CONFIDENCIAS

Área de Cine y Audiovisual

1974_Gruppo-Di-Famiglia-In-Un-Interno_Silvana-Mangano-4   Hay en CONFIDENCIAS una especie de reafirmaciór; en dos direcciones. Dicha reafirmación se manifiesta, por un lado, de forma externa, como si estuviera hecha de cara a los demás: La postura del autor que se mantiene fiel a sí mismo contra viento y marea, impermeable a los aires de ‘modernidad’ y renovación que recorrieron el cine mundial durante los años sesenta y setenta.

   Pero, por otro lado, hay en CONFIDENCIAS una suerte de reafirmación interna, hecha para sí mismo, de tal manera que resulta obvio ver en el personaje del profesor sin nombre protagonista del relato (Burt Lancaster) algo parecido a un alter ego del cineasta. Significativamente, los títulos de crédito se abren con la pantalla en negro, mientras suena en off un sonido como de escombros derrumbándose; los títulos parecen decirnos ya que la película va a girar en torno a la idea de la demolición (del piso superior de la casa del profesor, y de los valores morales y éticos del personaje); más adelante, esos mismos créditos incluyen la imagen de la cinta de papel de un electrocardiograma, lo cual parece prefigurar la escena final del film, con el profesor postrado en el lecho de un hospital (y, apurando mucho, el substrato de lo que acabará con su salud y su ánimo: Una enfermedad del corazón, una dolencia que simboliza el pesar por un sentimiento amoroso insatisfecho). Precisamente la primera imagen de la película propiamente dicha tras esos títulos de crédito consiste en un primer plano de una lupa examinando de cerca una hermosa pintura antigua; primer plano que se va abriendo y reencuadrando hasta un plano medio en semipicado, de tal manera que el personaje que observa esa pintura (el profesor) pasa a ser él mismo objeto de observación por parte del espectador (y, antes que él, por el propio Visconti, que mira al profesor y, de paso, parece mirarse a sí mismo). En este sentido, tampoco resulta difícil ver la estupefacción del viejo profesor ante los adinerados intrusos que pretenden alquilar el piso superior de su palacio romano como un reflejo de la perplejidad del viejo Visconti ante una generación y una manera de entender la vida que no comprende ni le comprende: la marquesa Brumonti (Silvana Mangano), una aristócrata en absoluto aristocrática; su amante, Konrad (Helmut Berger), un joven inteligente e incluso sensible que desperdicia su potencial en beneficio de la vida fácil; y los hijos de la marquesa, Lietta y Stefano (Claudia Marsani y Stefano Patrizi), ociosos y superficiales…

imagen_confidencias   CONFIDENCIAS es, asimismo, la historia del doble fracaso emocional y vital del profesor, alguien que siente que ha desperdiciado su vida tras un matrimonio fallido y su voluntaria reclusión con sus libros y sus obras de arte, y que vuelve a fracasar en su intento de aproximación, de comprensión y hasta de cariño hacia unos inquilinos que, como reconoce él mismo, podrían “haber sido mi familia”. Pero CONFIDENCIAS también es un fracaso en sí misma considerada, habida cuenta de que, más allá de la espléndida interpretación de Burt Lancaster y de algunos apuntes de interés (como el tono claustrofóbico de un relato desarrollado íntegramente en interiores), la película no da lo que promete, de forma que el contraste entre el culto profesor y sus nuevos vecinos, su nueva familia, resulta tan superficial y esquemático como la descripción de estos últimos, a lo cual tampoco ayuda la poco afortunada labor de sus intérpretes, en particular un nefasto y equivocado Helmut Berger. Aunque es el personaje interpretado por este último, Konrad, aquel con el cual el profesor consigue tender, contra todo pronóstico, los lazos más estrechos. Puede interpretarse la fascinación que parece experimentar el profesor hacia Konrad como de índole homosexual (escena en la que el primero ve desnudo al segundo mientras se ducha); pero se trata más bien de un afecto paternofilial entre ambos personajes, de tal manera que Konrad se erige en el hipotético hijo que el profesor nunca tuvo; no por casualidad, el profesor descubre a Konrad en la oscuridad del piso superior, a donde ha subido con una linterna, de tal manera que el joven “aparece” ante él como un vestigio de ese pasado no vivido, esa parte de la vida (la paternidad) no experimentada; más tarde, los dos hombres comentan una pintura atribuida al pintor inglés del 1700 Arthur Davies que decora una de las salas de la vivienda del profesor, y en ese instante Konrad posa su mano en el hombro del anciano, en un gesto de afectuosa complicidad. Por cierto, aquella escena del “descubrimiento” de Konrad en la oscuridad tiene su contrapunto posterior en la secuencia, también a oscuras, en la cual el profesor descubre nuevamente a Konrad, pero ahora enfrascado en un triángulo sexual con Lietta y Stefano, momento en el cual se pone en evidencia el abismo generacional se separa al protagonista de sus jóvenes amigos.

