Nacid@s tal día como hoy…15 de mayo: Lyman Frank Baum, Arthur Schnitzler, Anthony Shaffer, Peter Shaffer, Brian Eno, Mike Oldfield, Joseph Cotten, James Mason y Eugenio Martín

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

Información complementaria a los ciclos del Área de Cine y Audiovisual (Cineclub universitario / Aula de cine) de La Madraza. Centro de Cultura Contemporánea. Universidad de Granada.
Nacid@s tal día como hoy es una sección en la que, a partir de los natalicios diarios de personalidades del mundo del cine (o del mundo de la cultura que hayan tenido presencia de algún modo en la gran pantalla), hablaremos sobre sus trayectorias profesionales, prestando especial atención a aquellas de sus obras que hayan pasado por la pantalla del CineClub.
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Presentación

Cerramos la semana recordando a dos extraordinarios actores del Hollywood clásico, el norteamericano JOSEPH COTTEN y el británico JAMES MASON, y al cineasta español y fundador de este CineClub, EUGENIOMARTÍN. Y también, aunque de forma muy sucinta, a cuatro escritores, LYMAN FRANK BAUM, ARTHUR SCHNITZLER y a los hermanos ANTHONY & PETER SHAFFER, y a dos músicos, BRIAN ENO y MIKE OLFIELD. Con unas breves reseñas de ellos comenzamos.

Lyman Frank Baum (1856-1919)

Un día como hoy de hace 164 años nacía en Chittenango (Nueva York), el padre del mítico relato «El maravilloso mago de Oz«, LYMAN FRANK BAUM. En este enlace tenéis referencias a las muchísimas versiones que se han hecho de esta novela (y de sus continuaciones), desde la época muda, pasando por la más famosa con Judy Garland y hasta la versión años 70 con Michael Jackson y Diana Ross.

Arthur Schnitzler (1862-1931)

Novelista y dramaturgo austriaco, nacido en Viena hoy hace 158 años, los textos de ARTHUR SCHNITZLER han sido llevado el cine en numerosas ocasiones y épocas. En este enlace os dejamos esa bibliofilmografía de la que entresacamos la adaptación de «La señorita Else» realizada en 1929 por Paul Czinner, las dos de Max Ophüls sobre, respectivamente, «Liebelei» en 1933 y «La ronda» en 1950, y la de «Traumnovelle» llevada a cabo por Stanley Kubrick en 1999 con «Eyes wide shut«.

Anthony Shaffer (1926-2001)

El dramaturgo y guionista británico ANTHONY SHAFFER, nacido en día como hoy en Liverpool hace 94 años, se dió a conocer en los años 70 por su guión para la magistral «Frenesí«y para la no menos magistral, a partir de su propia pieza teatral, «La huella» (mayo 1999, AL GUSTO DEL RESPETABLE V, y junio 2019, UN ROSTRO EN LA PANTALLA V: MICHAEL CAINE 2ª parte). Asimismo fue el guionista de la brillante, inquietante y curiosa «El hombre de mimbre«y de los guiones de las diferentes adaptaciones de novelas de Agatha Christie protagonizadas Peter Ustinov.

Peter Shaffer (1926-2016)

Hermano gemelo de Anthony Shaffer y también dramaturgo y guionista, PETER SHAFFER es sobre todo recordado por ser el autor tanto de las obra teatrales como de los correspondientes guiones sobre los que se apoyan los films de Sidney Lumet y Milos Forman, respectivamente, «Equus«y «Amadeus«.

Brian Eno (1948)

Músico británico que hoy cumple 72 años, BRIAN ENO ha visto como sus sofisticadas y lisérgicas composiciones se han utilizado en decenas y decenas de films. En este enlace tenéis un recorrido por esta conexión. Por otra parte, y como compositor propiamente para cine, ha trabajado con Derek Jarman -«Sebastian«-, Peter Greenaway -«The Pillow book«- (febrero 2001, VISTO Y NO VISTO IV), Wim Wenders -«The Million Dollar Hotel«- o Peter Jackson -«The lovely bones«-.

