La vida en un hilo (1945)

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

Película enmarcada en el ciclo dedicado a LA COMEDIA CLÁSICA ESPAÑOLA, segunda entrega de nuestra sección (RE)DESCUBRIR EL CINE ESPAÑOL, realizado en FEBRERO 2015.

 La influencia del azar en la vida

  La crítica considera a LA VIDA EN UN HILO una de las mejores ideas de Edgar Neville, con la peculiaridad de que primero fue película y, catorce años más tarde, se estrenó en el María Guerrero como obra de teatro. Normalmente suele ocurrir al revés.

   La idea central, que constituye la base de LA VIDA EN UN HILO, es la influencia del azar en la vida de las personas, tema que tuvo gran importancia, tanto  en la obra de Buñuel como en la mayor parte de los integrantes de la generación del 27. La diferencia de Buñuel con Neville reside en que el primero se limitaba a dar cuenta de la enorme cantidad de casualidades que es preciso que se den para que determinado hombre y determinada mosca coincidan en un determinado instante mientras que el segundo trata de extraer enseñanzas, de utilizar lo que podría haber pasado, para sacar conclusiones con vistas al porvenir.

   Para hacerlo Neville se sirve de una artista de circo, la adivina Madame Dupont, cuya singularidad estriba no tanto en adivinar el porvenir, sino más bien en contar lo que hubiera ocurrido si algún personaje hubiera seguido un camino diferente del que ha seguido en la realidad. En el contexto de la historia, lo que habría tenido lugar si en vez de haber aceptado el taxi que le ofreciera Ramón, Mercedes hubiera aceptado el que Miguel ponía a su disposición.

   LA VIDA EN UN HILO lo plantea como la encrucijada a partir de la cual nacen dos caminos. Uno lleva al tedio y el otro conduce a la felicidad. Pero Mercedes se equivoca y elige a Ramón en lugar de elegir a Miguel. Tenemos una pareja en la que Neville encarna dos opciones vitales opuestas. Mientras uno de ellos es, en palabras del dramaturgo y cineasta, “buenísimo, honestísimo, muy de derechas, trabajador, rico…, pero un horrible pelmazo. (…) El otro es un artista, un bohemio, y así como el uno lleva el germen del aburrimiento en su ser, el bohemio lleva la alegría, la naturalidad, la falta de preocupación por la etiqueta y, en definitiva un frescor a libertad y a juventud que hubiera podido hacer la felicidad de esta mujer”.

    No obstante,  Neville no condena a su protagonista a la desdicha permanente. Hechos como la muerte de su marido así como el escuchar a la mencionada Madame Dupont, harán cambiar su escala de valores y así estará en condiciones de no dejar pasar la felicidad cuando el destino permite que los hechos vuelvan a repetirse, tema este, la repetición, otro de los conceptos claves en el cine de Buñuel.

   Curiosidades

   Como Neville estaba convencido del éxito de la película, puesto que a su juicio se trataba de una buena idea y no era preciso nada más para conseguir un buen filme, se empeñó en que esta octava película suya estuviera producida por él, con objeto de poder obtener el adecuado rendimiento a lo que consideraba un gran hallazgo. Semejante decisión contribuyó a que el presupuesto de la película fuera más bien escaso y el conocido desaliño de las películas del cineasta adquiriera en la presente oportunidad una mayor relevancia. Neville asegura que se la confió a una distribuidora que no se gastó un céntimo en publicidad, con lo que el presunto filón quedó sin explotar y cuando la película comenzó a tener repercusión y a dar dinero, era demasiado tarde para que la grata nueva llegara a tener incidencia sobre el patrimonio del realizador, que siempre reprochó a la crítica haberse detenido en pegas menores y no haber sido capaz de reconocer la brillante idea que fue germen del film.

  Fuentes: Cuaderno del ciclo dedicado a LA COMEDIA CLÁSICA ESPAÑOLA, segunda entrega de nuestra sección (RE)DESCUBRIR EL CINE ESPAÑOL, realizado en FEBRERO 2015.