Encuentros en la tercera fase (1977/1980)

Área de Cine y Audiovisual

Captura de pantalla 2016-02-25 a las 18.07.48   “Creo que el éxito de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE procede de su don tan especial para dar credibilidad a lo extraordinario. Si se analiza la película, se ve que Spielberg se preocupó de rodar las escenas de la vida cotidiana dándoles un aspecto algo fantástico, mientras que, en el otro lado de la balanza, daba la máxima cotidianeidad a las escenas fantásticas”.

François Truffaut

   “¿Una imagen que defina mi obra? La escena de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE en la que Gary Guffey está a punto de ser secuestrado por los extraterretres: ese niño, de pie, ante esa maravillosa y a la vez terrible luz, que se asemeja a un fuego procedente de la puerta. El retrato es el de un niño muy pequeño y la puerta muy grande, con un gran peligro existente más allá de ella.”

   “Como los personajes de la película, yo encontré mi fe cuando me enteré de que el gobierno se oponía al film. Si la NASA se tomaba la molestia de escribir una carta de veinte páginas en contra de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE…, es que algo estaba pasando”.

Steven Spielberg

   “No estábamos aguardando por una película de ciencia ficción. Estábamos aguardando por LA película. ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE es, con toda probabilidad, la película más importante de nuestro tiempo. Spielberg pone punto final al formalismo, cruza todas las líneas, rechaza los rótulos y las barreras. La película es apolítica. Su religión no tiene denominación. Su nación es la del filósofo griego que nos dijo que todos éramos ciudadanos del Universo

Ray Bradbury

imagenencuentrosenlatercerafase   ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE, una obra maestra en la manipulación de aparatos, transparencias, maquetas y otros trucos, es igualmente una hermosa y muy reveladora parábola sobre las Utopías.

   Música, paranoia, las salidas del sueño y el tratamiento optimista, antropocéntrico, de la utopía del más allá, son las armas secretas que maneja Spielberg, utilizando tan sólo como marco de referencia las grandes sorpresas ópticas de ese maestro de los efectos especiales que es Douglas Trumbull.

   La línea temático/ moral de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE se resume en una original y política negación de los clichés más reaccionarios que el histerismo de la guerra fría americana impuso al género -los visitantes extraterrestres vistos como enemigos e invasores-. Spielberg hace la única película en la que se parte de la idea de una salvación, de una mejora mutua y un intercambio pacífico con esas fuerzas que, en su superioridad respecto a los terrestres, subrayan justamente su condición de espejo adelantado de lo que se desea o se sueña.

   Todo el film es una continua explosión de formas arquetípicas, imbuidas en los personajes más sencillos, el investigador, el niño, el ama de casa, el humilde electricista, con lo cual, una vez más, el director insiste en el carácter trascendente de lo ordinario, en la grandeza posible del rito más doméstico.

   Partiendo de un guión propio, Spielberg narra la historia de una obsesión que raya la locura, la de un hombre corriente, Roy que trata de hacer realidad un sueño, una utopía; un hombre que quiere “alcanzar una estrella”, esa de la que habla la canción de Pinocho que se escucha en varios momentos del film –la película de Disney se cita en una de las primeras escenas familiares de Roy-. Esa “estrella”, esa utopía, adquiere en ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE la forma del contacto con seres de otros planetas, y Spielberg reviste todo el conjunto de un halo místico y religioso.

steven-spielberg-moment-close-encounters   ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE y E.T. funcionan como un díptico, una relectura sucesiva de temas similares con pinceladas mitológicas: la visión idealizada, o incluso mesiánica, de un contacto con extraterrestres. Ambas películas son nocturnas, muestran los cielos estrellados de los sueños infantiles e inauguran un cine de encantamiento y sorpresa, de halos luminosos e imágenes-caparazón, que constituirán la marca de Spielberg. En este periodo de su carrera el cineasta muestra una fe inquebrantable en la imagen y sus planos a menudo adquieren apariencia de imágenes de fe. Todo empieza con una quemadura, cuando el héroe de ENCUENTROS… se cruza en una carretera solitaria con un aparato volador. El rayo de luz que le surca la cara le deja una huella dolorosa de una quemadura solar, señal compartida por todos aquellos que lo “han visto”. El simbolismo divino está al acecho, aunque parece como si Spielberg quisiera demostrar su capacidad para iluminar al mundo a través de películas. La pequeña silueta de un niño de espaldas frente al encuadre cegador de luz de una puerta entreabierta, como un más allá fantasmagórico, es un plano repetido en ambas películas, a modo de emblema.

encuentrosenlatercerafase   En ambas películas el contacto con los extraterrestres se produce como una escapatoria al mundo que nos rodea. Y la alteridad última que representan proporciona una buena escusa para mirar dentro de nuestra propia casa. En ENCUENTROS… aparecen dos: la de una madre soltera con su hijo y la de Dreyffus, Roy, y su familia. La primera se anima y toma vida, sin que ello sea muy tranquilizador. En cambio, la segunda se degrada. Dreyfuss acumula en ella decenas de kilos de tierra para recrear la imagen de la montaña que le tortura. Otro punto de ruptura son las figuras de los padres. Dreyffus se comporta como un niño irresponsable, estrafalario, asfixiado en el ambiente de histeria colectiva que se vive en su casa. Es un hombre que llora al sentarse a la mesa, que es tratado por su hijo como un blandengue. Su obsesión por los extraterrestres solo es un pretexto para describir su profunda depresión. El espacio que le rodea está repleto de símbolos de Estados Unidos: carteles de Shelly McDonald’s, series de televisión, publicidad de Budweiser, camiones con logos de Coca-Cola para cubrir un complot militar… ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE no es más que la divagación de un hombre en crisis con Estados Unidos, un desertor que no duda en abandonar a los suyos sin el menor remordimiento para subir a la nave espacial al final de la película. Como su protagonista, la película es extraña. Recorre el mundo y los países en una confusión de lenguas (como el francés poético del científico interpretado por François Truffaut) siguiendo la huella de indicios enigmáticos de una odisea idealista.