Dos composiciones de BRIAN ENO para la serie sobre los viajes a la luna de las naves «Apollo».

Mike Oldfield (1953)

Inmortalmente unido al cine desde que su composición «Tubular bells» fuera usada por William Friedkin para la banda sonora de la excelente «El exorcista»quedando indeleblemente pegada a las imágenes del film, en un caso similar al de «El Danubio Azul» con «2001», MIKE OLDFIELD, músico también británico, cumple hoy 67 años. Al igual que en el caso de Eno, su música, y en especial «Tubular bells», se ha usado para muchas otras películas: en este enlace lo podéis comprobar. Pero a diferencia de Eno, solo ha compuesto una vez para cine hasta la fecha y fue para la excelente «Los gritos del silencio«.

«Tubular Bells», en directo (1973).

LOS GRITOS DEL SILENCIO. Banda sonora original completa.

Joseph Cotten (1905-1994) & James Mason (1909-1984)

He aquí dos excelsos e inolvidables actores que nunca fueron estrellas, ni son recordados de primeras como tales, pero que sin embargo aseguraron una altura y una credibilidad a los personajes a los que dieron vida, fuera cual fuera el nivel de calidad de los films en los que actuaron, que han superado con creces el paso del tiempo. Excepcionalmente, y dado que son actores coetáneos y, en alguna forma, de «un corte muy similar», os proponemos recordarlos siguiendo el modelo de «vidas paralelas».

Nacido un día como hoy hace 115 años en Petersburg (Virginia), el norteamericano JOSEPH COTTEN empezó con pequeños papeles en el teatro. No será hasta que conozca a Orson Welles, a mediados de los años 30 cuando se presenta a unas pruebas para los dramáticos radiofónicos que éste prepara, que su carrera dé un paso de gigante. El ambicioso Welles pronto organiza su propia compañía teatral, The Mercury Theatre Players, y en ella está Cotten con quien ha establecido una profunda amistad. Además de con Welles y el Mercury, Cotten sigue actuando en Broadway, y allí lo encontramos en 1939, interpretando el personaje masculino principal de «Historias de Filadelfia», aquel que en su paso al cine, cuando la obra comprada por Katharine Hepburn, la protagonista en esas mismas funciones, sea llevada a Hollywood de la mano de George Cukor, acabará interpretando Cary Grant. Entre tanto, y dado el éxito de su versión radiofónica de «La guerra de los mundos», Welles recibe una gran oferta de RKO para debutar en el cine: entre las condiciones que el joven genio impone al estudio está que le acompañen los miembros del Mercury Theatre. Y allí estará Cotten, que debuta oficialmente en el cine -si exceptuamos la rareza del corto, ya dirigido por Welles, «Too much Johnson«, pensado como complemento para una representación teatral- con la mítica «Ciudadano Kane».

También del mundo del teatro proviene el británico JAMES MASON, nacido un día como hoy hace 111 años en Yorkshire. En este medio pronto alcanza un reconocido prestigio, actividad que alterna con pequeños pero sabrosos papeles en el cine británico de los años 30 -«Inglaterra en llamas», «El retorno de la Pimpinela Escarlata», «Conocí un asesino»-, y que poco a poco van dando paso a presencias de más peso, en papeles de protagonista, ya durante toda la década de los 40 donde se convertirá en uno de los más sólidos intérpretes, siempre con una intensa carga dramática, de esta cinematografía al lado de cineastas como Leslie Arliss -las notables «La noche tiene ojos», «Perfidia», «La mujer bandido«-, Roy Boulting -«Thunder rock»-, Compton Bennett -«El séptimo velo»-, Lawrence Huntington -la brillante «Cual copa de cristal«- y, sobre todo, Carol Reed -la espléndida «Larga es la noche«- con quien hace su última película en las islas antes de dar el salto a Hollywood, poco antes de entrar en la década de los 50.

