El tonel (1966)

Área de Cine y Audiovisual / Cineclub Universitario UGR / Aula de Cine "Eugenio Martín"

Introducción

Información complementaria del ciclo Maestros del cine moderno español (I): Narciso Ibáñez Serrador (1ª parte) (In Memoriam), que tendrá lugar en la Sala Máxima del Espacio V Centenario (Avda.Madrid), los días 17, 20, 24 y 27 de septiembre de 2019, a las 21:00 horas. Entrada libre hasta completar aforo.

El tonel (1966): Episodio nº 5 de la 1 ª temporada de la serie

HISTORIAS PARA NO DORMIR

Ibáñez Serrador invocaba a Edgar Allan Poe en el cuarto episodio de su serie, emitido el 4 de marzo de 1966. EL TONEL describía una sórdida venganza basada libremente en la contenida en el relato “El barril de amontillado” (The cask of Amontillado), y era a su vez un remake del guión que el propio Chicho firmara para la película Obras maestras del terror (Enrique Carreras, 1960), que adaptaba tres cuentos del célebre escritor romántico. La reconfiguración de elementos formales y las notables variaciones del contenido del texto original con las que Chicho dejaba patente por enésima vez su sello de horror franco y humilde, no le hacían desmerecer su modelo. Es más, si acaso, lo mejoraban. En toda historia de venganza el cebo se encuentra en una potente motivación, aspecto que Poe había cuidado apuntando un antecedente de escarnio contra el vengador por parte de su víctima, suprimido intencionadamente de la narración; por su parte, Ibáñez Serrador era, transgrediendo sus propias costumbres, más explícito y más práctico de cara al espectador: Un vendedor ambulante al que un bodeguero había alojado en su propia casa durante la vendimia se había enamorado de la esposa de este y planeaba fugarse con ella. Pero el bodeguero, que era bueno y no tonto, había urdido una siniestra vendetta para la pareja. Así, en la balanza de la atracción el crimen pasional pesaba más que una mera humillación anónima.

Además, Chicho había mutado aquella convención carnavalesca que Poe ubicó en una aleatoria población de la Italia del siglo XIX en la celebración de la fiesta del vino de Avallon, en la Borgoña francesa; el componente vinícola dejaría de funcionar como un mero macguffin para convertirse en elemento fundamental de la trama vengativa o, mejor dicho, de su aciaga resolución. Porque, a pesar de haber sacrificado los útiles de Poe, el matiz diferencial residía en la nueva incógnita: La subsanación de la infidelidad. Aquí el vino no solo permitía una natural ejecución de la venganza, también ostentaba la capacidad de alimentar las elucubraciones en torno al grado de crueldad visual que cobraría la venganza, incluso entre aquellos televidentes que ya conocían el cuento de Poe. Aunque no hubiera sorpresa, se dejaba adivinar una huella más profunda. Si bien el capítulo de la semana anterior, La bodega, centrado en la clásica fantasía de la furtiva invasión alienígena de la Tierra, iba a servirle al director para hacer acopio de su tema de ciencia ficción predilecto, en el primer tributo a Poe decidió apartar los fetichismos propios a un lado para bucear en las obsesiones del homenajeado. Junto al entierro en vida, el emparedamiento era una de las grandes inspiraciones (o temores) del norteamericano, al que Ibáñez Serrador se encargaba de alabar desde el mismo inicio de su prólogo, hasta cediendo la prioridad de su forzoso gag sobre malabarismos entre economía y calidad. Más importante que expresar admiración era camuflar la intención de aprovechar un fondo más que idóneo.Y es que precisamente aquellos macabros motivos de Poe maridaban a las mil maravillas con la filosofía productiva de HISTORIAS PARA NO DORMIR. El terror  tenía su semilla en una percepción esquinada, la anticipación autosugestiva del espectador, más que en una posible recreación obscena del sadismo. En EL TONEL este proceso, que regalaba un guiño de ironía a los más perversos, se orientaba hacia una osada exploración de la maldad inherente al hombre. Algo que flotaba en el ambiente y olía a podrido sería concretado por el tradicional comodín de Chicho, el golpe de efecto final, quizá en una de las ocasiones en las que más oportuno se antojaba.

Cierre

Con motivo de las Jornadas de recepción de estudiantes 2019, el Área de Cine y Audiovisual (Aula de Cine/Cineclub) de La Madraza, en colaboración con rtve, rinde homenaje al recientemente fallecido Narciso Ibáñez Serrador, director de cine y realizador de televisión, con una serie de proyecciones de algunas de sus trabajos más destacados en series como «Historias para no dormir».

Todas las proyecciones de este ciclo, titulado Maestros del cine moderno español (I): Narciso Ibáñez Serrador (1ª parte) (In Memoriam), tendrán lugar en la Sala Máxima del Espacio V Centenario (Avda.Madrid), los días 17, 20, 24 y 27 de septiembre de 2019, a las 21:00 horas. Entrada libre hasta completar aforo.

Fuente: Cuaderno del ciclo Maestros del cine moderno español (I): Narciso Ibáñez Serrador (1ª parte) (In Memoriam).