Confidencias-647650502-large   Ficha Técnica:

  • Año.- 1974.
  • Duración.- 122 minutos.
  • País.- Italia-Francia.   
  • Género.- Drama.
  • Título Original.- Gruppo di famiglia in un interno.
  • Director.- Luchino Visconti. 
  • Argumento.- Enrico Medioli.
  • Guión.- Luchino Visconti, Enrico Medioli y Suso Cecchi D’Amico.
  • Fotografía.- Pasqualino De Santis (Technicolor – Todd AO 35).  
  • Montaje.- Ruggero Mastroianni. 
  • Música.- Franco Mannino.
  • Productor.- Giovanni Bertolucci.  
  • Producción.- Rusconi Film – Gaumont.
  • Intérpretes.- Burt Lancaster (el profesor), Helmut Berger (Konrad), Silvana Mangano (Bianca Brumonti), Claudia Marsani (Lietta Brumonti), Stefano Patrizi (Stefano Brumonti), Romolo Valli (abogado Micheli), Umberto Raho (mariscal Bernai), Elvira Cortese (Erminia), Claudia Cardinale (la esposa del profesor), Dominique Sanda (la madre del profesor).
  • Sinopsis.- Un profesor norteamericano jubilado lleva una vida solitaria en su lujoso palacio de Roma. Tiene un enfrentamiento con una vulgar marquesa italiana y sus acompañantes: su amante, su hija y el novio de su hija, y se ve obligado a alquilarles el apartamento del ático del palacio. Su sosegada vida se verá entonces perturbada por las maquinaciones de sus inquilinos. (FILMAFFINITY)
  • Premios.- Premios David di Donatello: Mejor película y actor extranjero (Burt Lancaster); Espiga de Oro del festival de Valladolid.

      Apuntes y Curiosidades:

gruppo-di-famiglia-in-un-interno-131   Llama la atención el esfuerzo del realizador por componer los encuadres con el foco bien abierto, de tal manera que reúnan el mayor número posible de detalles del rico decorado diseñado por Mario Garbuglia; muebles antiguos, cortinas, cuadros bellamente enmarcados, bibliotecas rebosantes de volúmenes de fina impresión, jarrones y estatuas recrean en no pocos instantes la ilusión de hallarnos ante el universo “viscontiano” en todo su esplendor. Se nota un intento de dotar al decorado de un peso específico, tal es el caso de los episodios centrados en la habitación secreta del profesor a la cual se accede tras una puerta falsa oculta en su biblioteca, lugar donde el protagonista dará cobijo a Konrad (¿su nuevo tesoro?) mientras se repone de los golpes infligidos por los siniestros personajes con los cuales anda metido en asuntos ilegales; asimismo, resulta significativo que la muerte de Konrad se produzca en un decorado, digamos, “vulgar”, que contrasta con la atmósfera de suntuosidad de la vivienda del profesor: Una cocina. Hay, también, un par de breves flashbacks sobre el pasado del profesor que no aportan nada relevante al perfil del personaje, y tampoco están bien resueltos: El primero, el más aceptable creativamente hablando dado que cuanto menos intenta jugar con la presencia del profesor fuera de campo, se malogra por culpa de ese gran primer plano de Dominique Sanda y su sempiterna expresión bobalicona; el segundo cuenta con el concurso de una actriz bastante mejor, Claudia Cardinale, pero el ralentí empleado en el momento que la mujer se quita el velo es de una apabullante fealdad. CONFIDENCIAS explora un universo claustrofóbico y decadente, pero filmándolo sin la elegancia de antaño y narrándolo con un insólito desapasionamiento: En esta función tan “viscontiana”, Luchino Visconti acaba siendo el gran ausente.

CCU-Abril-2016-LUCHINO-VISCONTI-727x1024   Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario.

   Si os ha gustado este post os animamos a compartirlo para que el mayor número de personas posible asistan y disfruten hoy de esta película, que cierra el Ciclo Maestros del Cine Clásico (IX): Luchino Visconti (en el 110 aniversario de su nacimiento), organizado por el Área de Cine y Audiovisual (Cine Club Universitario) de La Madraza. Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias, a las 21:00 horas. Versión original en italiano con subtítulos en español.

   Precio normal de la entrada: 2 €; Precio con carnet del Cineclub: 1,50 €.; Abono 10 sesiones: 9 €.

    ¡Muchas Gracias por leer!