Entre tanto, la década de los 40 para Cotten ha sido triunfal y fulgurante. Tras su prodigiosa presencia como el mejor amigo (y conciencia) de «Charles Foster Kane» en el clásico de Welles, la trayectoria de Cotten en esta década se puede resumir en tres nombres: el ya citado de Welles, el del maestro Alfred Hitchcock y el de la estrella femenina Jennifer Jones. Su amigo lo vuelve a dirigir en «El cuarto mandamiento«, y parcialmente, ya que no la llega a acabar, en «Estambul«donde además comparten trabajo actoral. Un duo interpretativo éste que alcanzará su máxima expresión al final de la década, y con similar fuerza que en «Ciudadano Kane», en la magistral «El tercer hombre«, film dirigido por el británico Carol Reed dos años después de «Larga es la noche». Más importante si cabe es su encuentro con Hitchcock quien lo convierte en el perverso protagonista de la magistral «La sombra de una duda«, «El tío Charlie»; al final de la década, actor y director se reunirán de nuevo, ahora también acompañados por la maravillosa Ingrid Bergman, pareja de Cotten en un éxito previo de ambos como fue la magnífica «Luz de gas«, en «Atormentada«. Finalmente, con la magnífica Jennifer Jones, Cotten rueda, con un año de diferencia entre ellos, cuatro excelentes trabajos, convirtiéndose en una pareja de especial química en esa década: si bien en su primer encuentro, el magnífico melodrama ambientado en el «home front» durante la Segunda Guerra Mundial, «Desde que te fuiste«, son padre e hija, en las tres siguientes, la estupenda «Cartas a mi amada«, la magistral «Jennie«, ambas dirigidas por William Dieterle, y la antológica «Duelo al sol«, serán tres parejas de enamorados en tres historias bien distintas. Esta gran década para Cotten se cierra con otro film al lado del maestro King Vidor, tras «Duelo al sol», la brillante «Más allá del bosque«, compartiendo ahora protagonismo con Bette Davis.

Mason debuta en Hollywood a finales de los 40, con un personaje de perfil atormentado, como otros que hará durante la década de los 50, con el maestro Max Ophüls en un magnífico film noir como es «Atrapados«, repitiendo acto seguido con él en otro gran noir, «Almas desnudas«. Y entre ambas y en ese mismo año 1949, un secundario de lujo: el personaje del escritor «Gustave Flaubert» en la magistral Madame Bovary«. Si para Cotten su gran década fueron los 40, para Mason son los 50. Se va a convertir en un referente interpretativo serio, fiable y, sobre todo muy, versátil como demuestra la diferente tipología de personajes que asume. Por un lado tenemos, quizás el más relevante por su abundancia, el James Mason villano elegante, sofisticado y, en varias ocasiones, encantador: no es en muchas de ellas el protagonista, pero su buen hacer, «roba» escenas. Es una tipología de personaje en la que se sustituye el «atormentamiento» de sus creaciones previas, por un punto de humor, de ironía y buenas dosis de cinismo que Mason, sin duda, borda en cada película. Así son su «espía Ulises Diello» en la magnífica «Operación Cicerón«, su «Caballero Negro» en la magistral «El príncipe Valiente«, y, de manera muy clara, su «Ruperto de Hentzau» en la no menos magistral «El prisionero de Zenda y su «Phillip Vandamm», su único y glorioso encuentro con Hitchcock en la obra maestra «Con la muerte en los talones«. El Mason angustiado, abrumado por acontecimientos presentes o pasados que ya conocemos, no desaparece, por supuesto, y así lo encontramos en la extraña y fascinante «Pandora y el holandés errante«, en la estupenda «Más poderoso que la vida«o en su primer contacto con un personaje nacido de la inventiva de Julio Verne, el «capitán Nemo» de la deliciosa «20.000 leguas de viaje submarino«. A final de la década se reencontrará de nuevo con Verne, ahora como el «profesor Lindebrook» en la agradable «Viaje al centro de la tierra«. Finalmente, los 50 también son para el gran actor inglés, momento para dar vida a tres de sus más recordados personajes principales, imbuyendo en ellos una dignidad, humanidad y trascendencia inolvidables. Hablamos claro está, por un lado, de su personificación del «Mariscal Erwin Rommel», al que Hollywood dedicará dos películas con Mason en ambas: la más biográfica, la espléndida «Rommel, el zorro del desierto» (es la tercera parte de nuestra sesión de hoy en CINECLUB/AULA DE CINE LES PRESENTA) y la más bélica, y donde ocupa un papel más secundario, la notable «Las ratas del desierto«. Y por otro lado, su antológico «Bruto» en la magistral «Julio César» y su conmovedor actor en declive «Norman Maine» en la extraordinaria «Ha nacido una estrella«.

