Introducción a Clint Eastwood (1 de 2)

Área de Cine y Audiovisual

   “Eastwood es un cineasta que viene de lejos y su revalorización ha sido espectacular. Hubo un tiempo en que para gran parte de los críticos fue símbolo del machismo y del ‘neofascismo nixoniano’. Calificativos que tienen su origen en un artículo de Pauline Kael, tras Harry el sucio (Dirty Harry, Don Siegel, 1971). Y que Eastwood ha ido arrastrando difícilmente como cacerolas rebotando en el suelo. Durante los años siguientes Kael continuó erre que erre, como prueba su artículo sobre BIRD (1988), de pasable y sistemática mala fé. El empeño de algunos defensores –en Francia, entre otros, Pierre Rissient, Pascal Merigeau, François Guerif y Michel Cieutat, sin olvidar a los que esto escribimos- y el hecho de que Jean-Luc Godard le dedicara un film –Detective (Détective, 1985)-, cambió un poco las cosas.”

Bertrand Tavernier & Jean-Pierre Coursodon (1991)

 

Durante muchos, muchos años, la crítica de cine española no sentía la menor estima hacia el cine dirigido por Clint Eastwood, salvo honrosas excepciones. Convertido en estrella de Hollywood, y por ende del cine mundial, gracias a su interpretación (o no-interpretación, según como se mire) del Hombre Sin Nombre, el pistolero frío, cínico e impertérrito de la famosa trilogía de eurowesterns de Sergio Leone, POR UN PUÑADO DE DÓLARES (Per un pugno di dollari, 1964), La muerte tenía un precio (Per qualche dollari in piu, 1965) y El bueno, el feo y el malo (Il buono, il brutto, iI cattivo, 1966), Eastwood fue, entre finales de la década de los sesenta y hasta bien entrada la de los ochenta (es decir, durante veinte años), considerado lo peor y más deleznable del cine de Hollywood, el fascista número uno del cine norteamericano, el paradigma de la violencia, de la fuerza bruta, de la imposición de la ley y el orden establecidos en/por los Estados Unidos a base de disparos a quemarropa, sobre todo a raíz de la popularidad que alcanzó a principios de los setenta gracias al éxito de Harry el sucio a las órdenes de otro de sus reconocidos maestros junto con Sergio Leone,Don Siegel.

El mismo año que se estrenaba Harry el sucio, Eastwood había firmado un poco antes su ‘ópera prima’ como director, ESCALOFRÍO EN LA NOCHE (1971); su amigo Siegel, a quien se dice echó una mano durante el rodaje de Harry el sucio cuando se puso enfermo, haciéndose cargo de forma no acreditada de un par de secuencias (la del rescate del suicida y el tropiezo de Harry con un chapero), aparece en ESCALOFRÍO EN LA NOCHE interpretando el papel del dueño de un bar también unido al protagonista por la amistad. Ahora esa complicidad entre dos profesionales que compartían en gran medida una determinada concepción del cine está bien vista, pero en ese momento casi todo el mundo interpretó el gesto de Eastwood como la pose prepotente y megalómana de una vulgar estrella deHollywood empeñada en acaparar funciones dentro de una película para así ganar mucho más dinero; y, encima, dándoselas de director de cine. Un manto de desprecio, cuando no de displicente olvido por parte de la opinión mayoritaria recayó sobre los siguientes trabajos de Eastwood como realizador, dentro de los cuales se iban alternando films comerciales con títulos más pequeños y arriesgados, menos lucrativos, estrategia que Eastwood convirtió en norma habitual a raíz del acuerdo de distribución alcanzado con Warner Bros. y su propia productora, The Malpaso Company.

Así llegó el western INFIERNO DE COBARDES (High plains drifter, 1973) y ese mismo año rodó la menos popular Primavera en otoño (Breezy, 1973); para compensar, a continuación dirigiría (además de producir y protagonizar otras películas sin ponerse oficialmente tras las cámaras) títulos como el thriller Licencia para matar (The Eiger Sanction, 1975); otro western, EL FUERA DE LA LEY (The Outlaw Josey Wales, 1976), y un film de acción “a lo” Harry el sucio, RUTA SUICIDA (The Gauntlet, 1977). Volvió a jugársela con Bronco Billy (1980) y regresó al terreno comercial con Firefox, el arma definitiva (Firefox, 1982), ofreciendo ese mismo año otra propuesta más arriesgada que nunca, EL AVENTURERO DE LA MEDIANOCHE (Honkytonk man, 1982). Y aquí, mientras tanto, un silencio sepulcral, roto en ocasiones por iniciativas individuales, como por ejemplo una crítica de Miguel Marias sobre EL FUERA DE LA LEY publicada en “Dirigido por”, nº 42, marzo 1977.

Llegamos a los años ochenta, el cine comercial deHollywood ha cambiado mucho respecto a la década anterior y los siguientes trabajos del Eastwood director se inscriben en la recuperación/conservación de temas y géneros, como un nuevo Harry el sucio, Impacto súbito(Sudden impact, 1983), otro western, EL JINETE PÁLIDO (Pale Rider, 1985), y una película bélica, El sargento de hierro (Heartbreak Ridge, 1986). Mientras tanto, algo ha ocurrido entre prensa especializada, sobre todo la europea: Poco a poco, los críticos empiezan a reconocer que los films dirigidos por Clint Eastwood les gustan. Dentro de “Dirigido por” es mérito de Quim Casas el dedicarle uno de los primeros estudios publicados en España, si no el primero –“Clint Eastwood: el último cineasta clásico”, nº 165, enero 1989-, justo cuando empieza con fuerza la revaloración del cineasta gracias a EL JINETE PÁLIDO y sobre todo BIRD (1988), su biografía de Charlie Parker. En las dos décadas siguientes, Eastwood logra el reconocimiento institucional del cine estadounidense, materializado en sendos premios Oscar para el western SIN PERDÓN (Unforgiven, 1992) y el melodrama pugilístico MILLION DOLLAR BABY (2004), y continúa hasta la actualidad engrosando una filmografía como realizador donde siguen alternándose, hablando en términos muy generales, películas con miras más comerciales –El principiante (The rookie, 1990), PODER ABSOLUTO (Absolute power, 1997), Ejecución inminente (True crime, 1999), SPACE COWBOYS (2000), Deuda de sangre (Blood work, 2002)-, films menos populares –CAZADOR BLANCO, CORAZÓN NEGRO (White hunter, black heart, 1990), UN MUNDO PERFECTO (A perfect world, 1993), LOS PUENTES DE MADISON (The bridges of Madison County, 1995), MEDIANOCHE EN EL JARDÍN DEL BIEN Y DEL MAL (Midnight in the garden of Good and Evil, 1997), MYSTIC RIVER (2003), el telefilmPiano Blues (2003), El intercambio (Changelling, 2008), GRAN TORINO (2008)- y un intento de conciliar ambas vertientes con el díptico formado por BANDERAS DE NUESTROS PADRES (Flags of our fathers, 2006) y CARTAS DESDE IWO JIMA (Letters from Iwo Jima, 2006) . Además de Invictus (2009), MÁS ALLÁ DE LA VIDA (Hereafter, 2010), J.Edgar (2011), Jersey Boys (2014) y El francotirador (American sniper, 2014).

   Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario. Centro de Cultura Contemporánea.Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Granada.