INTELIGENCIA ARTIFICIAL (2001)

Área de Cine y Audiovisual

“Estoy pasando por un periodo en el que quiero experimentar y superarme, pruebo cosas. Es un reto para mí y también para el público. Tengo la impresión de lanzarme por nuevas pistas, de encontrarme y de descubrirme a la vez, a los cincuenta bien maduros”

Steven Spielberg

«… Inteligencia artificial es una de las mejores películas de Spielberg y una de las menos empáticas con el espectador, dotada de esa frialdad/distancia propia del cine de Kubrick. En cierta manera, Spielberg realizó un último homenaje al genio que tanto admiraba, mientras que su espíritu impregnaba de forma fantasmática una obra entre dos mundos, dos mentes capaces de transformar de una manera muy diferente la Historia del Cine».

Ángel Sala

Presentación

El martes, 6 de marzo de 2018, a las 21:00 horas, en la Sala Máxima del Espacio V Centenario, el Cineclub Universitario / Aula de Cine  se inicia el ciclo Maestros del Cine Moderno (VII): Steven Spielberg (5ª Parte), con la proyección de la película Inteligencia artificial (2001). En versión original con subtítulos en español. Entrada libre hasta completar aforo.

Ciencia ficción made in Steven Spielberg

La especificidad de la ciencia ficción made in Steven Spielberg nace de su falta de interés por las ideas separadas de los personajes, de la acción, de la situación. Algo que ofrece la impresión de que sus películas no muestran consistencia o el grado de desarrollo que se puede detectar en la obra de los más grandes cineastas. Pero al analizar un film tan áspero como Inteligencia Artificial -donde Spielberg teoriza, en un riguroso sentido fantástico, lo que podría o no ser, el hoy o el mañana-, encontramos a un personaje que ayuda al cineasta a examinar el alcance de su propio talante. El profesor Hobby (William Hurt) es un inventor que da vida a objetos inanimados, incluso implanta en ellos la capacidad de amar. Sin embargo, una vez que ha dado “luz” a esta nueva vida, Hobby busca inmediatamente maneras de enriquecerse a costa de sus inventos. Los paralelismos entre sus creaciones y las de Spielberg son sorprendentes, inquietantes. Spielberg parece estar comentando sus propios temores acerca de las impredecibles consecuencias de su inmenso poder sobre el desarrollo de nuestro imaginario colectivo, sobre la industria fílmica de los años venideros, y el impacto que todo ello tendrá en nuevas generaciones de espectadores.

Su film más adulto: Una de las visiones menos sentimentales de la Humanidad

Steven Spielberg juega con nuestras emociones en inteligencia artificial, nos hace sonreír, nos proporciona unas pequeñas dosis de tensión, de miedo, incluso hace que soltemos algunas catárticas lágrimas, para luego, inesperadamente, abandonarnos en la parte más oscura de su imaginación. Sí, nos procura un final feliz, pero falsamente feliz, como señala su sombrío trasfondo. En contra de lo que pueda parecer, esta presunta película “para niños”, es su film más “adulto”, uno de sus cuentos (crueles) más complejos, ambiguos, despiadados y fríos. Crónica casi onírica sobre la brutalidad humana, la insensibilidad y la codicia. Inteligencia Artificial es una de las visiones menos sentimentales de la Humanidad vistas en el cine contemporáneo, donde un humanoide-niño explotado por sus creadores, víctima de la desconfianza de su padre, atormentado y engañado por su hermano, traicionado y abandonado por su madre, es perseguido, enjaulado y casi ejecutado para el entretenimiento de masas. David (Haley Joel Osment), un robot prototipo diseñado para parecerse a un niño humano, es tratado como mercancía desechable por el mismo tipo de empresas cuya avaricia derritió los casquetes polares del mundo, ahogando a cientos de millones de personas. Esta no es la misma vieja historia acerca de un niño que se convierte en humano, sino sobre la muerte de la Humanidad misma.

Inteligencia Artificial es el adiós a la infancia spielbergiana, sublimada, poetizada. Con Inteligencia Artificial nos dice que la infancia no existe. La madurez es a la infancia lo que el cine a las ideas: Un reflejo oscuro y tremendamente subjetivo, distorsionado, anhelante. Aún así, se sigue haciendo cine, con el mismo ahínco con el que se intenta recuperar el tiempo pasado, con esa misma desesperación por comprendernos hoy, por saber quiénes fuimos, quiénes somos. La infancia sólo adquiere su verdadero sentido en el ahora, y, como toda relectura, evoluciona y se vuelve más compleja con nosotros, con la forma en que tenemos de ver la vida. La infancia está escrita en una lengua muerta, imposible de descifrar.

Cierre

Inteligencia artificial pudo haber sido un proyecto de Kubrick pero el film, tal y como lo conocemos, responde en todos sus aspectos al estilo más característico de Spielberg, quien ha adoptado una postura ante el mismo cuya inteligencia y honestidad le honran: No sólo ha puesto un cuidado escrupuloso a la hora de no imitar a Kubrick sino que, además, ha retomado el material de este último y lo ha llevado a su terreno, asumiéndolo como propio y firmando el guión definitivo, algo que no hacía desde Encuentros en la tercera fase.

Con inteligencia artificial Spielberg decía adiós a los cuentos de hadas. El epílogo feliz del film es tan ilusorio como trágico. Con este falso final cálido de tonos edulcorados se acabaron las atmósferas cluecas y los halos maternales, se apagaba una luz en la obra de Spielberg.

Fuente: Cuaderno del Cineclub Universitario / Aula de Cine.

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