Los años 50 son menos intensos y también menos brillantes en la filmografía de Joseph Cotten, un aviso de lo que estará por venir en los 60. De hecho dos colaboraciones, no acreditadas, con su amigo Welles» en la irregular «Otelo» y en la magistral «Sed de mal», dos sólidos melodramas con Henry Hathaway, la mítica «Niágara» con Marilyn Monroe, y «Barreras de orgullo», y, sobre todo, dos pequeñas y atractivas producciones de serie B, «El asesino anda suelto» y «Odio contra odio«, son lo más destacado de una década en la que Cotten comienza a trabajar mucho para televisión dejando en este medio, y en concreto para la mítica serie «Alfred Hitchcock presenta», una de sus interpretaciones, de nuevo bajo la batuta del maestro británico, menos conocidas y sin embargo más memorable en el extraordinario episodio «Breakdown«. Como curioso paralelismo con la carrera de Mason, Cotten cierra la década dando vida también a otro personaje de Verne, «Victor Barbicane», en la simpática y naif «De la tierra a la luna«.

La década de los 60, como bien sabemos, es la década del inicio del fin de los Grandes Estudios, del fin del Hollywood clásico, y de la irrupción de una nueva generación de intérpretes, surgida ya en los 50, con otras maneras interpretativas más acorde con los nuevos tiempos y las nuevas películas. Y los Cotten o Mason ya van quedando poco a poco relegados a personajes menos protagónicos. El caso de Cotten es el más evidente: sumergido ya plenamente en el «rival» televisivo, solo podemos destacar sus dos trabajos, como secundario de lujo, con Robert Aldrich en la magnífica «El último atardecer» y en la notable «Canción de cuna para un cadáver«. Mucho más estable se muestra la trayectoria de Mason en estos años. Primero en dos brillantes interpretaciones como protagonista en sendas adaptaciones de novelas a la gran pantalla: en la mítica y polémica «Lolita«y en la menos conocida, pero muy atractiva adaptación de una novela de John LeCarre, «Llamada para un muerto«. Y segundo, varios secundarios también de lujo, en tres sobresalientes superproducciones: «La caída del Imperio Romano«, «Lord Jim» y «Las águilas azules«.

