Lee, sino también Ligeia, o Berenice, y que su suerte nos recuerda a la de la demente señora Rochester, encerrada en el ático de “Jane Eyre”, o a la de la “Ofelia” de Millais, cuyo cuerpo inerte flotará por siempre jamás en el agua.

   En este sentido, es cierto que la película construye a sus mujeres de acuerdo con unos estereotipos claramente misóginos. Nunca se nos explica la locura de Evelyn, y Tobie parece una mujer sumisa cuya voz se apaga fácilmente ante los argumentos de Garver. Sin embargo, cabe preguntarse si la representación del protagonista masculino es, por el contrario, positiva. De hecho, Garver se desvía bastante de algunos de los personajes que habían lanzado a Eastwood a la fama. En su primera película como director, Eastwood interpreta a un hombre vulnerable y ambiguo, y en ningún momento se alaba su actitud machista hacia las mujeres. Es más, Evelyn parece en cierto modo parte de él; es el pasado del que Garver tiene que librarse para poder seguir adelante con su vida. Por otro lado, sin la presencia de Tobie, Garver no será capaz de lograrlo.

   ESCALOFRÍO EN LA NOCHE se ha considerado a menudo como una prolongación de EL SEDUCTOR, una muestra de misoginia que se anticipa en más de una década a Atracción fatal. Evelyn, desde el principio, es su mala conciencia: más que la locura de la mujer a Eastwood le interesa la debilidad del macho, sus falsas certezas y su incapacidad para tomar decisiones. No hay ni culpables ni víctimas: Evelyn está más allá del bien y del mal y Dave es el único responsable de sus propias desdichas. Como en EL SEDUCTOR aflora en todo caso un puritanismo que predica la separación entre los sexos: no basta contraponer a Evelyn (morena) la solar Tobie (rubia) para hacer verosímil un modelo de relación sana y normal. Tobie, como personaje, simplemente no existe.

Ficha Técnica

  • Año.- 1971.
  • Duración.- 102  minutos.
  • País.- EE.UU.
  • Género.- Intriga.
  • Título Original.- Play Misty for me.
  • Director.- Clint Eastwood.
  • Argumento.- Jo Heims.
  • Guión.- Jo Heims y Dean Riesner.
  • Fotografía.- Bruce Surtess (Technicolor).
  • Montaje.- Carl Pingitore.
  • Música.- Dee Burton. Canciones.- “Misty” de Erroll Garner; “The first time ever I saw your face” de Ewan MacColl, interpretada por Roberta Flack.
  • Productor.- Robert Daley (y Jennings Lang).
  • Producción.- Malpaso Productions para Universal Pictures.
  • Intérpretes.- Clint Eastwood (Dave), Jessica Walter (Evelyn), Donna Mills (Tobie), John Larch (sargento McCallum), Jack King (Frank), Irene Hervey (Madge), James McEachin (Al Monte), Don Siegel (Murphy), Clarice Taylor (Birdie).

Curiosidades

  • A nivel formal, ESCALOFRÍO EN LA NOCHE es un thriller que funciona gracias a un ritmo narrativo verdaderamente ágil y una gran meticulosidad en la puesta en escena. Prodigan los juegos de luces y sombras, así como el uso de espejos, que incrementan la sensación de angustia en ciertas escenas; los planos-contraplano, que sirven de apoyo al interés de Eastwood por la dirección de actores; los indicios visuales, como por ejemplo el retrato de Garver, en el que él se mira al comienzo de la película, y que es el mismo que Evelyn rasgará con un cuchillo al final de la misma, destruyendo así al Garver narcisista . Entre tanta minuciosidad, no podemos obviar que Eastwood comete dos graves errores en forma de intermedios musicales que por un momento amenazan con arruinar del todo la por otro lado impecable coherencia formal del film.
  • Cabe aquí preguntarse si las iniciales de David Garver son iguales sólo por casualidad a las de Dorian Gray. El hecho de que su nombre también se parezca tanto al de Erroll Garner sugeriría un interés consciente por jugar con los nombres de los personajes.
  • Si Eastwood actor -y director de actores- sorprende por los matices que sabe captar, Eastwood creador de imágenes se mueve con mucha cautela y sólo se encuentra a gusto cuando se aferra a los rostros de los personajes. La lección de Siegel (montaje rápido, alternancia continua de puntos de vista) le sirve para las escenas de acción, que sin embargo no son muy largas. Para el resto alterna la máxima simplicidad (que a veces es funcional y eficaz, como cuando retoma una acción con gran longitud de campo y sin cortes) con intentos de embellecimiento, en deuda con las modas estilísticas de los años 70: ejemplar, en este sentido, el primer diálogo entre Dave y Tobie, que transcurre sin solución de continuidad mientras los dos personajes caminan en lugares diversos. Un resbalón evidente es el doble intermedio que se abre al cabo de una hora. La secuencia del festival de Monterrey (en el que aparece, entre otros, John Otis y el gran saxofonista Cannonball Adderley con su quinteto), con sabor a documental, tiene su explicación en la afición de Eastwood por la música y en el éxito que lograron en aquella época las películas-concierto (una de las más conocidas, Monterrey pop (1966) de D. A. Pennebaker, incluso se había rodado en ese mismo lugar). En cambio no tiene excusa el video-clip erótico/romántico acompañado por la canción de Roberta Flack, a base de abrazos bajo una cascada, atardeceres, efectos ‘flou’ y cambios de foco.

   Fuentes: Cuaderno del Cine Club Universitario. Centro de Cultura Contemporánea. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Granada.

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