   Ficha Técnica:

  • Encuentros_en_la_tercera_fase-537755230-largeAño.- 1977/1980.
  • Duración.- 130 minutos.
  • País.- EE.UU.  
  • Género.- Ciencia Ficción.
  • Título Original.- Close encounters of the third kind.
  • Director.- Steven Spielberg. 
  • Guión.- Steven Spielberg. 
  • Fotografía.- Vilmos Zsigmond (& William A. Fraker, Douglas Slocombe y Allen Daviau) (Metrocolor – Panavisión).  
  • Montaje.- Michael Kahn. 
  • Música.- John Williams.
  • Diseño de efectos visuales.- Steven Spielberg.
  • Efectos visuales.- Douglas Trumbull. 
  • Productor.- Julia & Michael Phillips.  
  • Producción.- Columbia-EMI.
  • Intérpretes.- Richard Dreyfuss (Roy Neary), François Truffaut (Claude Lacombe), Teri Garr (Ronnie Neary), Melinda Dillon (Gillian Guiler), Gary Guffey (Barry Guiler), Bob Balaban (David Laughlin), J.Patrick McNamara (el director del proyecto), Justin Dreyfuss (Toby Neary), Warren Kemmerling (Wild Bill), Philip Dodds (Jean Claude), Lance Henriksen (Robert).
  • Premios.-
    • 2 Oscars: Fotografía y Montaje efectos de sonido (Frank E. Warner).
    • 7 candidaturas: Director, Actriz de reparto (Melinda Dillon), Montaje, Música, Dirección artística (Joe Alves, Daniel Lomino y Phil Abramson), Sonido (Robert Knudson, Robert Glass, Don McDougall y Gene Cantamessa) y Efectos Visuales (Douglas Trumbull, Matthew & Richard Yuricich, Roy Arbogast y Gregory Jein).

   Apuntes y Curiosidades:

  • La Edición Especial era la película que quería hacer en un principio pero me faltaron dos meses. No tuve ese tiempo y el resultado del segundo acto completo de la primera versión no me gustaba. En concreto, la relación entre la historia de Dreyfuss y la de Truffaut, simbólicamente, está mejor contada en la Edición Especial que en la versión original. Pero es la misma película excepto el montaje del segundo acto y la secuencia adicional en la que Dreyfuss entra en la nave nodriza y unas pequeñas tomas extras al comienzo de la película y la nueva secuencia del hallazgo del barco en mitad del desierto del Gobi. Salvo estas excepciones, es la misma película” [Spielberg]. Tras el fracaso económico de 1941 se habló de hacer una secuela de ENCUENTROS… que se titularía “Night skies” y que tendría a John Sayles como guionista y a Ron Cobb como director, siendo personalmente supervisada por Spielberg. Se decía que iba a ser una especie de Corazones indomables (Drums along the Mohawk, John Ford, 1939), en el que los indios se sustituirían por extraterrestres. Sin embargo, nunca llegó a realizarse. Lo que sí haría Spielberg en 1980 para reestrenar ENCUENTROS… y permitirle a la Columbia recuperar parte del dinero que había perdido con 1941, fue lo que se dio en llamar la “Edición Especial”. En realidad lo que se hizo fue suprimir 16 minutos del primer montaje estrenado y sustituirlo por otros 13 minutos antes no vistos. De estos últimos, 7 minutos habían sido ya cortados tras la “preview” que había tenido lugar en Dallas para su estreno. Entre el material cortado y ahora recuperado estaba la canción “When you wish upon a star” de Pinocho (Pinocchio, Ben Shapersteen y Hamilton Luske, 1940). Se filmaron 6 minutos adicionales.
  • La decisión de Spielberg de hacer con ENCUENTROS… cine moderno de fuertes raíces religiosas y de apariencia intrascendente, fue muy mal recibida por la crítica europea, que no supo o no quiso entender este intento de actualizar el cine religioso revirtiéndolo en una fábula futurista de connotaciones extraterrestres que parece o quiere comparar los textos de las Sagradas Escrituras con encuentros científicamente explicables. Y lo que menos se perdona (aún hoy) es que sus películas, desde un punto de vista técnico, sean irreprochablemente perfectas y que, para desesperación de sus detractores, gocen del favor del público.
  • En el armazón de la “fábula moral” de Schrader, Spielberg ovilló la madeja de sus sueños. Incluyó referencias explícitas a Pinocho y su canción, y otras estilísticas encubiertas procedentes de Cecil B. DeMille y Chuck Jones, de Bambi (David Hand, 1942), Frankenstein (James Whale, 1931) y Los diez mandamientos (The ten commandments, Cecil B. DeMille, 1956). También existen resonancias de Con la muerte en los talones (North by Nortwest, 1959) en la escalada sobre las rocas de la Torre del Diablo, de Invasores de Marte y de La invasión de los ladrones de cuerpos, en su ambiente rural, y de Venidos del espacio exterior, en la confrontación con los visitantes.

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Fuente: Cuaderno del Cine Club Universitario.

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