La brecha entre la carrera de uno y otro en los 70 se va hacer muchísimo mayor, y así mientras que James Mason sigue manteniendo un status y una presencia de cierto fuste en films de calidad, la carrera de Joseph Cotten se diluye casi por completo en la gran pantalla y se vuelca en la televisión. Rescatemos y destaquemos, no obstante, sus breves actuaciones durante esta década junto al gran Richard Fleischer en la solvente «Tora, Tora, Tora«y en la magistral «Cuando el destino nos alcance«, o su presencia en la resultona «El abominable Dr. Phibes«, y, de nuevo con Aldrich, en la impactante y extraordinaria «Alerta: Misiles«. En cuanto a Mason, la variedad de títulos y de cineastas con los que trabaja así como la calidad de estos trabajos es, sin duda, superior: con Lumet en «Perversión en las aulas«, con Huston en «El hombre de McKintosh«, con Fleischer en «Mandingo«, con Peckinpah en «La cruz de hierro» o con Schaffner en «Los niños del Brasil«, además de en «El viaje de los malditos«, «Contrato en Marsella» y en «Asesinato por decreto» donde construye un excelente, uno de los mejores, «Dr. Watson», junto a Christopher Plummer en el papel de «Sherlock Holmes» (un Plummer que unos años antes había sido también, curiosamente, el «Mariscal Rommel» en «La noche de los generales»). Incluso su trabajo en televisión que, como tantos otros intérpretes había iniciado en los 60, tiene dos hitos en esta década con las miniseries «Jesús de Nazaret» y «El misterio de Salem’s Lot«.

Cotten se retirará del cine a principios de los 80, dejando una última presencia de peso en la tan colosal como irregular «La puerta del cielo«. Mason, que fallecerá a mediados de esa misma década, dejará por su parte una fastuosa muestra de su arte interpretativo como abogado rival de Paul Newman en la magistral «Veredicto final«, por la que lograría su tercera nominación al Óscar (tras las conseguidas por «Ha nacido una estrella» y «Gregory girl»).

De JOSEPH COTTEN hemos visto en CineClub, «Ciudadano Kane», «El cuarto mandamiento», «El tercer hombre», «Sed de mal» y «Cuando el destino nos alcance».

 

Un breve repaso a la carrera de JOSEPH COTTEN.

CIUDADANO KANE.

EL CUARTO MANDAMIENTO

EL TERCER HOMBRE.

LA SOMBRA DE UNA DUDA.

ATORMENTADA.

«ALFRED HITCHCOCK PRESENTA… BREAKDOWN».

LUZ DE GAS.

DUELO AL SOL.

JENNIE.

NIÁGARA.

EL ÚLTIMO ATARDECER.

CANCIÓN DE CUNA PARA UN CADÁVER.

De JAMES MASON hemos visto en CineClub «Operación Cicerón», «Julio César», «Ha nacido una estrella», «Lolita», «La caída del Imperio Romano», «Las águilas azules», «La cruz de hierro» y «Asesinato por decreto».

Un breve repaso a la carrera de JAMES MASON.

Documental sobre la trayectoria profesional de JAMES MASON. v.o.s.inglés.

MADAME BOVARY.

PANDORA Y EL HOLANDÉS ERRANTE.

JULIO CÉSAR.

HA NACIDO UNA ESTRELLA.

EL PRÍNCIPE VALIENTE.

EL PRISIONERO DE ZENDA.

CON LA MUERTE EN LOS TALONES.

20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO.

VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA.

LOLITA.

LLAMADA PARA UN MUERTO.

LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO.

LORD JIM.

LA CRUZ DE HIERRO.

LOS NIÑOS DEL BRASIL.

ASESINATO POR DECRETO.

EL MISTERIO DE SALEM’S LOT.

VEREDICTO FINAL.

Cierre: Eugenio Martín (1925)

