LA NOCHE SE MUEVE (1975)

Área de Cine y Audiovisual

“No desprecio al individuo detective, sino su función, el concepto mismo de detective. Los films policíacos me aburren, dejando al margen algunas obras excepcionales. Los detectives son gente bastante despreciable. Se atribuyen el derecho de violar el secreto de otros, que es muy diferente a una búsqueda de la verdad, del conocimiento, tema que está efectivamente presente en la mayoría de mis films”.

“expresé una clase de repulsión hacia el tipo de espíritu que animó a los conspiradores del caso Watergate, aquella gente que pasaba el tiempo espiándose los unos a los otros. Mi personaje, Harry, parece descubrir la verdad sobre él mismo, pero de hecho intenta separar esta toma de conciencia individual del caso criminal sobre el que investiga, y en esto reside, creo, la esencia de lo que quería mostrar sobre este tipo de hombre que se imagina querer compartir su existencia, levantar un muro entre su vida personal y su vida profesional, a pesar de que le resulta imposible.”

Arthur Penn

Presentación

Hoy Viernes, 27 de octubre de 2017, a las 21:00 horas, en la Sala Máxima del Espacio V Centenario (Antigua Facultad de Medicina en Av. de Madrid), el Cineclub Universitario / Aula de Cine finaliza el ciclo “Maestros del cine moderno (IV): Arthur Penn” con la película “La noche se mueve (1975)“, en versión original en inglés con subtítulos en español. La entrada es libre hasta completar aforo.

La noche se mueve: Una partida de ajedrez

La noche se mueve es uno de los films más personales de Penn, quien maneja el lado solemne, reposado y conciso de una historia que se presta a la revisión de tópicos y falsedades del género. Se hacía referencia al título del film como un indicio de equiparar la historia con una partida de ajedrez, en la que el movimiento de las piezas blancas tendría una equivalencia con el proceso de investigación de la desaparición de Delly (terreno profesional) mientras que el movimiento de las negras correspondería al itinerario moral de Harry (terreno personal) sumido en una crisis de identidad tras su separación de Ellen. Esta simetría/dualidad prevalece en cada uno de los elementos que entran en juego: Dos viajes a Nuevo México y dos a Florida; dos escenas de amor; dos accidentes de avión, dos inmersiones bajo el agua, dos encuentros con el amante, etc. De esta forma, Penn pretende remarcar las contradicciones que anidan en la persona de Harry en su búsqueda por conocer la verdad.

La noche se mueve: Un antifilm de género

Una reflexión, junto a la amarga constatación de la destrucción del matrimonio (como tumba del amor) y el demoledor análisis del mundo de la pareja, que Penn teje dentro de la madeja policiaca tradicional, pero donde la intriga es prácticamente inexistente, para, de hecho, conjugar un antifilm de género tanto por las elecciones narrativas e influencias formales, cuanto porque la personalidad de Harry influye decisoriamente sobre el destino de la indagación y las maneras de proceder. Su protagonista es un detective privado, ex jugador de rugby, ajedrecista y cornudo, cuya tarea profesional, encontrar a Delly, una adolescente fugada de la casa de su insoportable madre, mezclada en el sector del cine, con un especialista de riesgo, y cuya muerte por accidente no acepta, convencido de su asesinato, hostigando a los presuntos culpables que no son los que creía que eran, se encardina con su inestabilidad emocional, desventuras conyugales y el (deseado) efecto balsámico de su affaire otoñal con Paula, que no conseguirá modificar su interior, cuya invitación a pensar que las cosas pueden cambiar se revela inviable. Pero a la vez se significa la (dolorosa) verificación de los cambios producidos: Nada (no nadie) es lo mismo. Se impone la lucidez (y desolación) en la evocación del pasado/recuerdo. El viaje sin retorno en la investigación de Harry se reafirma en su búsqueda del padre desconocido, hallado y perdido, al no atreverse a hablar con él (o no tener nada que decirle). Una persecución inútil y un secreto que le asfixiaba. Penn muestra clarividente las contradicciones del personaje: Un ser que investiga vidas ajenas pero no ve claro en la propia, oscuro hasta para él mismo. La búsqueda de la verdad (relativa y poliédrica) y el miedo a alcanzarla. La soledad, incluso compartida, la peor de todas. La asunción de las frustraciones. La tensión que siempre desemboca en violencia.

Conclusión: Una crisis de identidad personal y nacional

La noche se mueve, es la reafirmación del vacío existencial del investigador, de acumular constantes pruebas en su cargo, de verificar cómo Harry se va hundiendo en un páramo estéril. Y sin posibilidad de salir a flote. Espléndida lección de cine, que a su valor simbólico une la plasmación de la impotencia trágica de Harry, su derrota vital en todos los campos, el fracaso colectivo de una generación. En suma, su ausencia de respuestas, su desfondamiento progresivo en el ámbito personal y profesional.

Un film sobre la duda, la crisis de identidad (personal y de una nación). Las pesquisas de Harry le llevan a certificar que la sociedad va mal y a documentar el conocimiento de su condición de perdedor. Un ser sufriente incapaz de reconciliarse con el mundo. Un film poderoso y, maduro, de lacerante desencanto, revelador en su disección de lo privado y lo colectivo, iluminador en su pesimismo.

Fuente: Cuaderno del Cineclub Universitario / Aula de Cine.