Y nos despedimos recordando al cineasta español y fundador de este CineClub, EUGENIO MARTÍN que hoy cumple 95 años. Este director ceutí todo terreno, amante de moverse por todos los géneros cinematográficos, fue, en su época de estudiante en la UGR, el responsable junto a un grupo de compañeros amantes de la buena literatura y del mejor cine, y con el apoyo de la Universidad y un exhibidor cinematográfico de la ciudad, de poner en marcha un proyecto tan arriesgado como, a la postre, brillante y esencial para Granada: habilitar un espacio donde mostrar otro tipo de cine, un cine que orillaba lo marcado por la dictadura y los gustos de la época, un espacio para disfrutar de este arte con nuevos ojos. Y así un martes 1 de Febrero de 1949 en el Cinema Aliatar comienza a fraguarse la que será, a lo largo de muchas décadas, una pieza fundamental en la vida cultural de esta ciudad: el Cine Club de Granada. Las sesiones se fueron sucediendo, alternando diferentes salas de la capital. Las programaciones fueron variando y enriqueciéndose: la aventura se iba consolidando. Es en este momento de esplendor cuando la Universidad decide hacerse cargo de la protección y continuidad del proyecto y financia ¡en esos años! un proyector de 35 mm. y, tras varias pruebas, ubica el ahora ya sí llamado CineClub Universitario en el Aula Magna o Salón de Conferencias de la Universidad. Es febrero de 1953: el CineClub Universitario inicia su andadura.

Pero no todo fue tan fácil, tan cómodo. No debemos nunca olvidar dónde y en qué años estamos. Eugenio Martín y sus compañeros solían escribir artículos críticos y didácticos sobre los films proyectados y se los hacían llegar a los asistentes…¡artículos al margen de cualquier tipo de censura y control!. Y claro, esto no podía durar. Así que cierto día un jesuita lo citó en el Monasterio de la Cartuja para «aconsejarle» y «exhortarle» a que esos textos pasaran primero por el control eclesiástico, «única autoridad» con capacidad para decidir qué era apropiado decir sobre tal o cual película o cómo se debería entender este o aquel film. El caso es que el futuro cineasta no lo acepto, se plantó y, tentado como ya estaba por viajar a Madrid para dedicarse a hacer cine, dejó el CineClub en otras manos y marchó. Antes, eso sí, y como resultado de el terreno inmensamente fértil que había creado el CineClub en esos años, pudo filmar con el patrocinio de la Universidad y el asesoramiento del entonces decano de Filosofía y Letras, Emilio Orozco, y del archivero de la Alhambra, Jesús Bermúdez, el cortometraje “Viaje romántico a Granada”, que ganó numerosos galardones y se estrenó el 22 de Junio de 1955, durante el IV Festival de Música y Danza de Granada.

Tras otro par de cortometrajes, Eugenio Martín va a debutar en el largo, a principios de los 60, en la coproducción italo-española «de piratas» «Los corsarios del Caribe» y con el nombre, más internacional, de «Jean Martin». Desde mediados de los 60 hasta la muerte de Franco va a ser su gran época, realizando films comerciales, de muy decente factura, que jugaban con los géneros en ese momento de moda y obtenían muy buena respuesta del público. Así «spaghetti-westerns» (o «eurowesterns» como se dice hoy) tales como «El precio de un hombre», «Requiem para el gringo» o «El hombre de Río Malo» (ésta, por cierto, con James Mason, Lee Van Cleef y Gina Lollobrigida); thrillers de intriga (más bien «giallos» italianos) como «La última señora Anderson«; musicales a mayor gloria de estrellas patrias como Lola Flores -«Una señora estupenda»- y Julio Iglesias -«La vida sigue igual»-; films de terror, modelo «¿Qué fue de Baby Jane?» como «Una vela para el diablo«; pero, y sobre todo, una brillante fusión del modelo de film de terror tipo Hammer combinado con historias de invasiones extraterrestres tipo «El enigma de otro mundo», a saber, la estupenda, un hito en nuestra escasa historia de cine fantástico, «Pánico en el Transiberiano» (enero 2009, CINECLUB MEETS RETROBACK). También para televisión realizó interesantes trabajos a principios de los 80, dirigiendo las miniseries «Juanita La Larga» y «Vísperas» o escribiendo los guiones para otra miniserie, «Cervantes».

Un breve repaso a la carrera de EUGENIO MARTÍN.

PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO. Completa. v.e.

EL HOMBRE DE RÍO MALO.

JUANITA LA LARGA.

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